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PP y Ciudadanos acusan a Sánchez de ceder ante Torra

La CUP cree que el ‘president’ ha acabado con el referéndum del 1-O y Esquerra aplaude el diálogo

Visita de Torra al palacio de la Moncloa.
Visita de Torra al palacio de la Moncloa. Fernando Calvo (EL PAÍS)
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La reunión de Sánchez y Torra en La Moncloa, en imágenes
¿Qué han dicho los gestos entre Sánchez y Torra en su primera reunión?

El nuevo tono entre el Gobierno y la Generalitat abrió inmediatamente espacio a la crítica de la oposición de centro derecha, que ha abierto con esta cita una nueva época en la que la política territorial vuelve al eje de la estrategia opositora, algo que no sucedía en la última época con Mariano Rajoy en la presidencia y Pedro Sánchez en la oposición. Tanto el PP como Ciudadanos acusaron al presidente de ceder ante los independentistas catalanes con el único interés de lograr sus votos para mantenerse en La Moncloa.

Los más duros fueron Albert Rivera e Inés Arrimadas, de Ciudadanos, que insistieron en que Sánchez no debería recibir a Torra hasta que no “pida perdón” y “vuelva a la democracia”. “Sánchez tiene que pagar su hipoteca a Torra, pero el alquiler de La Moncloa no lo tenemos que pagar los españoles con este tipo de humillaciones”, clamó Rivera. En el PP, en pleno proceso de primarias, las críticas también fueron duras. “Nosotros no hemos cedido las cuentas para ponerle una nueva oficina al señor Puigdemont en Bruselas. No debíamos nada al independentismo y el problema es que el señor Sánchez lo debe todo”, aseguró Rafael Hernando, el portavoz.

Mientras, en Cataluña, la CUP acusó a Sánchez y Torra de intentar cerrar “por arriba” el procés en una situación análoga al inicio de la Transición. Vidal Aragonés, diputado de la CUP, formación que está ahora en la oposición, sostuvo que el diálogo iniciado entre los dos Gobiernos no es “real” al no tener cabida en él ni los políticos presos ni el derecho a la autodeterminación. “El camino que ha querido abrir Torra parece que coincide más con una visión de cerrar por arriba que no con respetar lo que el pueblo de Cataluña hizo el 1 y el 3 de octubre, que fue abrir por abajo”, dijo. La Asamblea Nacional Catalana y comités de defensa de la república avisaron de que la autodeterminación es “irrenunciable”.

Los partidos independentistas mayoritarios, PDeCAT y Esquerra, celebraron, por contra, la vuelta al diálogo. Sergi Sabriá, presidente del grupo parlamentario de ERC, apreció la restitución de la bilateralidad, pero avisó acto seguido de que de la reunión se desprendió por parte del Ejecutivo central “buenas palabras y buena predisposición pero ninguna novedad más”, dijo en alusión al referéndum.

Sabrià mostró su sorpresa de que en pleno 2018 el Gobierno niegue el referéndum cuando otros países con conflictos similares, como Canadá o Reino Unido, lo han resuelto a través de las urnas. Por su parte, la portavoz del PDeCAT, Maria Senserrich, valoró que Torra pusiera sobre la mesa el referéndum y comprendió que no haya una respuesta inmediata. Por ello, pidió a Sánchez que no se escude en la Constitución para negarlo.

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El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, no escondió su satisfacción por el encuentro. “Ha llegado la reunión que reclamábamos desde hace mucho tiempo y que estábamos esperando para iniciar un diálogo en el marco de normalidad institucional”, dijo. Con todo, no escondió que las diferencias de fondo son “profundas y se mantienen”. “Pero eso no impide una reunión así, con diálogo sincero y profundo”, precisó. En ese sentido avisó de que el PSC estará “enfrente” de formaciones como Ciudadanos y la CUP, “que viven del conflicto, y son profesionales de la tensión y la crispación, no la quieren negociación”.

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