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La primera presidenta o el antídoto contra Rivera

Santamaría y Casado aportan características distintivas para liderar el PP

Juan José Mateo
Soraya Sáenz de Santamaría, tras imponerse en las primarias del PP.
Soraya Sáenz de Santamaría, tras imponerse en las primarias del PP. Carlos Rosillo

Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado no se miden solo para dirimir quién es el nuevo presidente del PP. Quien se imponga en el congreso del 20 y el 21 de julio se convertirá en el candidato de la formación a la presidencia del Gobierno. Para cumplir con el objetivo de recuperar La Moncloa, cada uno de los aspirantes aporta unas características intransferibles que marcarán su proyecto. Sáenz de Santamaría, de 47 años, puede ser la primera mujer que opte al Gobierno al frente de un partido con posibilidades de victoria —Rosa Díez fue candidata con UPyD—. Y Casado, de 37, se presenta como el mejor antídoto contra Albert Rivera, el líder de Ciudadanos, que lucha por seducir al mismo electorado.

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"Casado es posible que ayude ligeramente con el voto joven urbano, y Santamaría es posible que ayude un poco con el voto femenino, con votantes más educados, y perjudique con el voto varón", opina el politólogo Roger Senserrich. "En el caso del PP, más que el candidato específicamente, los votantes actuarán según la respuesta que dé el partido a los escándalos de corrupción, a cómo va la economía y a cómo sigue el problema catalán bajo Sánchez", argumenta. Y advierte: "El factor que sí es relevante es la posibilidad de que Casado tenga un lío real con su licenciatura y su máster".

El problema que pueden suponer las inexactitudes y sombras que rodean al currículo del vicesecretario son señaladas por todos los expertos. También, el mensaje poderoso que lanzaría el PP eligiendo como líder a una mujer tras las históricas movilizaciones del 8-M. Sería como resintonizar al partido con la sociedad.

"La dinámica de renovación actual impulsada por la moción de censura de Pedro Sanchez y por el abandono de la política de Mariano Rajoy plantea una renovación generacional, política e institucional profunda de cargos, caras, ideas y programas", encuadra Ángel Valencia, catedrático de ciencia política. "Elegir una mujer en esta situación es una apuesta de progreso y de futuro, claro está, si luego viene acompañada de políticas de cambio necesarias", valora. "Casado tiene la ventaja de no tener pasado. Con la excepción de la mancha del master, su juventud es un valor para protagonizar la renovación".

En la lucha por el poder, Sáenz de Santamaría tiene la ventaja de haber logrado la mejor nota del gobierno de Rajoy: en el barómetro del CIS de abril logró un 3,3 entre todos los encuestados y un 6,4 entre quienes votaron por el PP en 2016. La exvicepresidenta también es la mejor valorada entre los votantes de Ciudadanos, su principal competidor. Sin embargo, la otra cara de la moneda es precisamente su vinculación al último Ejecutivo, que dificulta que encarne la idea de la renovación.

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"Sáenz de Santamaría tiene de bueno ser la candidata más valorada en los sondeos, sería competitiva. Su hándicap es estar ligada a Rajoy de manera clara, especialmente en el tema catalán", argumenta Pablo Simón, profesor de ciencias políticas. "Casado tiene de positivo que supone un relevo generacional y una novedad dentro del partido, pero su problema es el caso máster, aún pendiente, y que tiene posiciones [ideológicas] más duras, aunque tras las primarias puede virar", sigue sobre un candidato que podría aminorar los problemas que tiene el PP para captar vontantes menores de 40 años y competir con Ciudadanos.

Para facilitar la decisión de los compromisarios, el PP quiere organizar un debate entre los aspirantes. Ese cara a cara —aún por confirmar— rellenaría el gran agujero de la campaña interna: no ha habido confrontación de ideas, propuestas ni proyectos.

"Al ser personas tan conocidas ya entre el público, creo que pesan más las posiciones y carácter de cada uno que sus características socio-demográficas", defiende Aina Gallego, profesora de ciencia política en el instituto de Barcelona de estudios internacionales.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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