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Las guerras de Munar

La exlíder de UM batalla en los medios y ante los tribunales tras su primera condena a cinco años de cárcel

María Antonia Munar entra en los juzgados de palma para declarar por el 'caso maquillaje'.
María Antonia Munar entra en los juzgados de palma para declarar por el 'caso maquillaje'.TOLO RAMON

La guerra continúa para María Antònia Munar tras su primera condena por corrupción a cinco años y medio de cárcel, dictada por la Audiencia de Palma por el caso maquillaje. La exlíder de Unió Mallorquina (UM) mueve los hilos para su defensa en los tribunales y, sobre todo, maniobra en el foro público. Lanza proclamas y excita su red de influencia. Se declaró víctima de una “sentencia política” tras un “juicio “político” y dos años de “juicio mediático”.

El primer caso juzgado alude a un episodio de corrupción relacionado con un medio de comunicación: la compra con dinero negro de UM de una productora de televisión local —para obtener una licencia de TDT— y después subvencionar con dinero público su propio medio. Una operación política, dice el tribunal, que siguió la tesis del fiscal Juan Carrau.

Munar, que es licenciada en Derecho y empresaria, recurrirá ante el Tribunal Supremo. Mientras tanto, no para de hacer ruido. En 30 años de poder en Mallorca, mantiene cómplices y afines notables. Entre todos intentan ayudarla y cuestionar el proceso judicial que ha vivido. La táctica es evidente por su eco en medios tradicionales y digitales, en páginas de Internet y canales de TDT, algunos en apariencia marginales y otros abiertamente radicales. Además, en Youtube la maquinaria pro-Munar ha lanzado desde el anonimato, antes y después del juicio, vídeos de ataque al adversario muy elaborados que posteriormente han enlazado sus páginas adictas. Un blanco claro de estas invectivas son los arrepentidos y testigos de cargo contra UM de la Fiscalía Anticorrupción, pero también han sido atacados los jueces y fiscales.

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Munar, seducida siempre por las cámaras y los titulares, intenta difuminar las negras perspectivas que tiene en ese y otros cuatro casos pendientes de juicio. Los tentáculos de la veterana dirigente llegaron a entrar en la sala del juicio. Tuvo un aliado en el estrado de la acusación popular, la entidad Democracia y Justicia (DyJ). Esta reclamó en el juicio la exculpación de Munar y la de su directora de comunicación, Marga Sotomayor, condenada también a cinco años de cárcel, pero, por el contrario, DyJ solicitó las mayores penas para quienes no estaban a su lado, los arrepentidos o colaboradores.

Ese submarino de DyJ, expresión utilizada por un fiscal, lo creó un exlíder de la Asociación Unificada de la Guardia Civil, Joan Miquel Perpinyà. El antiguo miembro del instituto armado es también el autor de un reciente libro favorable a Munar sobre la corrupción y ha sido contratado como director del multimedia Canal 4tv y Ciutat.es, empresas del inmobiliario Jacinto Farrús. Este empresario amigo de Munar, y de Jaume Matas, fue detenido y está imputado en causas que aluden a las tramas de UM, del que fue patrocinador.

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Otro digital local, Mallorcadiario.com, pasó antes del juicio a ser propiedad de Antoni Martorell, el anterior jefe de prensa de Munar, que también dirigió la televisión autonómica IB3, y testificó a favor de Munar. Martorell, exsocio de Farrús, ayudó a editar el libro pro-Munar de Perpinyà —en el juicio dijo literalmente "yo paginé el libro"— y alquiló locales a la empresa del esposo de Munar, Miquel Munar. Ese medio digital mallorquín narra la versión oficiosa de Munar. Además, las crónicas judiciales las escribió otra exjefa de prensa de UM, Xisca Jaume.

Los jueces que han condenado a Maria Antònia Munar —Eduardo Calderón, Diego Gómez-Reino y Mónica de la Serna— dejan constancia en la sentencia “de la actuación irregular, si no espuria, de la acusación popular” Democracia y Justicia. En la vista se aludió al cómic de El Jueves’ Historias de la puta Mili y al “sargento Arencibia” para describir la acción de esos acusadores tapados de Munar. Lo dijo José Zaforteza, letrado de Miquel Nadal, que narró a los jueces cómo Munar le dio 300.000 euros de UM para comprar una televisión para después subvencionarla. La condenada rechaza este episodio y lamenta que no haya sido considerado su relato que niega esa entrega, televisiva.

“Aunque fuere cierto que la acción popular se utiliza para satisfacer malquerencias personales”, asumen los jueces, no puede ser “censurada jurídicamente su actuación como manifiestamente abusiva y torticera” para no vulnerar el proceso. Los abogados de los arrepentidos querían más que un reproche hacia DyJ.

Munar, a expensas de lo que decida el Tribunal Supremo, acumula cinco años de cárcel y nueve de inhabilitación, por los delitos de malversación de caudales públicos, fraude a la Administración, negociaciones prohibidas, falsedad y prevaricación en el desvío de dos subvenciones de 240.000 euros del Consell de Mallorca que presidió entre 2003 y 2007. Estuvo al frente del Consell tres legislaturas (1995-2007), con el PP y el PSOE indistintamente.

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