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HACIA EL FINAL DE ETA

Fernández y Ares mantienen sus discrepancias sobre ETA y los presos

Los responsables de Interior del Gobierno central y vasco descartan que la banda vuelva a matar Ambos coinciden en que no hay extorsión, aunque hay gente del entorno que ha recaudado dinero

Javier Rivas
Rodolfo Ares y Jorge Fernández.
Rodolfo Ares y Jorge Fernández.TXETXU BERRUEZO

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y su homólogo vasco, Rodolfo Ares, han hecho este martes un esfuerzo por minimizar en público las diferencias de criterio sobre aspectos del final de ETA entre ambos Ejecutivos con las que los dos máximos responsables políticos de la lucha antiterrorista llegaban esta mañana a su primera cita tras la victoria electoral del PP. Fernández y Ares han ratificado la voluntad de colaboración con “lealtad” mutua para lograr la definitiva desaparición de ETA, pero en sus palabras ha quedado claro que su análisis difiere en cuestiones, sobre todo de política penitenciaria.

Ares ha trasladado su interlocutor, con el que se ha reunido en privado y junto a sus respectivas cúpulas en Leioa (Bizkaia), la importancia de consensuar “una política penitenciaria más dinámica y flexible” que contribuya a acabar con la banda. Es la misma tesis —acercamiento de presos a Euskadi incluido—, que el lehendakari, Patxi López, defendió en el pleno de política general del pasado septiembre y que trasladará al presidente Rajoy cuando se reúna con él el próximo mes.

Fernández, en cambio, ha ratificado por dos veces en la comparecencia conjunta tras la cita la tesis que, de Rajoy para abajo, mantiene en esta materia todo el PP: ningún cambio mientras ETA exista. “El mayor enemigo de los presos es la propia ETA”, que les impide acogerse a beneficios penitenciarios, ha sostenido el ministro, quien ha reconocido que el margen de discrecionalidad en la aplicación de la ley “puede ser distinto” con la banda existiendo o no.

El ministro llegaba a la cita —su primer viaje oficial— en medio de la polémica por una de las habituales campañas lanzadas por la izquierda abertzale en Navidad para solicitar dinero para los presos etarras y sus familias. Este martes ha sostenido que no ha hablado “de extorsión en ningún momento”, pero ha incidido en que eran “evidentes” las peticiones de “óbolos navideños” que, mientras ETA exista, no pueden ser respondidas de forma “absolutamente libre”.

Ares, quien había iniciado su intervención con la “constatación” de que “han desaparecido todas las actividades” de ETA, ha tenido que terciar para diferenciar esas “repudiables” acciones —sobre las que, ha precisado, no se ha presentado ninguna denuncia—, de la extorsión a los empresarios: “Ambos Gobiernos sabemos que esta ha desparecido”.

Aunque fuentes de los dos Ejecutivos insistían en que los análisis compartidos en privado son mucho más coincidentes de lo que muestran los discursos públicos, igual ha ocurrido a cuenta de la detención de tres etarras en Francia el pasado día 14. Tras esa “desaparición de actividades” enunciada por Ares, el ministro ha recalcado que los informes de la lucha antiterrorista permiten concluir que la banda quiere mantener una estructura larvada en la clandestinidad y reorganizar su aparato logístico, algo contradictorio si quiere desaparecer. Para limar lo que podía suponer otra discrepancia, ministro y consejero han destacado que ningún dato de los que manejan las Fuerzas de Seguridad lleva a pensar que ETA vaya a dar marcha atrás en su decisión. Y mantener la estructura clandestina de la banda implica una serie de movimientos “perfectamente” conocidos, ha apuntado el ministro y han coincidido fuentes vascas.

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[Rajoy ha respondido este martes en Lisboa a una pregunta sobre si piensa que la banda tiende a reorganizarse: "ETA dijo que iba a dejar de matar, y eso me parece muy bien. Pero mientras siga existiendo, sigue siendo una banda terrorista, y el Estado de Derecho debe de seguir ejerciendo como tal”, informa Antonio Jiménez Barca].

Los dos gobernantes han analizado la situación de los escoltas que sus respectivos departamentos han empezado a retirar y han acordado constituir una comisión conjunta que analice cada caso; una retirada que siempre, ha resaltado Fernández Díaz, es revisable. Esa era una de las peticiones que había trasladado al ministro el PP vasco, reticente con la forma en que la consejería de Ares está abordando este proceso. Fernández ha reconocido el peso que la crisis está teniendo en esta reducción.

Pese a todo, el ministro ha querido dejar el mensaje de que “los posibles matices y diferencias” siempre serán de “ínfima cuantía” al lado de lo que une a ambos Gobiernos. Y, en plena sintonía con los populares vascos, con cuya junta directiva se ha reunido por la tarde, ha lanzado un mensaje para ratificar la esperanza abierta por la retirada etarra. Fernández ha ratificado en esa cita que no se tomará ninguna decisión drástica sobre los escoltas en Euskadi y que cualquier medida contará con el consenso del PP vasco.

Fernández y Ares han firmado un protocolo para concretar en seis meses el Centro Nacional para la Memoria de las Víctimas.

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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