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El tribunal de la tesis de Pedro Sánchez fue “legal”, pero muy “mediocre”

Diez catedráticos y profesores señalan que el plantel de examinadores del trabajo del presidente es muy discutible desde el punto de vista académico

Una mujer lee un ejemplar de la tesis doctoral de Pedro Sánchez que se encuentra en la Universidad Camilo José Cela. ULY MARTIN.Foto: atlas
Íñigo Domínguez

Diez catedráticos y profesores de universidad consultados por EL PAÍS coinciden en señalar que no hay nada ilegal en la composición del tribunal de la tesis de Pedro Sánchez, pero que sí es muy discutible desde el punto de vista académico. Por dos razones. Una, que hasta tres miembros de un tribunal de cinco eran doctorados recientes, y la segunda, que uno de ellos, el vocal Juan Padilla Fernández-Vega, era coautor de uno de sus artículos. Los otros miembros eran Cristina Ruza Paz-Curbera, como presidenta; Santiago Pérez Pérez-Camarero, secretario, y otros dos vocales, Ricardo José Rejas Muslera y Alejandro Blanco Fernández. La impresión general es crítica con la Universidad Camilo José Cela, un centro privado de escaso prestigio en el mundo académico, pues es cada centro el que marca sus exigencias de calidad.

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“Tesis cum laude hay muchas, por desgracia hay mucha gente mediocre con tribunales mediocres, pero como este no lo he visto nunca, es inverosímil”, dice una exvicerrectora de una universidad madrileña que prefiere no ser citada. Como exigencia de calidad, lo mínimo es que sean profesores titulares y tengan un sexenio de investigación. Es decir, seis años de investigación, con publicaciones, acreditados por el Ministerio de Educación. “Ese tipo de tribunal solo es posible en una universidad así, todo el mundo sabe cómo es, sería imposible en una universidad pública de mínimo prestigio”, opina un catedrático de la Autónoma de Madrid.

La universidad CJC replica que es un centro "de excelencia"

Portavoces de la Universidad Camilo José Cela, (UCJC) han querido salir al paso de las críticas que ponen en duda la calidad de la entidad y replican que está entre las 300 mejores universidades del mundo en Ciencias del Deporte, según el ranking de universidades Shanghai 2017. También señalan que cuenta con una Escuela Internacional de Doctorado "con estándares internacionales de calidad y por encima de lo exigido por la legislación actual". "Nuestros alumnos de doctorado reciben lo que ninguna universidad en España ofrece: formación específica en metodologías docentes, formación interdisciplinar entre las ciencias sociales, programas de innovación en doctorado industrial y acceso a la dirección de proyectos solidarios en la India", detallan. Apuntan que su proyecto de impacto social Proyecto Integra recibirá el lunes en Barcelona el premio Ciudadano Europeo 2018, otorgado por el Parlamento de la UE.

“A todo esto no sabemos si llamarlo prestigio, pero nosotros lo llamamos excelencia académica. Nuestro modelo lo basamos en la innovación, en la internacionalización y en la interdisciplinaridad, creemos que son muy pocas las universidades que trabajan en esta dirección”, concluyen.

Otro catedrático de Ciencias Políticas lo sitúa en un contexto general conocido: “Salvo excepciones, en España abundan tesis que son descriptivas e insustanciales, muy precarias teórica y empíricamente. No es infrecuente que sean aprobadas e incluso cum laude. En las universidades españolas, los profesores exigentes a la hora de valorar tesis doctorales en el campo de las ciencias sociales son impopulares en los tribunales. Los estándares de calidad son decididamente bajos, salvo determinados departamentos en los que existe verdadera cultura de investigación y se aplican criterios internacionales de calidad”.

También despierta gran perplejidad el tiempo que, aparentemente, tardó Sánchez en redactar su tesis. El doctorado lleva dos años de cursos, en el que se obtiene la suficiencia investigadora, cosa que el presidente del Gobierno hizo entonces en la Universidad Complutense. Luego suele llevar tres años de investigación propiamente dicha para preparar la tesis. Para eso el líder del PSOE ya se matriculó en la Camilo José Cela en febrero de 2010. No obstante, en esas fechas era diputado y la tesis requiere una dedicación exhaustiva. No fue hasta noviembre de 2011, tras perder su escaño, cuando se centró en la tesis, según fuentes cercanas a Sánchez en aquella época. Lo anómalo es que solo un año después, el 26 de noviembre de 2012, ya la presentara. “Tres años de investigación es lo mínimo, y si es buena, lo normal es que estar cuatro o cinco”, concluyen varios profesores.

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Los docentes consultados también ven con extrañeza los dos artículos que escribió antes de la tesis e incluye en el propio trabajo, aunque sin citarlos. No es habitual que los artículos previos a una tesis sean a medias con alguien, precisamente porque son fruto de las investigaciones personales que se van haciendo en la preparación de la tesis y se publican para que nadie se anticipe en el mismo campo. “Es alucinante que ese material suyo previo no sea suyo, sino que sea coautor”, opina la vicerrectora madrileña. Al margen de eso, en el mundo académico la regla es referenciar cualquier publicación externa. Hay que citar exactamente, con la referencia o el entrecomillado cualquier aportación, incluso propia, y no solo al final del trabajo. Por la misma razón considera anómalo publicar posteriormente un libro con la tesis y que se firme con otra persona, como en el caso de Sánchez, que lo publicó con Carlos Ocaña: “La tesis es un trabajo original, es absurdo que le digas a alguien que lo firme contigo, aunque aporte algo. Y si lo aporta, lo normal sería diferenciar la aportación de cada uno, firmando cada capítulo, o aclarándolo en el prólogo”.

Portavoces de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) explican que el miembro del tribunal que era coautor del artículo del líder del PSOE "simplemente revisó los datos estadísticos del trabajo". "Su participación fue anecdótica, y que apareciera como coautor fue una deferencia de Sánchez", aseguran. En ese sentido, el centro niega cualquier sospecha de imparcialidad. Sobre la composición del tribunal, la Camilo José Cela sostiene que se cumplió la legislación vigente entonces y que ahora los criterios son más exigentes. En todo caso apunta que tres de los cinco profesores, incluidos la presidenta y el secretario, eran de fuera.

“Es un problema más de apreciación que de legalidad. No hay nada ilegal, pero es todo muy flojo. Se ve que es una tesis de trámite para poder ser doctor”, resume otro docente. Luis Garrido, catedrático de Sociología de la UNED, concluye: "Si confías en tu trabajo de investigación, pones en el tribunal a los mejores de ese ámbito, para que conozcan tu trabajo y puedan valorarte. Si lo haces con cuatro amigos es porque no crees en tu tesis. Necesitas un tribunal que te ponga la mejor nota, en el que no importe si conocen o no el tema. Se trata de intercambiarse favores. Esto no es delito, es estar en la liga más baja. Solo es de ínfima calidad académica. No se quiere el título de doctor para hacer una carrera de investigación, es solo un adorno. Es el tipo de conductas que deterioran las instituciones".

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Sobre la firma

Íñigo Domínguez
Es periodista en EL PAÍS desde 2015. Antes fue corresponsal en Roma para El Correo y Vocento durante casi 15 años. Es autor de Crónicas de la Mafia; su segunda parte, Paletos Salvajes; y otros dos libros de viajes y reportajes.

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