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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Ni adelanto ni nuevos recortes

Zapatero ha querido ofrecer la imagen de un presidente saliente que quiere gobernar hasta el final

Luis R. Aizpeolea

José Luis Rodríguez Zapatero ha evitado hacer de su último discurso en un debate sobre el estado de la nación un balance de su mandato. Ha estado monopolizado en la crisis económica y el paro, los problemas más graves de los españoles, y en las medidas que está adoptando su Gobierno para afrontarlos. Y con ello ha querido ofrecer la imagen de un presidente saliente que quiere gobernar hasta el final. Del mismo modo que ha dejado claro que culminará las reformas pendientes para afrontar la crisis y, con ellas, su intención de agotar la legislatura hasta marzo.

Zapatero no ha hecho concesiones sobre la gravedad de la crisis al reconocer que la recuperación económica es lenta porque está lastrada por la débil demanda interna y las consecuencias de las incertidumbres financieras a escala global.

No ha sido un discurso de iniciativas. Ha planteado dos muy pegadas al terreno y previsibles: medidas para los que no pueden pagar la hipoteca y la fijación de un techo de gasto para las comunidades autónomas. Su discurso no ha sido, por tanto, un discurso de nuevos planes. Ya son conocidas las reformas pendientes y las ha vuelto a enumerar.

Su discurso ha puesto el acento en tratar de explicar su acción de gobierno frente a la crisis. Ha explicado su política de reformas; su política de consolidación fiscal y su esfuerzo por mantener, en la medida de lo posible, la cohesión social. Al conjunto le ha faltado autocrítica. Y una cosa que ha dejado clara es que no habrá nuevos recortes de aquí al final de su mandato.

No ha querido dejar fuera del debate al 15-M y ha exteriorizado su conocida opinión de que este movimiento reivindica el valor de la política, en su línea de luces, y tiene serias carencias en sus propuestas económicas, en su línea de sombras. El 15-M se encuentra con un Zapatero convencido de que está haciendo contra la crisis económica y el paro será mejorable pero es lo que tiene que hacer.

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