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Promesas rotas a los desahuciados

Tenerife declara “non grata” a Bankia por no respetar los acuerdos con dos desalojados, pero su Consistorio tampoco paga un alquiler social prometido

Carmen Omaña abraza a una mujer después de saber que Bankia había paralizado su desahucio a cambio de la dación en pago.
Carmen Omaña abraza a una mujer después de saber que Bankia había paralizado su desahucio a cambio de la dación en pago. PEDRO PERIS

Ni Bankia cumple su parte con los desahuciados tinerfeños ni el Ayuntamiento de la ciudad canaria tampoco. Mientras que el banco no ha ofrecido la dación en pago, tal y como se había comprometido, a dos desalojados, el Consistorio no se ha hecho cargo de parte del alquiler social que prometió a otra mujer, también desahuciada.

Han pasado dos meses desde que Carmen Omaña, de 48 años y con dos hijas, volvió a su vivienda después de ser desahuciada por Bankia. Para esta venezolana residente en Canarias, lo vivido en las últimas semanas se parece mucho a un milagro. Tras permanecer más de 10 días en huelga de hambre a las puertas de Bankia, entidad con la que contrató la hipoteca de su vivienda, y gracias al apoyo de la Plataforma Stop Desahucios y a la presión del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, logró alcanzar un acuerdo con el banco para recuperar su casa con un alquiler social de 1.800 euros anuales, de los cuales solo tendría que abonar 50 euros. El resto, lo pagaría el Consistorio.

Sin embargo, dos meses después Carmen Omaña se encuentra, de nuevo, sumida en la incertidumbre, ya que el Ayuntamiento no se ha hecho cargo de los pagos y la mujer debe a la entidad los meses de diciembre y enero. “Es una pesadilla que nunca termina, porque tras tanto sufrimiento y tras haber regresado a mi casa debo dos meses de alquiler y no sé lo que puede pasar”, explica Omaña a este periódico.

El alcalde tinerfeño está dispuesto a abonar de su bolsillo el arrendamiento

Desde la Plataforma Stop Desahucios, su portavoz, Inma Évora, tampoco se explica por qué aún no se ha realizado el pago a Bankia, con lo que Omaña, tras todo su calvario, podría ser objeto de un desahucio exprés. “Al parecer hay un problema para que el Instituto Municipal de Atención Social le conceda la ayuda para poder dar garantías de pago al banco”, explica Évora

Sin embargo, el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez (Coalición Canaria) asegura que esos dos meses “no deben ser un problema para Bankia, porque la entidad sabe que el expediente administrativo tiene sus cauces y está en marcha”. Y si es un problema, está dispuesto a adelantar el dinero de su bolsillo si el banco no puede esperar una o dos semanas por el pago. “Dudo que una ayuda de 1.800 euros afecte a una entidad que ha sido rescatada con el dinero de todos los españoles”, dijo el alcalde tinerfeño.

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Y ha dado un paso más. José Manuel Bermúdez ha cumplido el ultimátum aprobado por unanimidad por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y ha declarado entidad “non grata” a Bankia por no respetar los acuerdos alcanzados con dos vecinos desahuciados y que aún permanecen acampados a las puertas de la sede del banco en la capital tinerfeña.

La entidad disponía de 10 días para ofrecer la dación en pago y un alquiler social a dos vecinos desalojados. Dicho plazo venció el pasado viernes, por lo que la amenaza ya se ha hecho efectiva. “Espero que lleguen a un acuerdo, pero el plazo que dio el pleno ya se cumplió, de manera que Bankia es non grata en el municipio”, indicó Bermúdez.

El regidor reconoce que la declaración de “non grata” no tiene efectos jurídicos, pero supone un “acto simbólico” que cuenta con el respaldo de la totalidad de los grupos políticos representados en el consistorio tinerfeño.

El acuerdo entre Bankia y el Ayuntamiento se alcanzó el pasado 9 de noviembre, después de que el alcalde ordenara retirar 1,5 millones de euros de la entidad tras no recibir respuesta a un requerimiento para que desde Bankia se diera solución a tres personas desahuciadas —entre ellas, Carmen Omaña— que permanecían en huelga de hambre a las puertas de la entidad. En dicho acuerdo, el banco dio el visto bueno para dos alquileres sociales y una dación en pago. Sin embargo, solo Omaña ha logrado recuperar su vivienda. Y todavía podría perderla.

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