Los expresidentes de la Junta de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán, históricos dirigentes del PSOE, han presentado su baja voluntaria del partido a la espera de que se abra juicio oral por el caso de los ERE, el fraude con ayudas públicas a empresas en crisis investigado en los juzgados de Sevilla.
Tanto el PSOE como los afectados han confirmado esta decisión. Chaves ha afirmado que no ha esperado a la publicación del auto, sino que se ha adelantado en cuanto tuvo conocimiento de la decisión del magistrado de apoyo para esta causa en el Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla, Álvaro Martín.
El PSOE andaluz ha explicado que ninguno de los investigados tenía que presentar su renuncia a la militancia hasta la apertura efectiva de juicio oral, que será el siguiente paso procesal en este caso. En este sentido, la dirección socialista ha calificado de "generosa" la decisión de los expresidentes, ya que evitan la utilización política de su militancia durante la campaña electoral para el próximo 26 de junio.
Chaves mantiene que los Consejos de Gobierno que presidió nunca impulsaron, mantuvieron o aprobaron un decisión ilegal.
Del mismo modo, Griñán también sostiene que todas las decisiones aprobadas fueron ajustadas a la legalidad y niega que, como ha sostenido la primera juez instructora de la causa, Mercedes Alaya, se diseñara un plan para desviar fondos públicos mediante un sistema ilegal a través de las transferencias de financiación, un sistema previsto en la ley.
Tanto Chaves como Griñán dimitieron de sus escaños en el Congreso y el Senado tras haber sido llamados a declarar ante el Tribunal Supremo cuando este instruía la investigación dada la condición de aforados de ambos. Chaves y Griñán entregaron entonces sus actas de diputado y senador, y el caso regresó desde Madrid a Sevilla.
Chaves, histórico dirigente
La renuncia temporal deja al PSOE y a la federación andaluza, la más importante de este partido en España, sin unos de sus históricos militantes. Los socialistas andaluces son lo que son gracias a Manuel Chaves (Ceuta, 1945), quien ha sido presidente de la Junta y secretario general del partido durante 19 años en los que este veterano político mantuvo bajo control las pugnas internas de las distintas familias, ganó seis elecciones autonómicas y llegó a sumar más de 65.000 militantes en todas las poblaciones de la región.
La coexistencia de estas corrientes socialistas impidió a Chaves dejar la dirección del partido, del que ha llegado a ser presidente federal. Fue el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero quien permitió el relevo en Andalucía al nombrarlo vicepresidente de Política Territorial en 2009.
Griñán, el sucesor
Al frente del PSOE andaluz y la Junta le sustituyó José Antonio Griñán, de 69 años, otro hombre de partido que era en ese momento una de las personas de máxima confianza de Chaves, con quien compartía fines de semana.
Este inspector de trabajo y ministro de Sanidad desde 1992 a 1996, era consejero con su antecesor y le sucede como principal garantía para afrontar la crisis económica y la permanente coexistencia de luchas internas en el PSOE.
Su objetivo era cambiar al partido y renovarlo tras 30 años en el poder, desde el principio de la autonomía andaluza. Pero se interpuso la instrucción de Alaya en los ERE que, durante cinco años, ha estado marcando la agenda política de la comunidad.
Intentó abortar la utilización política del caso tomando la iniciativa de las denuncias en el juzgado desde la Junta de Andalucía, pero no le ha servido.