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Detenido por abusos sexuales a una niña de 10 años en Málaga

El supuesto pederasta huyó durante una semana de España hasta que la Guardia Civil lo convenció por teléfono para que se entregara

Un agente de la Guardia Civil, en una foto de archivo.
Un agente de la Guardia Civil, en una foto de archivo.EP

Un hombre de 50 años ha sido detenido por supuestamente abusar de una niña de 10 años en Málaga. El arrestado era conocido de los padres de la víctima y vivía temporalmente en la vivienda familiar por motivos de trabajo. El presunto pederasta aprovechó una “breve” ausencia del domicilio de los progenitores para cometer el delito, según ha informado la Guardia Civil.

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El detenido, del que no se conoce la nacionalidad, había residido en varias ocasiones con esta familia por temas laborales “comunes” con el padre. En esta ocasión, y aprovechando que la pareja había salido para hacer unos recados, aprovechó que se quedó a solas con la cría para supuestamente abusar de ella. La niña se lo contó a su madre en cuanto esta regresó a casa.

Se inició entonces una “fuerte discusión” y la mujer echó al agresor del domicilio, tras lo que presentó una denuncia. Una vez iniciadas las pesquisas, los investigadores del Equipo Mujer-Menor (Emume) de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Málaga dieron credibilidad al relato de la menor sobre lo que había pasado, ya que lo contó de forma “coherente y ordenada”.

La Guardia Civil inició las gestiones oportunas para la plena identificación del supuesto pederasta y su localización, y certificó que había huido de España en cuanto salió de la vivienda en la que había estado residiendo, con el objetivo de eludir la acción policial. La fuga, en un país europeo que no ha sido facilitado, se prolongó durante una semana, explican fuentes del instituto armado. Los agentes contactaron telefónicamente con él en varias ocasiones hasta convencerlo de que regresara voluntariamente.

“Será mejor para ti, porque la búsqueda no va a parar y se dictará una orden europea de detención”, le dijeron los investigadores en las cinco o seis llamadas que hicieron al supuesto agresor, al que recordaron que si respondía a la denuncia podía ofrecer su versión de los hechos “de forma legal”. El hombre regresó a España el pasado 13 de junio y fue arrestado nada más bajarse del avión en el aeropuerto de Málaga.

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