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El PP intenta desactivar la comisión de investigación sobre financiación ilegal

Los populares intentar diluirla en una subcomisión genérica del Congreso

El PP intenta desactivar la comisión de investigación sobre su financiación ilegal en el Congreso de los Diputados. Por el momento ha conseguido ganar tiempo a la espera de que avancen los procesos judiciales como el de Gürtel que se refieren a este asunto y, sobre todo, pretenden desviarlo hacia una subcomisión parlamentaria. La subcomisión estudiará de forma genérica las reformas legales para mejorar la regulación de la financiación de partidos, pero ni siquiera podrá ser creada antes del mes de febrero.

Mariano Rajoy con la dirección del Grupo Parlamentario del PP.
Mariano Rajoy con la dirección del Grupo Parlamentario del PP.Uly Martin
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La comisión de investigación sobre la financiación ilegal del PP fue incluida en el acuerdo que firmaron los populares con Ciudadanos el pasado mes de agosto para facilitar la investidura de Mariano Rajoy. Pero, casi desde mismo día de la firma, los populares han intentado descafeinarla en lo posible y diluirla en una general sobre financiación de todos los partidos.

De hecho, a día de hoy, la petición para constituir esa comisión de investigación no ha llegado siquiera al pleno y no lo hará antes del mes de febrero, como mínimo. En el empeño para diluirlo, el PP ha encontrado una pista perfecta en la comisión que ya se constituyó sobre corrupción. Esa comisión la preside el diputado de Ciudadanos Toni Cantó y tiene como nombre oficial “calidad democrática, contra la corrupción y de reformas institucionales y legales”. Su objeto es hacer propuestas para mejorar la ley y evitar casos de corrupción.

Cantó propuso que se creara dentro de ella una subcomisión para avanzar en asuntos concretos y el PP logró ralentizar su constitución con el argumento de que se había cumplido el cupo de grupos de trabajo de este tipo en el Congreso. Finalmente, ha aceptado su creación, pero no se votará hasta mediados del mes de febrero, cuando se celebre el primer pleno. Es decir, los populares han ganado ya dos meses vitales.

Bronca del portavoz

Además, el PP ha dado la batalla para que el primer asunto que trate sea el de la financiación de los partidos, pero no la suya, sino genérica. El PSOE inicialmente se opuso a incluir ese tema precisamente para que los populares no lo usaran como argumento para frenar la de investigación. De hecho, hace dos semanas el portavoz del PP, Rafael Hernando, mantuvo una agria discusión con Cantó para exigir que se empiece por el estudio la financiación de los partidos políticos.

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PSOE y Ciudadanos han aceptado, pero aseguran que mantienen su propósito de aprobar la comisión de investigación sobre la financiación del PP, al margen de la que preside Cantó.

El modelo de la subcomisión es más favorable para el PP porque no se refiere solo a su financiación, porque el formato es más bien el de comparecencia de expertos, porque su objetivo es hacer una propuesta de reforma legal y no averiguar hechos y porque ni siquiera es obligatorio comparecer en ella.

La de investigación se centraría en lo ocurrido en la sede de Génova y supondría la comparecencia de Mariano Rajoy, José María Aznar y otros dirigentes de PP y empresarios. Es decir, una situación que los populares quieren evitar a toda costa.

Además, la de investigación es siempre pública, mientras que la subcomisión puede ser a puerta cerrada. De hecho, Cantó pidió un informe al letrado sobre la posibilidad de que las comparecencias sean públicas y la discusión de las medidas, no.

Ritmo lento y actividad limitada en el Congreso

La Constitución establece que enero, julio y agosto son meses inhábiles en el Congreso. Sin embargo, en los últimos años había imperado la tesis de dar ejemplo de actividad parlamentaria y la Mesa aprobó siempre habilitar esos meses para celebrar plenos.

Esa tendencia se ha quebrado ahora y el mes de enero, salvo cambio no previsto, será inhábil. Es decir, no habrá pleno y solo de forma restringida se celebrarán comisiones, lo que limita la actividad al mínimo.

Ningún partido puso pega alguna a este calendario en la reunión de la junta de portavoces de diciembre. Además, esta falta de actividad se incrementa por la celebración de los congresos de PP, Podemos y Ciudadanos en enero y febrero. Una norma no escrita evita tradicionalmente que haya plenos la semana en la que algún partido celebra un congreso.

Habrá pleno la primera semana de febrero, pero porque es necesario convalidar el decreto de medidas económicas aprobado en diciembre. Pero no habrá la segunda semana por el congreso de PP y Ciudadanos y solo habrá en las dos últimas.

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