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Susana Díaz: “Somos socialistas, nunca fuimos nacionalistas”

El PSOE andaluz rinde en su congreso homenaje a Guerra y a sus expresidentes

Susana Díaz, junto al los expresidentes de la Junta José Antonio Griñán (i) y Manuel Chaves (d) y el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra (2i).Foto: atlas | Vídeo: PACO PUENTES | ATLAS
Raúl Limón

Susana Díaz, que será reelegida este domingo secretaria general de los socialistas andaluces, ha exhibido hoy en el congreso regional fortaleza orgánica y tesón en la defensa de sus ideas. Ante la pretensión federal de dibujar un país “plurinacional”, Díaz se ha desmarcado claramente del nacionalismo y defendido su concepto de federación unida, cohesionada, igualitaria y colaborativa en la que, según dijo, “los socialistas de izquierda no anteponen las personas a los territorios”.

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La dirigente andaluza se desmarcó de forma nítida del nacionalismo y aprovechó para arremeter contra el desafío soberanista catalán al recordar que el pueblo andaluz “siempre consiguió sus derechos constitucionalmente” relación con el referéndum ilegal previsto para el 1 de octubre. Díaz reivindicó una y otra vez la igualdad entre los españoles y los territorios como el “oxígeno de la política”.

La defensa de su posición en la cuestión territorial llegó hasta el debate de la ponencia marco, donde los pocos representantes de la corriente de Pedro Sánchez (31 de 481 delegados) no consiguieron incluir el término “plurinacional” en ninguna de las propuestas de la ponencia marco andaluza. De esta forma, las resoluciones del 39 congreso federal no se han trasladado a la asamblea regional, que insiste en defender la Declaración de Granada de 2013 (que defiende la reforma constitucional para avanzar hacia un modelo federal) como único marco de consenso en el debate territorial.

Un representante del sector crítico lamentó que esta actitud rompe la “unidad de discurso” del partido, del que los socialistas andaluces forman parte. Para la dirección actual de Susana Díaz, este planteamiento no es una ruptura ni un desafío sino la consecuencia de la libertad de pensamiento.

Durante la defensa de su gestión, la presidenta andaluza se amparó en el espíritu del 4 de Diciembre y del 28-F (la movilización general de los andaluces y el referéndum que llevó a Andalucía a una autonomía plena en la Transición) así como en los 40 años de la federación socialista. Con ese marco histórico, defendió ante el congreso socialista la igualdad como elemento central de las políticas de su formación y de la acción de gobierno de sus antecesores.

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Ante responsables de otras federaciones socialistas y, en especial, de Rodi Carrasco, del PSC, Díaz afirmó que “en el PSOE no sobra nadie y hacen falta todas las manos”. Y aludiendo al problema de la amenaza secesionista catalana, a las tensiones por establecer desigualdades entre los territorios y la intención de celebrar un referéndum ilegal el próximo 1 de octubre, la dirigente destacó que levantará la voz en defensa de Andalucía y en la “lucha por la igualdad de un pueblo que ganó sus derechos constitucionalmente, de abajo arriba”. “Los andaluces salimos a la calle a pedir lo que era nuestro y lo que era justo”, afirmó.

El momento de distanciamiento más claro con las tesis de Pedro Sánchez, a quien no nombró, llegó cuando se refirió al debate sobre la financiación. “Andalucía volverá a pedir lo que es justo. Somos socialistas y de izquierda y la izquierda ha puesto siempre a la gente por delante de los territorios y de las fronteras. Nunca fuimos nacionalistas”, sentenció Díaz.

La presidenta andaluza y secretaria general socialista, quien alardeó de pensar igual en sus dos condiciones, reivindicó que Andalucía pidió en las urnas, de forma legítima y legal, igualdad, “no ser más que nadie ni menos”. “La igualdad va a ser la bandera en el debate de la financiación y lo hago pensando en España. Defendemos el espacio común y la soberanía nacional. Queremos justicia, igualdad y trato equitativo con el resto de territorios de España”, afirmó.

En clave interna, Díaz defendió su gestión cuatro años después de haber sido elegida en Granada y aseguró que ha cumplido sus promesas de unir al partido y ganar elecciones.

Homenaje a Guerra y los expresidentes

El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra y los antecesores de Susana Díaz al frente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves, José Antonio Griñán y José Rodríguez de la Borbolla abrieron, en el congreso del PSOE-A, el camino a la que será reelegida mañana secretaria general de los socialistas andaluces en presencia del máximo dirigente federal y rival de Díaz en las pasadas primarias, Pedro Sánchez.

Díaz reivindicó la figura de Guerra a quien le atribuyó el primer congreso del PSOE en democracia y donde equiparó socialismo con libertad e igualdad.

En la semana en la que el exvicepresidente ha sido relevado de la presidencia de la fundación socialista Pablo Iglesias tras negarse a aceptar un cargo honorífico, Díaz manifestó que no importa el cargo que se ejerce sino el espacio que se ocupa en el corazón de los militantes.

También defendió Díaz a sus antecesores y el papel de los dirigentes socialistas el 28 de febrero de 1980, cuando Andalucía “pidió igualdad y no café para todos”. “Pedimos no ser más que nadie, pero tampoco íbamos a permitir ser menos que nadie, porque queríamos ser iguales que los demás”. Y recordó unas palabras de Guerra para ilustrar el pensamiento que los ha guiado en sus demandas políticas para Andalucía: “Que nadie tenga tanto para poner de rodillas a otros ni nadie se tenga que poner de rodillas ante nadie porque no lo tenga”.

El emotivo abrazo de Díaz a Guerra y a los expresidentes (Rafael Escuredo mandó un saludo a la asamblea y pidió disculpas por no haber podido asistir) ha sido especialmente significativo. Guerra fue el único de los históricos dirigentes que apoyó presencialmente en el cierre de campaña a Díaz y Chaves y Griñán se enfrentarán al juicio de la pieza política del caso de los ERE a final de año y no habían sido vistos juntos en los últimos años. Los tres han abierto el congreso con el público en pie y una cola de militantes históricos que querían saludarles.

La presidenta de la Junta de Andalucía despidió su discurso de ayer recordando a Guerra que “tiene un lugar en el socialismo moderno” y defendiendo el papel del exvicepresidente en la Transición. “Gracias siempre”, afirmó arropada por los aplausos de los delegados al congreso del PSOE andaluz.

El ‘sanchismo’ queda fuera de la dirección y del discurso

El nuevo secretario general, Pedro Sánchez, la renovación partido tras las primarias y hasta los representantes del sector afín al reelegido dirigente del PSOE han quedado fuera del primer día del congreso de los socialistas andaluces. La nueva dirección que se anunciará este domingo sigue encabezada por el secretario de Organización, Juan Cornejo, e incorpora más mujeres jóvenes. Pero el sanchismo no ha estado ni en el discurso.

Como si nada hubiera pasado, el PSOE andaluz mantiene los esquemas que ha seguido hasta ahora. Si Susana Díaz hubiera ganado las primarias, toda la estructura regional estaría ahora en pleno movimiento telúrico. Pero no ha sido así. De esta forma, Díaz mantiene su confianza plena en el actual secretario de Organización, Juan Cornejo, que ha conseguido mantener la unidad del partido y hacer frente a las dificultades sin dejar casi espacio a los críticos.

Díaz ha pedido la incorporación de más mujeres y jóvenes. En ese equipo han sonado los nombres de María Márquez, Ángeles Férriz y Beatriz Rubiño. De este equipo quedan fuera los sanchistas, pese a que hasta última hora estuvieron reclamando su integración en la ejecutiva. Sin embargo, al igual que los afines a Susana Díaz quedaron fuera de la dirección federal, la secretaria regional los ha excluido de su organización, con la que tendrá que afrontar en dos años elecciones autonómicas.

El malestar de los sanchistas, representados por una treintena de los 481 delegados, se hizo patente, aunque de forma poco eficaz, en el debate del informe de gestión, que salió aprobado por una mayoría de un 94,8%. Solo obtuvo 11 votos en contra y 14 abstenciones.

Este sector crítico, que reivindicó sin éxito su presencia en la direccón, pidió respeto para Pedro Sánchez y su proyecto, que no obtuvo ni una sola mención en el informe que presentó Díaz por la mañana.

También criticaron que Díaz hablara de victorias electorales pero evitara reconocer que se ha perdido militancia y apoyo electoral durante su mandato.

Díaz abogó por tratar con respeto a “todo el mundo” y a todas las ideas y por asegurar la unidad del partido para ganar las próximas elecciones.

El congreso también rechazó la enmienda sanchista para rebajar los avales de las candidaturas al 3% del censo, como se ha establecido a nivel federal. En Andalucía, los candidatos en los congresos provinciales que están por venir tendrán que conseguir un 20% de los avales, como hasta ahora.

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Sobre la firma

Raúl Limón
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid y con formación en EEUU, es redactor de la sección de Ciencia. Colabora en televisión, ha escrito dos libros (uno de ellos Premio Lorca) y fue distinguido con el galardón a la Difusión en la Era Digital.

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