_
_
_
_
_

Los Mossos crean una asociación constitucionalista

La Unió de Mossos per la Constituciò busca “que se pierda el miedo”

Patricia Ortega Dolz
Los Mossos detienen a una persona durante el acto del Rey Felipe VI en la Escuela Judicial este lunes.
Los Mossos detienen a una persona durante el acto del Rey Felipe VI en la Escuela Judicial este lunes. Getty

La han llamado Unió de Mossos per la Constitució (UCM, Unión de Mozos por la Constitución). Se han organizado a golpe de mensajes de WhatsApp “superando muchos temores”, aseguran. De momento, son solo “unos 300” de 17.000 mossos, repartidos por las cuatro provincias catalanas, “con mayor presencia en Barcelona y Tarragona, y menos en Girona y Lleida”. Dicen que “la idea es atreverse a salir de las catacumbas en las que quieren encerrarnos y normalizar el respeto al Estado Derecho”.

Más información
Mossos, un cuerpo en la encrucijada
Los Mossos, partidos por la mitad

El presidente de la nueva asociación constitucionalista de Mossos d'Esquadra es Ángel Gómez Sánchez, un mosso en activo destinado en una comisaría de Hospitalet de Llobregat que hace más de 10.000 atestados al año. “La asociación surge simplemente del intercambio libre de opiniones entre gente con la misma fe, por decirlo de algún modo, y nuestro objetivo principal es que la gente pierda el miedo y que vea que no pasa nada”, explica. “Los 300 que somos vamos a actuar como canal de captación de una sensación mucho más generalizada de lo que parece pero que permanece oculta por miedo”, dice.

Aseguran encontrarse en “un conflicto civil, en el cual, ante el cariz de los acontecimientos en esta Comunidad Autónoma, diferentes sectores de la sociedad civil están efectuando una toma de posiciones, como la instauración, mediante secesión política, de una fractura de la nación española, que conlleva una pérdida de derechos y libertades en el marco de un régimen totalitario de ideología única basada en criterios etnicolingüísticos, con las consiguientes secuelas de pérdida de conceptos básicos como la igualdad ante la Ley, separación de poderes y otros tales como el genocidio cultural mediante la represión de la enseñanza, y de la historia y manifestaciones culturales del grupo humano mayoritario no catalanoparlante”.

Los portavoces de la nueva asociación, que no pide ni siquiera cuotas a sus socios y que se ha dado de alta en Madrid porque “solo busca unir afinidades”, entienden que en la sociedad catalana se ha tejido “una escrupulosa y paciente tela de araña en forma de red clientelar que se extiende por la Administración pública autonómica (y el entramado civil vinculada a esta) mediante subvenciones o contratos derivados de concursos públicos”.

Aseguran que “el Estado ha dejado vendido a un sector importante de la sociedad catalana y nosotros lo que hemos hecho es ocupar ese vacío, recoger un testigo abandonado, mojarnos para reconducir el Estado Derecho”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

No obstante, no dejan de ser un número minoritario del colectivo de Mossos d'Esquadra (el 2% de la plantilla), que se siente “acorralado” por la situación creada a raíz del proceso independentista.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_