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Catalá estima ofensivo el lazo amarillo mientras hay catalanes amenazados

El ministro de Justicia reduce a "discrepancias jurídicas" la sentencia alemana sobre Puigdemont

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, durante la sesión de control al Gobierno.Foto: atlas | Vídeo: ULY MARTÍN ATLAS

Con Mariano Rajoy en Argentina y sin la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, se ha convertido en la principal voz del Gobierno en la sesión de control del Congreso de los Diputados. En un tono incandescente, Catalá ha reprochado al portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano, que pueda lucir en la solapa el lazo amarillo que reivindica la libertad de los presos independentistas catalanes, mientras en Cataluña quienes están en contra del independentismo carecen de la libertad de la que él goza.

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Catalá ha indicado a Campuzano que “tiene mucha suerte” de poder manifestarse en libertad en la Cámara. “Usted puede venir con ese lazo, que es ofensivo, porque dice que hay presos políticos en España, mientras otros en Cataluña no pueden hablar porque les amenazan, les pintan en sus viviendas, les escrachan”, le ha reprendido visiblemente alterado. Catalá ha negado que en España haya presos políticos, como defiende el movimiento independentista catalán, sino “políticos presos”.

“Usted puede venir aquí a decirlo tranquilamente, y sin embargo hay otros que en Cataluña no pueden hablar ni pueden pasear porque les amenazan y les pintan en sus casas. Y a ustedes eso no les importa. Eso es lo que han conseguido: un clima de confrontación gracias a sus planteamientos que están haciendo un gravísimo daño a la democracia”, ha contestado a Campuzano en tono recriminatorio

El ministro ha rebajado a discrepancias jurídicas el hecho de que el tribunal alemán no haya considerado el delito de rebelión en la petición de extradición del expresidente catalán Carles Puigdemont por parte de la justicia española. “Que lo aclaren los sistemas judiciales, que para eso están”. Frente a las suspicacias expresadas por el PDeCAT, que ha calificado la sentencia alemana como “un varapalo tremendo a toda la estrategia política y judicial desarrollada por el Gobierno” al cuestionar “el falaz relato de la violencia con el que se justifican las acusaciones de rebelión”, el ministro ha manifestado su convicción en la separación de poderes y ha asegurado que el Gobierno la va a respetar.

Campuzano ha considerado que "la decisión alemana es una oportunidad de rectificar". "Tengan el coraje político de rectificar, abran el diálogo político", ha requerido al Gobierno.

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El responsable de Justicia ha negado, asimismo, a la portavoz de En Comú Podem, Lucía Martín, que esa decisión judicial haya empañado la imagen de España porque “las decisiones jurídicas nada tienen que ver con la calidad de la democracia”. Catalá también ha rechazado que España constituya una anomalía en Europa y ha esgrimido que es el tercer país que menos condenas ha tenido en los últimos años en relación con los derechos de los ciudadanos: “Si alguna anomalía hay, es la de los partidos que se ponen del lado de los que no están construyendo Europa, de los xenófobos, los fascistas y los radicales”.

En otra intervención, el ministro de Justicia ha negado que la detención reclamada por Suiza de Hervé Falciani, el informático que sacó del banco privado suizo HSBC la mayor lista de evasores fiscales de la historia, tenga como fin intercambiarlo por políticos catalanes que se encuentran en ese país y que están investigados por el proceso independentista.

Choque por el modelo educativo catalán

El Gobierno ha protagonizado otro choque parlamentario con Cataluña como telón de fondo. Ha sido entre el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, y el portavoz de Ciudadanos Juan Carlos Girauta. “Llámeme excéntrico, pero ¿sería mucho pedir que se pudiera estudiar en español en España?”, ha preguntado Girauta. "No le llamo excéntrico, le llamo demagogo porque en España se estudia en español", le ha respondido Méndez de Vigo

El contexto de la pregunta de Ciudadanos es que la hoja de inscripción para acceder a la educación obligatoria en Cataluña para el próximo curso no incluye ninguna casilla para optar entre catalán o en castellano, como había anunciado el Gobierno. Girauta ha pedido por ello responsabilidades, mientras que el ministro le ha afeado que Ciudadanos no tenga responsabilidades de gobierno “en ningún lado” y su acción sea “mandar tuits” y hacer “discursos demagógicos”, que tenga 36 diputados en el Parlament de Cataluña y "no hayan hecho nada" al respecto.

El ministro ha recordado a Girauta que en España no hay un modelo educativo trilingüe, como exige Ciudadanos, sino de cooficialidad, con la posibilidad de una tercera lengua, y le ha conminado a "enterarse de la realidad": "Con el artículo 155 no se puede modificar una ley del Parlamento catalán".

Méndez de Vigo también ha tenido que hacer frente al polémico máster de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, a instancias de la diputada socialista Meritxell Batet. El ministro ha insistido en que no es un asunto político, sino "un tema universitario", y ha pedido al PSOE que deje a la universidad que resuelva sus problemas porque "los resuelve bien". Batet ha acusado al PP de haber "creado un problema a la universidad pública" y ha instado al ministro a defender “el prestigio, el respeto y la confianza” en la Universidad Rey Juan Carlos.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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