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Zapatero se despide con una “cena privada”

Rubalcaba y Chacón acudieron a Ferraz para sumarse a una reunión “divertida”

Foto de la cena en la que Zapatero se despide de la ejecutiva socialista, subida por @EduMadina a Twitter. En primer término, Barreda, al fondo, Rubalcaba, y con la guitarra, Aguilar.
Foto de la cena en la que Zapatero se despide de la ejecutiva socialista, subida por @EduMadina a Twitter. En primer término, Barreda, al fondo, Rubalcaba, y con la guitarra, Aguilar.

Parecía que la batalla por el liderazgo del PSOE que se libra el próximo fin de semana en Sevilla se tomaba ayer una jornada tranquila, prácticamente de descanso. Carme Chacón había viajado por la mañana a Zaragoza, a pedir a los delegados aragoneses que se sumen a su proyecto de abrir “puertas y ventanas” para ampliar la base del partido. Alfredo Pérez Rubalcaba se había limitado a enviarles una carta a cada uno de los 956 delegados del cónclave para animarles a participar en su proyecto de modernización y fortalecimiento de las estructuras internas del PSOE. Pero al final saltó el morbo. La noticia estaba en la propia sede del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid, donde a partir de las ocho y media empezaban a llegar los miembros de la ejecutiva federal. Entre ellos, Chacón y Rubalcaba.

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Habían sido convocados a una “cena privada sin ningún tipo de contenido político” por el actual secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, que quería despedirse de ellos porque el año pasado, tras el batacazo del 20-N, había pocos ánimos para celebrar la habitual cena navideña. Y, sobre todo, porque está de retirada, ya que en la capital andaluza, en el congreso que empieza el viernes, se dirigirá por última vez a su partido.

Cuando a media tarde trascendió que iba a celebrarse esta reunión, fuentes oficiales del partido se apresuraron a precisar que la cita estaba montada desde hacía dos semanas y que Zapatero la convocó con el único propósito de despedirse personalmente de los 32 dirigentes que han formado parte del máximo órgano del partido.

El diputado José Andrés Torres Mora y la exministra Carme Chacón, entrando en la sede socialista de Ferraz (Madrid).
El diputado José Andrés Torres Mora y la exministra Carme Chacón, entrando en la sede socialista de Ferraz (Madrid).ULY MARTÍN

Insistieron en que no habría contenido político. Sin embargo, otras fuentes de Ferraz no descartaban que se acabara hablando del congreso de Sevilla.

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Rubalcaba, esta noche a su llegada a la cena de despedida de Zapatero.
Rubalcaba, esta noche a su llegada a la cena de despedida de Zapatero.KIKO HUSCA (EFE)

Marcelino Iglesias, secretario de Organización, uno de los primeros en llegar a Ferraz, confirmó que era una cena de despedida de la ejecutiva después de tres años y medio de trabajo “muy intenso” en una etapa “muy complicada”. Pero pronto admitió que, por tanto, iba a ser imposible evitar la política. “Vamos a hablar de todo, pero sin ningún orden del día; de manera amigable y sin guion preestablecido. No sé si hablaremos del congreso, pero nuestra idea es hablar de manera distendida”, añadió. Ante tanta insistencia, prosiguió: “Saben que estamos en una competición, tenemos un congreso en unos días, pero creo que es muy positivo que una ejecutiva nos veamos y nos despidamos”.

El secretario general del PSOE , José Luis Rodríguez Zapatero, a su llegada esta noche a la sede del PSOE en la calle de Ferraz, de Madrid.
El secretario general del PSOE , José Luis Rodríguez Zapatero, a su llegada esta noche a la sede del PSOE en la calle de Ferraz, de Madrid.KIKO HUSCA (EFE)

José Blanco, vicesecretario general, insistió en que esta cita tenía que ver con que en las pasadas Navidades no habían podido reunirse, y además es habitual celebrar una cena antes de un congreso. Reveló que cuando se lo planteó a Zapatero, unos y otros consultaron las agendas y se convino que ayer era el mejor día.

Eduardo Madina llegó sonriente, dando por supuesto que iba a ser partícipe de “un buen ambiente”. “Sabíamos desde hace tiempo que los dos candidatos iban a estar compitiendo, pero hemos tenido otras ejecutivas y el ambiente ha sido distendido. Este proceso se caracteriza por las buenas maneras”, dijo rotundo.

Chacón llegó a las 21.15: “Venimos felices y de cena, una cena distendida y de homenaje personal a José Luis”. Y un cuarto de hora después Rubalcaba entraba en el aparcamiento de la sede conduciendo su coche. No se paró a hablar. Los siguientes fueron Jesús Caldera, José Antonio Alonso, José María Barreda (andando) y el convocante, Zapatero, en coche y sin detenerse.

Según relató pasadas las doce de la noche uno de los comensales, los candidatos no intervinieron. Sí lo hicieron Zapatero y Manuel Chaves. El secretario general tuvo palabras emotivas de agradecimiento para su equipo de dirección, y Chaves de agradecimiento a Zapatero. Aseguran que ni uno ni otro hablaron del congreso.

Chacón salió sonriente. “Ha estado muy bien y ha sido muy divertida”, comentó la candidata a este diario.

El vino blanco, gallego, lo eligió José Blanco; el tinto, de Aragón, Marcelino Iglesias. Y López Aguilar puso la guitarra.

Ibarra también votaría a Rubalcaba

El sábado fue Felipe González; ayer, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. El expresidente extremeño, nada partidario de que el PSOE celebrara con tanta celeridad un congreso para elegir a un nuevo líder tras el batacazo del 20-N, no duda en dar su apoyo rotundo a Alfredo Pérez Rubalcaba. Dice que lo hace por cuestiones de “decencia personal”, y asegura que si fuera delegado en el cónclave que el PSOE celebrará en Sevilla el próximo fin de semana, le votaría porque no le parece correcto “dejar a alguien tirado”.

En una entrevista en la cadena SER, Ibarra plantea que si hace tres meses Rubalcaba era “el líder indiscutible”, no puede ser que un mes después “esté recorriendo las federaciones pidiéndole el voto a aquellos que durante la campaña electoral le aclamaban como líder”.

A Ibarra, las elecciones primarias le dan “repelús”. Y, en la misma línea, le “aterra” “la democracia directa y real de la forma que se está practicando” en este 38º congreso. Y, aunque él sí tiene claro que Rubalcaba debería ser el nuevo líder, admite que el resultado de este congreso es incierto, como lo fueron otros. De hecho, en el que salió elegido José Luis Rodríguez Zapatero, la federación extremeña, en principio, iba a votar mayoritariamente a Matilde Fernández, pero finalmente, como revela ahora el propio Ibarra, muchos delegados cambiaron de opinión.

Rubalcaba se tomó ayer la jornada de descanso. Se limitó a enviar una carta a cada uno de los 956 delegados en la que les propone la modernización y fortalecimiento de las estructuras internas y los procedimientos del partido, “para ser más útiles y eficaces” y “hacer así lo que mejor sabemos hacer: dar respuestas a problemas nuevos, sin renunciar a nuestras señas de identidad”.

La otra candidatura que compite por el liderazgo del PSOE hizo campaña en Zaragoza. Carme Chacón pidió a los delegados, militantes y simpatizantes aragoneses que le ayuden a abrir “un tiempo nuevo para una sociedad nueva”. La exministra dijo que está dispuesta a abrir “puertas y ventanas” para obtener más participación y ampliar la base del partido. Y mostró sus objetivos: rearmar ideológicamente al PSOE ante la derecha, abrirlo, conseguir el apoyo de los colectivos que saben que la respuesta a sus problemas no está en el PP, hacer lo que se dice y rendir cuentas.

En línea con esta renovación, también ella hizo una confesión: cuando fue delegada y tuvo que elegir, votó a José Luis Rodríguez Zapatero y a José Borrell, y de haber estado en Suresnes, habría votado por Felipe González. Lo que le permitió concluir: “Cada vez que este partido ha apostado por el futuro, ha acertado”.

Tras los resultados del 20-N, la idea de la renovación se ha instalado en casi todos los dirigentes socialistas. El lehendakari, Patxi López, que estuvo el sábado, junto a Felipe González, arropando a Rubalcaba, publicó ayer un artículo en su blog en el que anima a “refundar con nuevo aliento el proyecto socialista”, así como a abrir el partido a nuevas fuerzas progresistas. “Debemos dar cabida a todas las voluntades que quieran participar con nosotros en el proyecto socialista de la nueva modernidad”, afirma.

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