María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla-La Mancha, asegura que hay facturas pendientes por valor de 1.742 millones de euros. ¿Hace bien la dirigente del PP en dar difusión a tal agujero? ¿Puede afectar tal actitud a las finanzas y la credibilidad de la comunidad autónoma? ¿Cómo se puede interpretar la disparidad de cifras que esgrimen PP y PSOE?