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La marcha en apoyo de los presos del ‘procés’ tensa a CC OO y UGT en toda España

Los sindicalistas rechazan que haya bajas masivas en sus organizaciones por este motivo, aunque no niegan que haya algunas puntuales

El presidente de Societat Civil Catalana (izquierda) y el secretario general de UGT (derecha), este viernes. L. PIERGIOVANNI EFEVídeo: L. PIERGIOVANNI (EFE)
Manuel V. Gómez

Los miembros de UGT y CC OO de toda España miran este domingo a Barcelona con el alma en vilo. La participación de sus organizaciones catalanas en la marcha de apoyo a los presos del procés ha provocado tensiones en las últimas semanas, apunta la quincena de sindicalistas consultados. El miércoles emitieron un comunicado que ha calmado algo los ánimos: se criticaba el “abuso de la prisión preventiva”, pero se exigía con claridad un Govern “constitucional y estatutario”. Así han dado explicaciones a los afiliados que las han pedido, que no han sido pocos, admiten ambas centrales, que rechazan que haya una fuga masiva de afiliaciones.

La crisis y el terremoto político catalán han vuelto a tener sacudidas en UGT y CC OO. Y no solo en esas uniones territoriales, también lo ha hecho en el resto de España. Este enésimo capítulo arrancó en los umbrales de la Semana Santa, cuando las organizaciones catalanas se sumaron a la organización Espai Democràcia Convivéncia junto a las independentistas ANC y Òmnium Cultural. “Sí he recibido cartas y llamadas de afiliados que me han pedido explicaciones”, admiten varios dirigentes sindicales.

Estos mismos dirigentes, territoriales y sectoriales, rechazan que esté habiendo bajas masivas en sus organizaciones por este motivo. No niegan que haya algunas puntuales, pero nada “significativo”, admiten, por ejemplo, en la unión andaluza de UGT. Muchos hacen referencia a Cataluña, donde las bajas llegan por los dos lados: entre los independentistas, por considerar tibia la postura sindical, y entre los constitucionalistas, por la visión contraria. Pero cuando hablan de sus ámbitos de actuación niegan caídas importantes de afiliación, aunque remiten al futuro inmediato para dar un saldo final: “Pregúntame dentro de un mes”.

“Es evidente que la situación ha provocado incomodidad”, admite Fernando Lezcano, secretario de Organización de CC OO. Algo más elevan el tono otros sindicalistas de esta central y de UGT, que piden anonimato. También los hay que lo reducen a un problema de comunicación.

Sin embargo, todas las fuentes consultadas tratan de explicar —y comprenden— que sus ramas catalanas intentan tender puentes en una sociedad rota y ser organizaciones transversales con capacidad de ayudar a una salida al laberinto catalán. Ese ha sido uno de los argumentos más usados por Pepe Álvarez, el líder de UGT, la organización que ha tenido más problemas internos (pronunciamientos públicos de la unión territorial madrileña o dos ramas sectoriales andaluzas y una recogida de firmas digital), que repite en conversación con EL PAÍS: “Eso es clave”. El mismo argumento esgrimen en CC OO. “Es necesario que haya organizaciones transversales allí”, argumenta Agustín Martín, líder de la federación de Industria.

Pero son conscientes de que ese mensaje no llega y de que marchar en compañía de las organizaciones independentistas ANC y Òmnium no ayuda nada. En UGT hay quien señala al mensaje que se transmite por los medios de comunicación: “Dijimos que no iba a figurar la expresión presos políticos y está hecho. Y el comunicado de llamamiento a la manifestación no habla de independencia, y lo suscriben esas dos organizaciones. Nadie lo destaca”, lamentan.

Lezcano, de CC OO, sitúa el foco en el punto de encuentro en ambas confederaciones. “Hemos modulado la posición hasta un elemento que nos permita reconocernos a todos”. Se refiere al comunicado conjunto emitido el miércoles y que en su sindicato recibió el respaldo unánime del consejo confederal.

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Punto de encuentro

Ese comunicado alivió la situación y, en palabras de Álvarez, de UGT, “ha servido para situar la posición con claridad”. En él se critica la inmovilidad del Gobierno central, el “abuso de la prisión preventiva” y la tipificación “desproporcionada” de algunos delitos, pero también se rechaza la vía unilateral, se apuesta por una reforma constitucional hacia un Estado federal y se exige de forma “urgente” un Govern constitucional que abandone el procés.

Aunque si el comunicado ha sido un alivio, desde luego, no ha zanjado el tema. El mismo día que se emitió, por la noche, la sección sindical de UGT de Renfe en Barcelona se desmarcó de la decisión del sindicato en Cataluña de secundar la manifestación.

Este capítulo hace pensar a la mayoría de fuentes consultadas que, probablemente, el terremoto catalán siga produciendo sacudidas en ambos sindicatos. Aunque también esperan que este episodio les haya servido para aprender algo. En UGT y CC OO indican que en todas las reuniones que ha habido estos días, se ha reclamado a todos los actores que tienen que tomar decisiones sobre este punto —especialmente a los dirigentes catalanes— que haya más coordinación e información con el resto de la estructura.

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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