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El vicepresidente del Poder Judicial da por hecho que el jueves sustituirá a Dívar

De Rosa: "Voy a trabajar durante mi mandato para recuperar la credibilidad de los ciudadanos"

El vicepresidente del Poder Judicial, Fernando de Rosa, tras el bicentenario, en la entrada del Tribunal Supremo.
El vicepresidente del Poder Judicial, Fernando de Rosa, tras el bicentenario, en la entrada del Tribunal Supremo. ULY MARTÍN

Aunque el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, aún no ha anunciado oficialmente su dimisión por el escándalo de los viajes a Marbella, el actual vicepresidente del Consejo del Poder Judicial, Fernando de Rosa, indicó este martes en Valencia que “tiene la impresión personal” de que Dívar dimitirá el jueves y que ello, “legal y automáticamente”, le convertirá a él en presidente en funciones. De Rosa fue un paso más allá al señalar que, “cuando eso ocurra”, y hasta que se nombre otro presidente del Consejo y del Supremo, su objetivo prioritario será “tratar de recuperar la unidad y estabilidad en la carrera judicial y en el propio Consejo del Poder Judicial”.

De Rosa firmó un convenio de colaboración con el Ministerio del Interior. Al término del acto, esbozó algunas de sus prioridades si, como parece previsible, Dívar deja el cargo el jueves. Explicó que “trabajará” para que “en un futuro próximo sea aprobado el plan de transparencia” que tramita el Consejo y que obligará a todos los consejeros a explicar y detallar en qué se invierte el dinero de los presupuestos, en torno a 74 millones de euros. “Voy a trabajar durante mi mandato para recuperar la credibilidad de los ciudadanos y para que haya máxima transparencia”, dijo De Rosa en Valencia, comunidad en la que fue consejero de Justicia del Gobierno del expresidente Francisco Camps. Aunque tras estallar el caso Gürtel las relaciones entre ambos quedaron hechas añicos. Camps le reprochó que no usara sus influencias para que le sacara del atolladero judicial. De Rosa rechazó las fuertes presiones.

En un sector de los vocales del Poder Judicial no gustó el anticipo de intenciones de De Rosa. Advierten varios vocales que el propósito ahora del Consejo es alcanzar un consenso para designar al nuevo presidente tanto del Consejo como del Supremo. De hecho, ya han empezado a circular nombres en ambos sectores del Consejo, progresistas y conservadores, de posibles sustitutos de Dívar, que no sean interinos. En un Consejo donde el caso Dívar ha difuminado las sensibilidades, no parece fácil de momento un acuerdo que reúna los tres quintos de los votos (un mínimo de 12 del total de 20) necesarios para elegir a un nuevo presidente en las próximas fechas.

Sobre el esbozo de su programa, De Rosa explicó: “No me he adelantado nada; me han preguntado los periodistas en Valencia y he dicho que, aunque lo prudente era esperar al jueves, mi impresión es que Dívar dimitirá el jueves, en cuyo caso, legalmente, asumiría la presidencia interina. Y que, tal como están las cosas, ahora lo fundamental es tratar de aunar criterios y buscar la estabilidad”. De Rosa pertenece al sector conservador del Consejo. Tanto Dívar, propuesto para el cargo por el PSOE, como él, respaldado por el PP para la vicepresidencia, surgieron de un pacto político en La Moncloa entre el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy.

Sus nombres fueron filtrados a la prensa antes de que fuesen designados oficialmente por los consejeros, que legalmente son quienes les eligen. Los consejeros también fueron nombrados por el PP y el PSOE, que se reparten 18 del total de 20 vocales. Los dos restantes los nombraron CiU y PNV. Antes de proponerles, los partidos dijeron a los vocales a quiénes debían designar para presidente y vicepresidente: esto es, a Dívar y De Rosa. Sí, como parece previsible, Dívar dimite, De Rosa sería presidente interino, pero únicamente del Poder Judicial. La presidencia del Supremo la ocuparía, también interinamente, el presidente de la Sala Primera de lo Civil del Supremo, Juan Antonio Xiol, de signo progresista.

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La intención mayoritaria de los vocales es elegir oficialmente a otro presidente, no interino, que también lo sea del Supremo. Dado que a este Consejo le quedan apenas 15 meses de legislatura, la apuesta pasa por designar a un magistrado de reconocido prestigio cuya jubilación coincida con este periodo. El nombre de los magistrados del Supremo Carlos Granados, Ricardo Enríquez o Rafael Montalvo empiezan a sonar. Xiol aspira al Constitucional.

Los vocales trabajan estos días con vistas a lo que suceda el jueves, cuando Dívar dijo que tomaría “una decisión rotunda y contundente”. Dívar sabe que no cuenta con apoyos y que, por unanimidad, los 20 vocales acordaron el sábado dejarle unos días más para presidir los actos del bicentenario del Supremo, a los que asistió el lunes el príncipe Felipe, pero con la condición implícita de que dimita en el pleno del jueves.

Fuentes del Consejo no descartan que Dívar trate de vender cara su marcha y el jueves fuerce una votación para ver quiénes votarían contra él. Otras fuentes, en cambio, creen que el presidente se limitará a dimitir porque, unánimemente, se le dijo que su continuidad es “insostenible” y que, con o sin votación, debe marchase para “no perjudicar más la imagen de la justicia”.

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