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Israel: “España es un único Estado y los problemas de estos días son internos”

El presidente israelí distingue entre las críticas legítimas a su país y el boicot como el que le practican Podemos y ERC en las Cortes españolas

Javier Casqueiro
 Mariano Rajoy con el presidente israelí, Reuven Rivlin, durante su encuentro en la Moncloa.
Mariano Rajoy con el presidente israelí, Reuven Rivlin, durante su encuentro en la Moncloa. Uly Martín

"España es un Estado para nosotros, una única entidad estatal soberana, y todos los problemas con los que está lidiando estos días son internos". El presidente de Israel, el veterano Reuven Rivlin, quiso volver a aludir así este martes al conflicto que se vive en España con respecto a Cataluña para subrayar de nuevo, en este caso ante las Cortes reunidas en el Senado, la firme decisión de su país de mantener la actual buena colaboración y cooperación en todos los ámbitos. Rivlin aprovechó para distinguir, en su discurso, entre criticar algunas actuaciones más o menos polémicas de Israel, sobre todo las relacionadas con los asentamientos y Palestina, y los boicots más generalizados. Y lo hizo justo después de que los senadores y diputados de Podemos y ERC hicieran gala de no querer asistir a la sesión solemne con la que se le agasajó en la cámara Alta para cuestionar, entre otras cosas, los encarcelamientos de 300 niños en cárceles israelíes.

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La noche del lunes el presidente de Israel introdujo, nada más comenzar su intervención en la cena de Estado en el Palacio Real ante los reyes y miembros del Gobierno de Mariano Rajoy, una adenda en la que certificó que España es un único país y Felipe VI el símbolo de esa unidad. En el Senado, ante diputados y senadores, el presidente Rivlin elaboró todo un mensaje sobre las históricas y algunas veces conflictivas relaciones entre ambos países, especialmente tras la expulsión de los judíos en 1492, pero también con emocionados recuerdos personales y colectivos hacia los legados comunes.

Sobre Cataluña, el mandatario israelí agregó: "Nuestra relaciones con todos los ciudadanos de España son muy apreciadas y rezamos para que el presente desafío se resuelva a través del entendimiento". Y abogó porque la actual crisis se resuelva apelando a los valores de "tolerancia y paz" y "sin renunciar a los principios de la democracia liberal".

Las ideas inequívocas que expresó Rivlin estos días de visita de Estado en España, que ejerce como presidente de Israel, han suplido para el Gobierno español las primeras posiciones tibias y muy neutrales del ejecutivo de su país sobre Cataluña. El presidente israelí acompasó esa intervención sobre la unidad de España a continuación con una valoración del comportamiento del Gobierno y la sociedad española tras los atentados terroristas sufridos en su día en Atocha y este pasado verano en las Ramblas y Cambrils. Rivlin destacó así que la reacción española no renunciara en ninguno de esos casos a mantener el Estado de Derecho y los derechos civiles de todos los ciudadanos "sin dejarse llevar por la histeria".

El dirigente israelí aprovechó para subrayar que su país lleva 70 años sufriendo atentados y guerras e intentando hacer compatible el difícil equilibrio entre la seguridad, los derechos ciudadanos y la lucha contra el terrorismo. Rivlin glosó así que España se ha significado por su rechazo a los boicots contra Israel y a favor de sus políticas de colaboración y fue ahí cuando reclamó una diferencia entre criticar posibles actuaciones de su país y la desligitimación global de todo su modelo, del que presumió que lleva 150 años bajo la tragedia de ese tipo de rechazos e intentando que vivan bajo el mismo habitat las culturas, religiones y costumbres tan diversas y heterogéneas como la judía, la musulmana o islamista y la cristiana.

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Esas llamadas a la convivencia y a la teórica reanudación del proceso de paz entre Israel y Palestina, ahora suspendido y que se inició con la Conferencia de Madrid en 1991, no fueron suficientes para que los diputados y senadores de Podemos y ERC quisieran participar este martes en la sesión conjunta y solemne ofrecida a Rivlin en el antiguo salón de plenos de la cámara Alta. El portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, sí acudió antes a la sala oficial preparada para los saludos pero para intentar entregar una carta al presidente israelí en la que denunciaba la violencia cometida contra los niños palestinos y su encarcelamiento.

Ramón Espinar llevaba puesta una camiseta blanca con un dibujo de concertinas y la leyenda "no es forma de tratar a un niño". Podemos intentó evidenciar así que Israel mantiene en "detención administrativa" al menor Nour Kayed Faiq Issa, de 16 años de edad y residente en Anata (Jerusalén Oriental), desde el 13 de abril de 2017 y que, según sus cifras, otros 300 menores palestinos están en prisiones israelíes.

El presidente de Israel ha llegado al Senado sobre las 12.00 horas arropado por un importante dispositivo de seguridad y una decena de coches. En la plaza de la Marina Española le esperaba un grupo de 20 manifestantes, formado en su mayor parte por senadores de Podemos, que con banderas palestinas le gritaron "¡vergüenza!" y "¡abajo el sionismo!".

El presidente del Senado, Pío García Escudero, fue el encargado de abrir la sesión con un discurso muy receptivo, en el que repasó los puntos álgidos en los 32 años de relaciones diplomáticas entre ambas naciones, presumió de que España es una de las democracias más avanzadas y descentralizadas del mundo, que combina de forma fructífera la democracia y la autonomía de sus regiones y que ve a Israel como un modelo de país emprendedor.

Rivlin demostró en su intervención un dominio erudito de "España como concepto" y las históricas conexiones entre la cultura española y judía y, sobre todo, de El Quijote de Miguel de Cervantes. El presidente israelí contó que en su país hay hasta 22 ediciones en hebreo de esa obra cumbre de la literatura española, que se publican nuevas versiones cada seis años y que la locura del personaje principal es vista allí como la propia de "los grandes soñadores y guerreros que quieren traer la salvación al mundo" que se ocupa de lanzar un llamamiento "a la justicia, la paz y el derecho" para todo el mundo.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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