Seis años de cárcel para un “luchador” del ISIS encargado de la “guerra de Facebook y Twitter”
La Audiencia Nacional considera que Abdalá Lachiri jugaba un "papel relevante" en la propaganda del grupo terrorista
Abdalá Lachiri jugaba un "papel relevante y principal" en el aparato de propaganda del autodenominado Estado Islámico. "Constituía una prolongación de la organización terrorista", sentencian sobre este hombre de 42 años, afincado en Valencia, los tres jueces de la Audiencia Nacional que acaban de condenarlo a seis años de cárcel por un delito de colaboración con el grupo armado. Según la resolución de los magistrados, el acusado había formado una "célula local autónoma bajo los dictados" del ISIS en la localidad española, había difundido sus postulados y se erigía ya como un "referente" para captar "simpatizantes y adeptos" a través de las redes sociales. En palabras del propio tribunal, Lachiri era un "luchador-activista" inmerso en la "yihad de la palabra" y en la "guerra de Facebook y Twitter", como la denominan los propios yihadistas.
Con esposa y cuatro hijos, el condenado aterrizó en España a principios de la década pasada. De nacionalidad marroquí, se afincó en la capital de la Comunitat Valenciana, donde regentaba un locutorio y una tienda de ropa y bisutería. Desde allí —tras "un profundo y larvado proceso de radicalización", afirman los jueces— comenzó su actividad terrorista. Empezó a difundir vídeos, textos e imágenes favorables al Estado Islámico a través de, al menos, 13 perfiles donde llegó a sumar más de 22.500 seguidores y amigos. Mantenía comunicación con un elevado número de combatientes integrados en las filas del ISIS y desplazados hasta las zonas de conflicto. Y también, según consta en la sentencia, aprovechaba su actividad en internet para "ojear potenciales candidatos" para reclutarlos posteriormente.
"El fenómeno del Estado islámico es sino y destino", escribió, por ejemplo, Lachiri en las redes. En ellas "expuso abiertamente su lealtad al califa y al califato", recalcan los jueces sobre este hombre, al que sus interlocutores trataban de "sheik" [jeque o viejo sabio]. Detenido en junio de 2016, él negó todas las acusaciones durante el juicio. Aseguró que era musulmán, pero que está "contra todas las ramas". Pero el tribunal rechazó esta argumentación. Los magistrados destacan que la gran cantidad de mensajes que publicó —como "la yihad de la palabra no es menos que la yihad de las balas"— y el material incautado demuestran que "venía desarrollando de manera sostenida en el tiempo la estrategia y las aciones terroristas del Daesh a través de aciones de propaganda, selección y reclutamiento de futuros adeptos".
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