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Felipe González: “Alfredo, creo en ti, mi compromiso es contigo”

El expresidente arropa a Rubalcaba en la recta final de la pugna socialista

Anabel Díez
Alfredo Pérez Rubalcaba se dirige a Felipe González en presencia de Patxi López.
Alfredo Pérez Rubalcaba se dirige a Felipe González en presencia de Patxi López.ULY MARTÍN

Con la máxima naturalidad, Felipe González dejó claro ante los militantes socialistas que su candidato a ocupar el puesto que él tuvo durante más de veinte años al frente del PSOE es Alfredo Pérez Rubalcaba. González dejó clara su preferencia a mediodía de ayer, una semana antes de que, a la misma hora, empiece en Sevilla la votación para que los 956 delegados al 38º congreso del PSOE se dirijan con un sobre cerrado hacia la urna de votación del nuevo secretario general del partido.

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El expresidente ha aguardado a la recta final de la campaña para decir en alto quién es su candidato porque no quiere que se interpreten sus silencios, sino sus palabras. “Quiero mucho a Carme Chacón, pero no hablamos de afectos ni de inclinaciones”, explicó. Se habla de política y del PSOE como instrumento de representación y defensa de “millones de ciudadanos” que necesitan una respuesta “socialdemócrata adaptada a los tiempos”.

“Alfredo, cuando decidiste ir a la campaña electoral, sabiendo que íbamos a la derrota, me comprometí contigo e hice más campaña que cuando yo era el candidato. Yo creo en ti, antes, durante y después de la campaña, y por eso te apoyo con convicción”, explicó el expresidente en una reunión “intergeneracional” de socialistas, celebrada en el Invernadero de la Arganzuela de Madrid. El acto lo presentó la consejera andaluza Micaela Navarro. Y con ellos, el lehendakari Patxi López y la joven diputada murciana y responsable federal de Nuevas Tecnologías, María González Veracruz. En todos los oradores, pero sobre todo en Felipe González, se apreció cierta prisa en pasar cuanto antes la página del congreso del partido. “Os propongo que en los cambios de estatutos figure un artículo por el que se prohíbe hablar de cuestiones internas, salvo una vez al año; el resto, obligatorio solo para hablar de los problemas de los ciudadanos”, recomendó González. A este respecto incluso fue descarnado: “Debemos pasar cuanto antes la página de reparto del residuo de poder que nos queda; del reparto del corralito, para volver a ser determinantes”.

Otros congresos

Patxi López: “Tenemos que hacer lo que hizo Felipe González en el congreso de Suresnes: conectar con la sociedad; y ahora tenemos que conectar con 11 millones de progresistas que antes nos votaron”.

María González Veracruz: “Queremos que nos lidere Alfredo, que llevará adelante cambios inteligentes, seguros y con demostrada solvencia, pensando en el futuro”.

Felipe González: “No podemos mirarnos el ombligo y ocuparnos del reparto del corralito de poder, sino de volver a ser alternativa. Quiero una izquierda que gobierne el presente; todos a una, todos en la misma dirección”.

Rubalcaba: “El PP, como no triunfa en la economía, va a meter mucha ideología; ya hemos visto al ministro centrista (Gallardón) perfectamente descentrado”.

Esa apreciación de González impregna el discurso de Rubalcaba desde que anunció el 29 de diciembre su decisión de aspirar a la secretaría general del PSOE: “Volver a ser un partido de mayorías”. Y ahora no lo es porque millones de ciudadanos progresistas les han dado la espalda.

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La recuperación de un discurso y un proyecto de gobierno forman parte del grueso del proyecto de Rubalcaba en su campaña por liderar el PSOE. “En este congreso tenemos que ser capaces, como hizo Felipe González en el de 1980, de convertirnos en un partido de mayorías, muy solvente”. Y, por tanto, huir de la tendencia de algunos partidos de izquierda de colocarse en posiciones que les alejan “de esas mayorías” que llevan a un partido al poder. “Nosotros lo vamos a hacer, desde el primer día vamos a estar al pie del cañón con un proyecto distinto al del PP para salir de la crisis”, dijo Rubalcaba. Y lo hay, según González, Patxi López y el propio Rubalcaba.

La canciller alemana Angela Merckel se llevó las principales diatribas de los socialistas españoles al considerar que sus políticas de “ajuste” no son las adecuadas.

No hubo referencias claras ni directas a Carme Chacón. Acaso la de Rubalcaba a que el cambio que propugna “no es un eslogan”, y es lo contrario “al cambio vacío”. “El cambio es servir a los ciudadanos, a los millones que nos necesitan de verdad”.

Fuera les están esperando, también dijo Patxi López: “Hoy somos más necesarios que nunca”. El discurso de López fue emotivo y fuerte en los conceptos ideológicos. Ayer se volvió a escuchar en los corrillos de quienes fueron a apoyar a Rubalcaba que López forma parte del futuro del PSOE.

El tercer grado del expresidente al exministro

Si Felipe González había pretendido que solo saliera a la luz lo evidente, lo que se veía, es decir, su apoyo sin ambages a Alfredo Pérez Rubalcaba, no lo consiguió. También trascendió su influencia en la decisión de su exministro para que diera el paso y se presentara como aspirante a liderar el PSOE.

“Felipe, no has contado que estuve en tu casa y me sometiste a un tercer grado de cuatro horas... y te hice caso; y te dije: me debes una”. Esta revelación la hizo Rubalcaba ante el auditorio de socialistas que acudió en su apoyo y, por tanto, encantados de que Felipe González hiciera lo imposible para disipar sus dudas sobre si debía o no dar el paso después de encabezar la derrota del pasado 20 de noviembre.

El acto de presentación de su candidatura lo hizo Rubalcaba el 29 de diciembre en la sede de UGT de Madrid, después de varios días de reflexión, reuniones y conversaciones con amigos y compañeros de partido. Una de las últimas conversaciones que mantuvo antes del anuncio fue con Felipe González, a la que él en esos días previos daba la máxima importancia. “Yo también asumo la derrota porque hice contigo más campaña que en toda mi vida”, dijo ayer González, quizá para extender la derrota a todo el colectivo, cargar con parte de la misma y disipar de la mente de los delegados que Rubalcaba encarna la debacle del PSOE y, por tanto, no sería la persona adecuada para dirigir el partido. Sí es la persona adecuada también para Patxi López, secretario general del PSE. “Los socialistas vascos sabemos de la fortaleza y generosidad de Alfredo en las dificultades. No nos has fallado nunca”, elogió el lehendakari. “Y ahora le tenemos que dar las gracias por asumir esta responsabilidad en momentos muy difíciles, en los que el partido necesita unidad”.

El compromiso de que sumará si gana el congreso lo reiteró Rubalcaba y no tanto por bondad sino porque sería “necio” desperdiciar la inteligencia. “Sumar, sumar y sumar”, dice que hará. Y el ejemplo de González le anima porque el expresidente —“el político español más importante del siglo XX”— se “pringó” en la campaña electoral, “sabiendo que iba a perder”. Y le hizo de telonero. “A mí, que no tengo su talla ni mucho menos; pero lo hizo por compromiso con sus ideas y su partido, y eso me lleva a mí a estar aquí”.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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