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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

No queremos ser los “ni”, en nada…

Ser mileurista no puede ser la aspiración de los jóvenes de la sociedad democrática del siglo XXI

Somos la generación mejor formada de la historia. Sin embargo, no podemos optar a un contrato fijo (porque es monótono, dice Mario Monti, presidente de la República Italiana, senador vitalicio con empleo y renta de por vida), tenemos que acostumbrarnos a vivir inseguros, cada vez peor pagados, aceptar lo que nos ofrezcan y vivir bajo el colchón familiar, con un futuro frustrado, o vernos obligados a emigrar..

Ah, y no podemos quejarnos, porque tener un empleo, aunque precario, inseguro y tan mal pagado, que nos coloca por debajo del umbral de la pobreza, es todo un privilegio.

Los jóvenes nos encontramos en constante proceso de discriminación social y laboral desde que queremos acceder al mercado laboral. Sufrimos discriminación, con respecto a generaciones anteriores, pero también en nuestras condiciones de trabajo, salarios más bajos, contratos temporales, exceso de horas no remuneradas, escasas posibilidades de promoción y acceso a la formación continua, etc.

También sufrimos discriminación con respecto a otros jóvenes europeos, porque los españoles soportamos tasas de desempleo juvenil altísimas, la mayor temporalidad y el mayor retraso en la edad de emancipación, que ya es de 29,5 años. La reforma laboral que ha impuesto el Gobierno va a empeorar aún más esta situación con periodos de prueba de un año, contratos de formación y aprendizaje hasta los 30 años y temporales hasta tres años.

Están hipotecando el futuro de la sociedad, condenando al vacío a una juventud preparada, cualificada y dispuesta al relevo generacional, enfrentando a los hijos con los padres, a los abuelos con los nietos. La crisis no puede servir de excusa. No hay derecho y no vamos a resignarnos, no queremos que nos ninguneen, que jueguen con nosotros.

No queremos ser “ni”, en nada. No degrademos a nuestros jóvenes, no llegar a ganar mil euros en un empleo es un síntoma de que algo va mal. Ser mileurista no puede ser la aspiración de los jóvenes de la sociedad democrática del siglo XXI. Queremos poder trabajar en un mercado laboral con empleo, salario y condiciones de trabajo dignas.

Silvia Sazatornil es responsable del Departamento Confederal de Juventud de UGT

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