La crisis refuerza los lazos con los países bálticos y exyugoslavos
Exteriores constata el apoyo a la tesis del Ejecutivo en Cataluña
La injerencia de hackers rusos en la crisis que se vive en Cataluña ha permitido a los servicios diplomáticos españoles reforzar los lazos con los Gobiernos de las repúblicas bálticas y de los países nacidos tras la desintegración de Yugoslavia. Tan es así, que han sido precisamente los representantes de estos Estados en la Unión Europea los que han logrado introducir este asunto como tercer punto del orden del día de la reunión que celebrará el lunes la comisión de exteriores de la UE.
Esa gestión ha provocado gran satisfacción en La Moncloa, porque permitirá al ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, tomar la palabra para debatir con sus homólogos europeos una situación que juzga como grave.
Los Ejecutivos de las repúblicas bálticas y exyugoslvas han asumido las tesis de Mariano Rajoy sobre Cataluña —sin dar pábulo al posible reconocimiento de la declaración unilateral de independencia de Cataluña—, entre otras cosas porque mantienen una gran sensibilidad hacia la intervención exterior de Rusia, según explican fuentes próximas al Gobierno.
Todos los países que estuvieron bajo la influencia de la Unión Soviética observaron con más que recelos la anexión de Crimea por Rusia. Fuentes del Parlamento Europeo aseguran que sus contrapartes de estos Estados pronto identificaron la injerencia de los hackers rusos en Cataluña porque ya la habían sufrido antes en sus asuntos internos. En consecuencia, la disponibilidad de sus representantes para buscar soluciones ha sido máxima.
Para que eso ocurra ha sido fundamental tanto el papel jugador por la diplomacia española como el que ha desempeñado Estaban González Pons, portavoz del PP en el Europarlamento y vicepresidente del grupo popular europeo, que ha mantenido una intensa agenda de contactos internacionales.
