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El PP ganará las elecciones, según Aragón (nuestro Ohio)

Desde 1977, quien vence en las generales en las provincias aragonesas gana en el país

Elsa García de Blas
Mariano Rajoy, en un mitin en Zaragoza el pasado día 9.
Mariano Rajoy, en un mitin en Zaragoza el pasado día 9.Javier Cebollada (EFE)

España tiene su propio Ohio. De la misma forma que en las presidenciales de Estados Unidos, donde quien gana el estado de Ohio ha ganado históricamente la Casa Blanca, en España el partido vencedor en las provincias de Teruel, Zaragoza y Huesca en las elecciones generales ha coincidido durante toda la democracia con el que ha llegado a La Moncloa: Aragón es nuestro Ohio. La tesis la han desarrollado un grupo de once politólogos y sociólogos españoles, y tiene su explicación. Aragón reproduce una España en pequeñito, por su sistema de partidos y su composición territorial, así como por unas condiciones sociodemográficas similares a las de la media española. Según el Ohio español —y el CIS preelectoral— el PP ganará las elecciones el próximo día 20. Si llegará a La Moncloa ya depende de otros elementos (fundamentalmente, de los pactos).

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Aragón ha funcionado como un oráculo, como un predictor de lo que va a pasar el día de las elecciones, desde 1977. En los primeros comicios democráticos ganó la UCD en las tres provincias aragonesas y Adolfo Suárez revalidó la presidencia del Gobierno, como ocurrió también en 1979. Desde 1982 a 1993 fue el PSOE el que se impuso en Aragón, y quien ocupó La Moncloa (Felipe González); como desde 1996 al 2000 fue el PP, y gobernó José María Aznar, de 2004 a 2008 el PSOE y José Luis Rodríguez Zapatero y en 2011, las últimas generales, el PP, con Mariano Rajoy en el Gobierno. La regla no ha fallado nunca hasta la fecha, según la investigación de los politólogos del colectivo Piedras de Papel, que han publicado en un libro su tesis, Aragón es nuestro Ohio. Así votan los españoles (Malpaso ediciones), en el que desgranan además las tendencias de voto de los ciudadanos desde la Transición.

¿A qué se debe que Aragón haya operado hasta ahora como un excelente termómetro político? “Al observar su sistema de partidos y la configuración del sistema electoral en sus tres provincias, advertimos que Aragón es un reflejo de lo que pasa en el conjunto de España. Las Cortes aragonesas replican la pluralidad tanto en el plano ideológico como en el territorial del resto del país”, escriben en el libro.

El sistema de partidos es uno de los ejemplos de ese microcosmos que es Aragón. “Además de los partidos tradiciones de ámbito estatal (PP, PSOE, Izquierda Unida, Podemos y Ciudadanos desde 2015), cuenta con dos partidos que hacen del tema territorial su bandera: un partido regional de centro derecha, el Partido Aragonés, y uno nacionalista de izquierdas, la Chunta Aragonesista”, explica Lluis Orriols, doctor en Ciencia Política en la Universidad de Oxford y uno de los coautores del libro. “Ocurre que esos partidos nacionalistas, además, no son ni tan fuertes como en Cataluña, Canarias o País Vasco, ni tan débiles como lo son en Murcia, Extremadura o Madrid”, indica. Un perfecto término medio.

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La composición territorial y de sus circunscripciones es la otra clave. “Sus tres circunscripciones combinan una grande, donde terceros partidos podrían entrar en el reparto de escaños, y dos circunscripciones pequeñas, donde, hasta ahora, solo podían ganar representación PSOE y PP”, señala el politólogo. Aragón reparte 13 escaños, 7 por Zaragoza, tres por Huesca y tres por Teruel.

Los datos sociodemográficos de la comunidad son, además, similares a los de la media de España. La edad, por ejemplo, que de los zaragozanos es de media 43,9 años y en los españoles 42,1. En la fría Zaragoza se dice mucho que por todas esas condiciones la ciudad es banco de pruebas de todo tipo de productos, y que es una urbe “piloto”. Aunque ninguno de los zaragozanos consultados por este periódico habían formado parte de esos experimentos, todos habían oído hablar de ellos. Dos consultoras de consumo tampoco pudieron confirmar ese extremo a este diario. “No sé si es una leyenda urbana o no, pero lo he escuchado desde siempre”, señala en Zaragoza un taxista con aire de escepticismo.

Con estos precedentes, resulta interesante observar qué dicen las encuestas que va a ocurrir en Aragón, si es que va a predecir el resultado del día 20. Tomando los datos para Aragón del CIS preelectoral, el PP ganará las elecciones. Los populares sacarían seis escaños en la comunidad, el PSOE cuatro; Ciudadanos dos y Podemos uno. El instituto demoscópico no da, sin embargo, porcentaje de voto.

El líder de Podemos en Aragón, Pablo Echenique, originario de Rosario pero “más maño que argentino” tiene una teoría alternativa a la del CIS y basada, también, en la constatación de Aragón como el Ohio español. “Para Podemos, Aragón es un territorio especial. Aquí es donde obtuvimos el mejor resultado en las autonómicas, y nos quedamos a un 0,38% de porcentaje de voto de superar al PSOE y haber logrado yo mismo la presidencia de la comunidad”, relata.

El dirigente de Podemos subraya que el CIS también decía antes de las autonómicas que Podemos iba a sacar 9 diputados en Aragón y sacó 14, y que Ciudadanos obtendría 9 escaños y sacó 5. “Las encuestas se han equivocado mucho en Aragón. Yo, como físico, lo explico con esta metáfora: un estudiante de segundo de física puede explicar de forma relativamente sencilla la composición del agua con la ley de la termodinámica del siglo XIX. De la misma forma, puede explicar fácilmente la composición del vapor del agua. Pero explicar la ebullición, el paso del estado líquido al gaseoso, requiere herramientas más sofisticadas. Es lo que les sucede a los sociólogos, por mucho que le pongan empeño el momento político es de ebullición”. Con esos mimbres, Echenique aventura: “Si la ley de Ohio no falla, Pablo Iglesias va a ser el próximo presidente del Gobierno”.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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