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La cocaína se convierte en primera causa de ingreso en los programas de desintoxicación de Proyecto Hombre

El perfil del adicto a la cocaína en España es de un hombre, de unos 36 años, con trabajo a tiempo completo y pareja

Raquel Seco
Centro de desintoxicación de Proyecto Hombre en Barcelona.
Centro de desintoxicación de Proyecto Hombre en Barcelona. Consuelo Bautista

La cocaína adelanta por primera vez al alcohol como motivo de ingreso en los programas de desintoxicación de Proyecto Hombre, según el último informe del Observatorio de la organización. Uno de cada tres atendidos (el 34,3%) en 2017 consumía esta sustancia, frente al 29,7% que consumía alcohol.

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Los datos se corresponden con una tendencia de los últimos cinco años: mientras el número de atendidos por problemas con bebidas alcohólicas decrece de forma lenta, pero progresiva, la cocaína muestra una tendencia ligeramente creciente (pasa del 31,1 al 34,3%), acercándose cada vez más a los números de consumidores de alcohol (que pasa del 38,7 de 2016 al 37,7% de 2017, si se tiene en cuenta también el consumo que no es problemático).

La heroína representa un 4% del total de los ingresos, un dato estable durante los últimos tres años.

Perfil: hombre, 36 años y empleado

El informe dibuja un perfil del adicto a la cocaína en España: hombre, de unos 36 años,  con trabajo a tiempo completo, sin causas judiciales pendienes y que vive en pareja y con hijos o con sus padres.  

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Si se analizan los perfiles de todos los pacientes de Proyecto Hombre en el momento de empezar tratamiento, la mayoría son hombres (84,3%), frente a solo un 15,7% de mujeres. En cuanto a la edad media, los más jóvenes son quienes se tratan por problemas con el cannabis (28,6 años), mientras que en el caso del alcohol, la media sube a los 43,9.

Casi el 60% de los tratados en 2017 por Proyecto Hombre no vivía con su pareja. La organización cree que, teniendo en cuenta que la mayoría tiene 30 años o más, este número revela "las dificultades que los problemas de adicción generan a la hora de iniciar o mantener relaciones estables". Además, la mitad de las personas ingresadas sufrieron hubo algún tipo de abuso a lo largo de su vida (emocional, en un 49,2% de los casos, físico en un 26,8% y sexual en un 7,5%). Sobre todo, las mujeres (un 20% más que los hombres). 

También hay características comunes en cuestiones de educación: el 58,7% no llegó a Secundaria, y, de ellos, un 34,5% no tiene ningún tipo de estudios. El 11,1% de los pacientes tiene estudios universitarios.

Lo más común es, además, no ser consumidor de solo una sustancia. A lo largo de su vida, los tratados han tenido patrones de consumo regular o problemático de alcohol (88%) en grandes cantidades o combinado con otras drogas y de cocaína (77,5%).

Llama la atención el tiempo en que cada adicto recibe ayuda: los españoles se inician en el alcohol a los 16 años, pero solo se tratan cuando están a punto de llegar a los 45. En una situación intermedia se encuentra la cocaína, con una diferencia de casi 16 años entre el momento en el que el consumo es problemático y el ingreso. En el caso de la heroína, son 18.

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Sobre la firma

Raquel Seco
Periodista en EL PAÍS desde 2011, trabaja en la sección sobre derechos humanos y desarrollo sostenible Planeta Futuro. Antes editó en el suplemento IDEAS, coordinó el equipo de redes sociales del diario y la redacción 'online' de Brasil y trabajó en la redacción de México.

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