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Las diez claves del rescate de Julen

Diez días después de que el niño de dos años cayera por un pozo, se trabaja con la esperanza del milagro

Trabajos de rescate de Julen, el niño de dos años que cayó en un pozo en Totalán. En el vídeo, las cifras del caso.Foto: atlas | Vídeo: Luis Sevillano | ATLAS

Nadie esperaba el domingo 13 de enero que la llamada de emergencia al 112 solicitando un rescate se convertiría en una misión tan complicada. Diez días después de que Julen, de dos años, cayera por un estrecho y profundo pozo, se trabaja contra reloj y con la esperanza del milagro. Estas son algunas claves de una situación que nunca hasta ahora había ocurrido.

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Características del pozo. El agujero por el que se precipitó el menor tiene unos 25 centímetros de ancho y 110 metros de profundidad. Cuando los primeros bomberos en llegar —miembros de la dotación de Rincón de la Victoria, cuyo parque está a 13 kilómetros de Totalán— comprobaron el orificio, pronto se dieron cuenta de la magnitud del problema: la estrechez hacía imposible que un especialista pudiera descender para rescatar a Julen. Era necesario estudiar otras soluciones de manera inmediata.

Evidencias. La Guardia Civil trabaja desde el primer momento en encontrar a Julen. Enfocan el caso como una desaparición y esa es su prioridad. Sin embargo, aún no se ha dado con el lugar exacto donde se espera encontrar al niño. Sus padres relataron cómo cayó por el agujero y es el testimonio al que los agentes dan validez. El domingo 13 por la noche se tomaron muestras de tierra del interior del pozo y 48 horas después un análisis de ADN certificaba la existencia de restos biológicos que coincidían con los de sus padres y su propio biberón. También se encontró una bolsa de gusanitos que el pequeño llevaba en las manos antes de caer.

Un tapón de arena. Aunque en un primer intento se introdujo un teléfono móvil atado a una cuerda para ver cómo se encontraba el pequeño, más tarde se pudo utilizar una cámara robotizada puesta a disposición del operativo por una empresa especializada. Sin embargo, cuando alcanzó los 71 metros de profundidad, chocó con un tapón de arena. Se intentó eliminar el obstáculo con distintas modalidades de succión, pero apenas se pudieron arañar unos centímetros de tierra porque los materiales estaban muy compactos. Es el momento en el que empezaron a analizarse otras fórmulas de rescate.

Numerosas alternativas. Las opciones barajadas desde entonces para llegar hasta el lugar donde se encuentra Julen han variado a medida que pasaban los días. La primera opción era realizar una excavación horizontal con una tuneladora, pero tras los sondeos de prueba practicados se desestimó esa opción. Luego se planteó hacer dos perforaciones paralelas al pozo en el que cayó Julen. Para ello había que rebajar la ladera en 30 metros. Finalmente, se dejó en una cota de 23 metros (se han movido 40.000 toneladas de tierra) y se decidió hacer solo una de las perforaciones para acelerar el proceso.

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Complejidad del terreno. Los técnicos, liderados por el ingeniero de caminos Ángel García Vidal, han subrayado en numerosas ocasiones las dificultades que presenta el suelo en el que deben trabajar. Denominado Complejo Maláguide, está formado por afloramientos de caliza, así como esquisto, filita y pizarra. También intercalaciones de cuarcita, además de materiales de descomposición que provocan inestabilidad en los taludes, algo que preocupa por la seguridad de los operarios. La imposibilidad de elaborar estudios geológicos previos ha hecho que el equipo se vaya encontrando con cada una de estas vetas —de mayor o menor dureza— prácticamente por sorpresa. También se debieron rehacer los caminos de entrada a la finca donde se ubica el pozo para permitir el acceso de maquinaria de hasta 75 toneladas. Cada paso que se da se analiza cuidadosamente y hay reuniones diarias. “No podemos dejar nada al azar”, cuenta Francisco Delgado Bonilla, responsable del Consorcio Provincial de Bomberos.

Alta especialización. Los miembros de la Brigada de Salvamento Minero son un buen ejemplo de la alta preparación de los profesionales que trabajan en la búsqueda de Julen. No hay nadie más experimentado que estos mineros para ejecutar la tarea, una galería horizontal a unos 60 metros de profundidad en poco más de un metro cuadrado de espacio. Hay también 13 ingenieros, el grupo de confianza del líder técnico, Ángel García Vidal, así como equipos especializados de bomberos del consorcio provincial malagueño. La maquinaria también es la más apropiada para cada una de las labores que debe ejecutar y ha sido trasladada a Totalán desde puntos como Málaga, Cádiz o Madrid. “No hay nada mejor en el mercado”, subrayó García Vidal hace unos días.

Enorme operativo de trabajo. Más de 300 personas trabajan por turnos desde el domingo 13 de enero en el rescate del niño. Los efectivos pertenecen a Guardia Civil, Protección Civil, Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA), Colegio de Psicología de Andalucía Oriental, Policía Nacional, Consorcio Provincial de Bomberos de la Diputación Provincial de Málaga, Brigada de Salvamento Minero y técnicos de diferentes empresas privadas.

La solidaridad de Totalán. La coordinación de los trabajos se realiza en el puesto de mando, instalado en dos sótanos de la casa de Yolanda Alcaide, una vecina de Totalán que quiso poner su grano de arena. En otra vivienda, cedida también por otra residente en el pueblo, se alojan desde hace días los padres de Julen, Victoria García y José Roselló. Numerosas mujeres, además, elaboran cada tarde comida para todas las personas que participan en el operativo. “Me siento orgulloso de todos ellos por su generosidad, cariño y entrega con la familia y todos los intervinientes de este gran operativo de rescate”, ha dicho este martes el alcalde de Totalán, Miguel Ángel Escaño. A ellos se suman alimentos y otros enseres que personas de diferentes municipios de Málaga y Andalucía han llevado hasta el pueblo.

Investigación de los hechos. Tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Totalán han confirmado la ausencia de permisos y licencias para realizar un sondeo para buscar agua o su aprovechamiento en las coordenadas de la finca del orificio por el que cayó el niño. La ilegalidad del pozo será una de las claves de la investigación del caso, así como el movimiento de tierras ejecutado en la zona. La Guardia Civil, de hecho, intenta dirimir cuál de los dos trabajos fue primero. El juzgado de Instrucción número 9 de Málaga ya ha abierto diligencias para aclarar lo sucedido.

La presión mediática. Cada día que pasa son más medios los que acuden a las inmediaciones de Totalán para informar sobre el rescate. La prensa internacional también presta cada vez mayor atención. Hay equipos procedentes de países como Portugal, Holanda, Alemania y Reino Unido. Es una situación a la que no están acostumbrados los técnicos, que en otras circunstancias siempre dejan las comparecencias a los políticos. El propio delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, pedía respeto para ellos. “Los equipos técnicos están trabajando bajo una fuerte presión, la de encontrar a un niño de dos años lo antes posible. Por eso pido, especialmente a los medios de comunicación, no añadir más”, solicitó, indicando luego que de esa manera los trabajadores puedan tener “la paz y tranquilidad” necesaria para “estar concentrados en la compleja tarea que deben hacer”.

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