_
_
_
_
_

El helicóptero contactó por radio media hora antes del accidente

Los tripulantes no informaron de ninguna anomalía en su última comunicación

Miguel González

El helicóptero Súper Puma del Ejército del Aire que se estrelló el pasado 22 de octubre frente a las costas del Sáhara Occidental conectó por radio un cuarto de hora después de despegar de Nuadibú (Mauritania) y alrededor de media hora antes de estrellarse en el mar, según fuentes conocedoras de la investigación. En esa última comunicación, el piloto no informó de ninguna novedad, por lo que el vuelo debía desarrollarse con arreglo a lo previsto. Los expertos deducen que el helicóptero debía volar a gran altura —su techo está a 7.200 metros— para no perder la conexión por radio. El Súper Puma entró a partir de ese momento en una zona que ya no tenía cobertura de radio ni de radar.

Más información
El trágico destino del sargento Ojeda
Hallados los cadáveres de los tres militares en el helicóptero hundido
Defensa mueve grandes redes para recuperar la cabina del helicóptero
Hallada la cabina del helicóptero que cayó en el Atlántico

Tras haber sido rescatados los cuerpos de los tres militares, que el domingo se entregaron a sus familias al término del funeral celebrado en la base de Gando (Las Palmas), la investigación está pendiente de la recuperación de la cabina, a unos 40 metros de profundidad. Aunque el buque Olympic Zeus, fletado por Fomento, permanece en la zona, no se espera que el izado del aparato pueda ejecutarse antes del miércoles debido al mal tiempo.

Defensa ha informado de que el capitán José Morales tenía 2.200 horas de vuelo de helicóptero y el teniente Saúl López Quesada, 450. Aunque no ha especificado cuántas corresponden al modelo Súper Puma y al último año, se trataba de pilotos cualificados, que en las últimas dos semanas se dedicaron a adiestrar en operaciones de rescate a militares senegaleses. También el sargento Johnander Ojeda era un mecánico experimentado, único superviviente del accidente que otro Súper Puma sufrió en marzo de 2014. Pese a la coincidencia del modelo, no parece haber muchos paralelismos entre ambos siniestros: aquel se produjo en unas maniobras nocturnas con un buque y este en un vuelo de tránsito. Las conclusiones de la investigación del accidente de 2014, que no se han hecho públicas, descartaron un fallo técnico, según Defensa.

 El helicóptero que se estrelló el pasado día 22 tenía 8.239 horas de vuelo, para un máximo de 20.000, y estaba al día en su mantenimiento, según el ministro Pedro Morenés. El pasado 29 de marzo recibió su último certificado militar de aeronavegabilidad y había superado todas las revisiones: la que se realiza cada 500 horas de vuelo, el 31 de marzo, y la de las 250, el 1 de octubre.

Se intentará aclarar si el combustible que repostó en Nuadibú podía estar adulterado; pero, aunque así fuera, es difícil que ello provocara un fallo catastrófico, según los expertos. Incluso con una parada de las dos turbinas, podría haber entrado en autorrotación, una maniobra de emergencia que permite amortiguar el impacto. No se hizo. O no dio resultado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los expertos apuntan a una un rotura del rotor, o del eje de transmisión, como posible explicación. Las condiciones meteorológicas no eran especialmente adversas. Habrá que esperar a que avance la investigación, aunque esta será complicada, sin caja negra y sin comunicaciones en los últimos minutos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_