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España cierra con Perú otra repatriación récord

La mitad de los 67 trasladados acordados son presos por tráfico de drogas y el resto nacionales en condiciones vulnerables

Javier Casqueiro
El presidente peruano, Martín Vizcarra, el pasado 5 de junio.
El presidente peruano, Martín Vizcarra, el pasado 5 de junio. Ernesto Arias (EFE)

El Ministerio de Exteriores español ha cerrado otro acuerdo de repatriaciones récord con el nuevo Gobierno de Perú del presidente Martín Vizcarra. Los españoles que están siendo “trasladados” a Madrid, a donde llegarán en la tarde de este viernes al aeropuerto de Torrejón, deberían alcanzar la cifra de 67, a la espera de un problema de firma de cinco conmutaciones de penas del presidente peruano. La mitad de los repatriados son presos con condenas de tráfico de drogas en lúgubres cárceles peruanas y el resto nacionales sin apenas recursos.

El avión fletado por el Ministerio de Exteriores español procedente de Lima tendría que aterrizar en la base oficial de Torrejón en la tarde de este viernes con 67 repatriados a bordo, una cantidad récord que se suma a los 66 que se alcanzaron en septiembre del año pasado. Ambas operaciones se basan en un acuerdo teórico de traslados firmado entre las dos naciones en 1986, que entró en vigor un año después, y que se ha ido aplicando a cuenta gotas desde entonces. Lo excepcional son estos vuelos masivos pero lo relevante es el resultado, con la repatriación sobre todo de importantes contingentes de presos que sufrían condiciones muy precarias en los duros penales peruanos y especialmente en el de Callao.

De los 67 casos ahora pactados entre ambos ejecutivos, 36 son detenidos en cumplimiento de condena en Perú (27 hombres, uno en silla de ruedas, y cuatro mujeres) y 31 son ciudadanos con graves problemas de subsistencia (23 de ellos exdetenidos y una con dos hijos menores). En el grupo general hay cinco presos a los que el presidente peruano había decidido conmutar su pena, aunque no estaba cerrado su desplazamiento ahora por la falta de la firma presidencial en el decreto. Ese escollo parece que se arregló en la noche de este miércoles. Desde el Ministerio de Exteriores, María Victoria González, directora general de asuntos consulares y migratorios y de los españoles en el exterior, agradeció las facilidades dadas en estos últimos años por las autoridades peruanas para solventar las condiciones de vida de unos expatriados "que se ponen como locos de contentos en cuanto pisan tierra española".

Presos y vulnerables

La mayoría de los presos ahora trasladados desde Perú fueron condenados a penas de seis o siete años por delitos relacionados con el tráfico de drogas, como sucede con el 63% de los 1.033 encarcelados españoles actualmente en penales extranjeros. Con esta operación aún quedarán en cárceles de Perú 84 españoles, pero ese país pasa de las primeras a la cuarta posición de naciones con mayor número de prisioneros nacionales tras Francia (186), Portugal (95), Alemania (89) y por delante de Marruecos (71). El Gobierno, a través del consulado, y los abogados de los afectados tardan entre uno y dos años en tramitar todos los papeles necesarios.

La mayoría de los beneficiados en esta repatriación masiva se han hospedado en estos días en la casa de acogida La Esperanza, de Lima, regentada por unas monjas. Desde allí Mario Ibárzabal López, de 76 años, exempresario arruinado e inventor de productos médicos de alta tecnología, esperaba su retorno a Bilbao para dejar de vivir de la caridad y recuperar algo de lo perdido en los últimos años en crudas disputas familiares. O Sabrina Kuku, soltera y con dos hijas, que emigró a Lima en 2008 para huir de los trabajos y riesgos de la noche en Barcelona y ahora se sentía “presa y vulnerable” en un país con el que mantenía una deuda por una multa de inmigración.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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