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España pierde frente a Italia el mando de los ‘cascos azules’ en Líbano

La ONU rechaza por segunda vez a un candidato español como jefe de la FINUL

Miguel González
Antonio Guterres, en Addis Ababa.
Antonio Guterres, en Addis Ababa.TIKSA NEGERI (REUTERS)

Bofetada diplomática a España. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha designado al general italiano Stefano del Col como nuevo jefe la Fuerza de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), relegando al candidato español, el general Luis Cebrián. No por esperado el revés resulta menos duro. Es la segunda vez que España sufre un desaire de este tipo, ya que en 2016 el elegido fue el irlandés Michael Beary, también en detrimento de un general español.

De los últimos seis jefes de la FINUL, una fuerza con 10.500 cascos azules que se encarga de vigilar el alto el fuego entre Israel y la milicia chií Hizbolá en el sur de Líbano, cuatro han sido italianos por solo uno español, el general Alberto Asarta, que ocupó el cargo entre 2012 y 2014.

Las victoria del candidato italiano se atribuye al hecho de que el contingente del país transalpino casi duplica al español (1.118 soldados frente a 610) y Roma ha jugado muy bien sus cartas, con medidas que van desde la organización de una conferencia de donantes en favor de la agencia de la ONU para los refugiados hasta el arranque de la edición de este año del Giro de Italia en Israel.

España lo ha había apostado todo a la presentación de un magnífico candidato (el general Cebrián estuvo destinado en Líbano en 2007, dirigió la retirada de las tropas españolas de Afganistán y mandó la brigada de muy alta disponibilidad de la OTAN), convencida de que ya le tocaba estar al frente de una misión por la que han pasado 23.500 soldados españoles y donde se han dejado la vida 14 desde 2006.

Líbano fue también a finales de junio el destino de la primera visita a las tropas españolas desplegadas en el exterior de la nueva ministra de Defensa, Margarita Robles, quien aseguró que, aunque España no obtuviera el mando de la FINUL, mantendría sus tropas en el sur del país, “por responsabilidad”.

Lo que no hará Defensa será aumentar su contingente en casi 200 soldados, como estaba previsto si el general Cebrián era el elegido. También tendrá que revisar el Gobierno el escaso peso de España en el aparato burucrático de Naciones Unidos, a pesar de que ha sido (sobre todo en la etapa de Zapatero) uno de los mayores contribuyentes a la organización. De hecho, Guterres no ha hecho más que ratificar la propuesta que le hizo el Departamento de Misiones de Paz de la ONU (DPKO), que es donde realmente perdió España la batalla.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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