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LOS AJUSTES DEL GOBIERNO DEL PP

El Gobierno cree que un déficit mayor del 4,4% no incumple el pacto europeo

Rajoy confía en que Bruselas asuma que lo obligatorio es llegar al 3% en 2013 El Ejecutivo no quiere aprobar un recorte inmenso en plena recesión No está claro que Bruselas acepte la interpretación del Gobierno español

Después de semanas de rompecabezas, la fórmula parece ultimada. El Gobierno ha llegado a la conclusión de que Bruselas no le va a autorizar un objetivo de déficit superior al 4,4% hasta que no presente los presupuestos. Pero Mariano Rajoy no quiere bajo ningún concepto aprobar unas cuentas con ese objetivo, que implicaría un recorte de 44.000 millones. Porque no es creíble ese recorte en un año de recesión, dice el Gobierno, y porque implicaría destrozar el Estado del bienestar. Así que el Ejecutivo parece haber encontrado una vía intermedia, aunque sigue sin estar nada claro que Bruselas la acepte sin más.

Nadie lo quiere confirmar oficialmente, pero todas las fuentes conducen al mismo camino: el Gobierno presentará un techo de gasto —muy probablemente mañana— con un objetivo de déficit superior al 4,4%, pero lo hará explicando que, según su interpretación, eso no incumple el Pacto de Estabilidad.

Mariano Rajoy y Yolanda Barcina, presidenta de Navarra, ayer en el palacio de la Moncloa.
Mariano Rajoy y Yolanda Barcina, presidenta de Navarra, ayer en el palacio de la Moncloa.SERGIO BERRENECHEA (EFE)

El Ejecutivo, según fuentes gubernamentales, ha estudiado a fondo ese acuerdo, alcanzado por todos los países del euro, y cree que hay margen. Interpreta que lo único que es absolutamente obligatorio es el 3% que tiene que alcanzar en 2013. Y ese compromiso se va a mantener. Pero el recorrido para llegar a ese 3% puede verse alterado, según esta interpretación, por cuestiones coyunturales como el desplome de la recaudación por la crisis. España, interpretan estas fuentes gubernamentales, sí incumpliría su propio plan de estabilidad, que se marcó el objetivo del 4,4% —de la misma manera que incumplió en 2011 el objetivo del 6% y se ha ido al 8,5%— pero no el Pacto de Estabilidad. España, que políticamente cree contar con el aval de varias reformas estructurales presentadas ya por el Gobierno de Rajoy en línea con lo reclamado por Bruselas, se comprometería así a atacar el déficit estructural pero sin asumir el compromiso del 4,4% para 2012.

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Esta fórmula, con una interpretación flexible del pacto, salvaría el principal problema español: es el único país que tiene que hacer ya unos presupuestos nuevos y hasta mayo no puede convencer a la Comisión Europea para revisar sus objetivos, con lo que necesita una salida.

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Sin embargo, todo está en el aire hasta el último momento. La decisión se discutirá hoy en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, en La Moncloa. Hay dudas, sobre todo porque no está ni mucho menos claro que Bruselas acepte esta interpretación. Al Ejecutivo de Rajoy le preocupa la reacción de la Comisión Europea, y por eso en las próximas horas tanto el ministro de Economía, Luis de Guindos, en el Eurogrupo, como el propio presidente, en la cumbre que empieza esta tarde, tratará de pactar esa respuesta de Bruselas.

José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, insistió ayer en que España debe mandar el presupuesto a Bruselas para empezar a discutir los objetivos, y remató: “En cualquier caso, confío en que este presupuesto [de 2012] se ajuste plenamente a las reglas del Pacto de Estabilidad”. Es ahí donde está la discusión. El Gobierno de Rajoy entiende que no estaría incumpliendo ese pacto.

El giro del Ejecutivo, que hasta hace pocas semanas aseguraba que en cualquier caso cumpliría el 4,4%, es muy evidente. Tanto como lo es el del propio presidente. Rajoy ha pasado del “cumpliremos el 4,4% sí o sí” de hace unas semanas al “reduciremos el déficit todo lo que podamos”, que es lo que dijo ayer.

El motivo de fondo es sobre todo político. Rajoy tiene un país en plena recesión, que los recortes no harán sino profundizar, y mucha presión de las autonomías. Todos los barones le han dicho en privado que un recorte como el que se está planteando afectará gravemente al gasto social. Ayer visitó La Moncloa la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina (UPN), y también dejó claro, como otros, que confía en que Bruselas revise esos objetivos de déficit en función de la nueva situación de la economía.

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