_
_
_
_
_

Los ‘otros’ profesores de Cifuentes: “El escándalo del máster nos está haciendo mucho daño”

Los docentes que aprobaron asignaturas a la presidenta están preocupados por su reputación. El Gobierno pide explicaciones a uno de sus altos cargos, profesor de la URJC

Cristina Cifuentes durante la Convención Nacional del PP este fin de semana en Sevilla.Foto: atlas | Vídeo: Aitor Alcalde Colomer

Cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, reconoció el 5 de abril ante el pleno de la Asamblea regional y en una rueda de prensa posterior que aprobó su ya célebre máster sin ir a clase ni hacer exámenes, no solo se enredó aún más en su maraña, sino que dejó víctimas colaterales en potencia: la decena larga de profesores que le aprobaron las asignaturas. Les comprometió con esta frase: “Lo acordé con la dirección del máster y el profesorado y de esa forma se hizo”.

Más información
La presidenta del tribunal de Cifuentes dice que ella no firmó el acta del máster
Cristina Cifuentes y el caso máster, últimas noticias en directo

Esos profesores, la mayoría con relativo prestigio en sus campos respectivos, se encuentran desde entonces en una encrucijada: dudan entre hablar abiertamente sobre su participación en la evaluación de Cifuentes o esperar a que se desarrollen los acontecimientos. Por ahora, ninguno de ellos ha sido citado por la comisión interna designada por la Universidad Rey Juan Carlos para depurar responsabilidades. Pero saben que en cualquier momento les puede sonar el teléfono.

“A ver si termina todo esto; no te imaginas el daño que nos está haciendo: seminarios cancelados por los ponentes, contratos de edición con editoriales de prestigio que se posponen sine die…”, enumera uno de los docentes consultados por EL PAÍS, que también pide anonimato.

"Nos cancelan seminarios, perdemos contratos de edición", se queja uno de los profesores

Enrique Álvarez Conde, Cecilia Rosado, Clara Souto y Alicia López de los Mozos han estado desde el principio en el centro de la polémica por su relación con el inexistente Trabajo Fin de Máster (TFM) de Cifuentes y un acta presuntamente falsificada. Los otros han intentado mantenerse al margen. Muchos alegan que como el tema está siendo investigado por la universidad y los tribunales, deben guardar silencio. Todos lo que han hablado sostienen que no tienen nada que ocultar.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Dos profesores, que se consideran directamente perjudicados porque sus firmas fueron presuntamente falsificadas en actas de convalidación, adelantadas por eldiario.es, han anunciado que tomarán medidas legales. Ninguno es titular en la URJC, sino que actuaron como profesores visitantes para impartir partes de las asignaturas. Una es Ángela Figueruelo, catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad de Salamanca. Asegura, tal como ha confirmado este diario, que no es ni su letra ni su firma los que aparecen en las actas.

“Modalidad de impartición: presencial”

Pese a que hay profesores que defienden que sus asignaturas eran “semipresenciales” y Cristina Cifuentes reconoce sin ambages haber aprobado sin asistir a clase, lo cierto es que el máster oficial en Derecho Público del Estado Autonómico de la URJC era de la modalidad “presencial”. Así consta en distinta documentación, como el folleto que recibieron los alumnos en los primeros días de clase. La duración era de un curso académico, de septiembre a junio, y constaba de 60 ECTS. Un ECTS es la unidad de medida de las asignaturas, que valora las horas que el alumno dedica al estudio (clases, tutorías, seminarios, trabajos, exámenes…), y no solo las horas lectivas, como ocurría con los antiguos créditos universitarios. Un ECTS equivale a entre 25 y 30 horas de trabajo.

Alfredo Allué, profesor titular de Derecho Constitucional de Universidad de Valladolid, afirma tajantemente a EL PAÍS que su firma se utilizó de forma fraudulenta. “La firma es absolutamente falsa. No aguanta un asalto en una pericia caligráfica. Es muy burdo. Mi z aparece igual a la de Enrique Álvarez Conde (director del máster)”, asegura. Allué explica que impartió cuatro horas de clase en octubre de 2011 sobre el papel de las comunidades autónomas en la Unión Europea. Cenó con sus anfitriones y se volvió al día siguiente. Pactó con ellos no intervenir en la puntuación. Otro docente de breve paso por el máster confirma que en esos casos ellos se desentendían de las notas. Era el titular el que las ponía.

Son 11 los profesores que calificaron a Cristina Cifuentes en nueve asignaturas con cinco sobresalientes, dos notables y dos aprobados. Las otras tres asignaturas, en las que la alumna obtuvo dos aprobados y un notable, fueron las convalidaciones que ahora se están verificando porque contienen firmas de profesores presuntamente falsificadas. Se trata del 7,5 obtenido en La financiación de las comunidades autónomas y de las entidades locales, impartida por Pablo Chico y Jesús Ruiz-Huerta (y cuya nota fue cambiada en 2014, dos años después de acabado el máster), y otras dos asignaturas de la profesora Susana Galera que Cifuentes no cursó.

Aparte de estas convalidaciones, la presidenta de la Comunidad de Madrid logró sobresalientes en cinco materias impartidas por Alicia López de los Mozos, Rosario Tur, Clara Souto, Enrique Álvarez Conde, Rodrigo Martín y Esther González. Notables en asignaturas de Susana Galera, Cecilia Rosado y Jesús Primitivo Rodríguez. Y aprobados, uno por los pelos (un cinco) en clases de Manuel Arenilla y Elena Pérez.

Alto cargo del Gobierno de Rajoy

En el ámbito universitario, pero también en el político, preocupa especialmente la reputación de uno de los profesores, alto cargo del Gobierno de Mariano Rajoy. Se trata de Manuel Arenilla, catedrático de Ciencia Política en la URJC desde 2005 y Administrador Civil del Estado en excedencia. Arenilla es desde marzo de 2012 director del Instituto Nacional de Administraciones Públicas, el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda que se encarga de la formación de los empleados públicos. El profesor ha tenido que dar explicaciones a sus superiores en el ministerio.

Muchos alumnos iban becados

Muchos de esos estudiantes cursaron los estudios becados por sus centros de trabajo. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, envió a varios de ellos ese mismo año pagándoles las tasas. “Directamente te ofrecían hacer ese máster”, asegura un exalumno, que también pide no ser identificado. “Era una buena oportunidad para formarse y empezar el programa de doctorado, si lo que te interesa es seguir una carrera académica”, añade.

Arenilla calificó con un 5 a Cifuentes en la asignatura que impartía, Los servicios públicos autonómicos y locales en la función pública, que constaba de 10 horas de clase que se impartieron en enero de 2012. En conversación telefónica con EL PAÍS, asegura estar muy tranquilo, dice que ha revisado sus archivos y que “todo está correcto”. “Mi asignatura era semipresencial”, asegura cuando se le pregunta si alguna vez vio a Cristina Cifuentes en las clases. “No tenía por qué verla. Hubo alumnos que optaron por esa modalidad: no asistir a clase y presentar solo el trabajo final. Si lo hacían así, como máximo podían obtener un 6, tal y como se recoge en la guía docente de mi asignatura”, añade.

Arenilla no conserva el trabajo con el que Cifuentes aprobó. “Se destruyen todos a los cinco años”, afirma. Pero asegura que sí lo presentó. Ni por email ni en persona sino “a través de la dirección del máster”. Nunca tuvo contacto con ella. Sobre la flexibilidad que afirma la presidenta que le dieron los profesores asegura que se trataba de un máster “dirigido a altos funcionarios, de nivel directivo” y que había que buscar “un equilibro” para “facilitarles el acceso y que se pudieran formar”. Arenilla ocupa el mismo puesto que en los años noventa tuvo el catedrático Enrique Álvarez Conde. Este estuvo al frente del INAP entre 1996 y 1999, con Mariano Rajoy como ministro de Administraciones Públicas. 

"Cosas raras en las actas"

Uno de los notables de Cifuentes lo puso la profesora de la URJC Susana Galera. Tras la rueda de prensa del primer día, el 21 de marzo, esta investigadora revisó sus papeles y detectó  "cosas raras en las actas históricas", reconoce a este diario. Así que tres días después lo puso en conocimiento de Inspección de Servicios. No quiere especificar más a la vista de la actuación de la Fiscalía.

Rodrigo Martín, doctor especializado en Derecho el Trabajo y Seguridad Social, le puso un 9 a la presidenta, según el certificado académico de Cifuentes. Martín asegura que no recuerda a Cifuentes, que si le puso un 9 es porque lo merecía y que él no ha participado en irregularidad alguna. “Yo no sabía que estaba en clase, pero si tiene un 9 es porque hizo los trabajos y se examinó”, asegura.

Sobre la falta de asistencia a las clases –el master era presencial-, Martín subraya que no pasaba lista y que la asistencia era dispar -”a lo mejor venían 12 de 20”-, algo que, en su opinión, no era tan raro porque el máster era una evolución del antiguo doctorado, explica. “Teníamos un sistema de casos prácticos cada 15 días que se enviaban a los alumnos y un examen. En mi asignatura no ha habido ninguna irregularidad. Si tiene un 9 es que hizo los trabajos y el examen, pero también tengo alumnos de 9,5”, dice este profesor.

"Mi honor y mi prestigio están en juego, pero sé que no he cometido irregularidades", asegura un docente

Cecilia Rosado, la única profesora que sí firmó el acta falsificada del TFM Cifuentes, compartía su asignatura, Los derechos y libertades en el ámbito autonómico y local con otro docente, Jesús Primitivo Rodríguez, titular de Derecho Civil en la URJC. “Di pocas horas de clase porque mi parte era breve. Mi honor y mi prestigio están en juego con esta situación, pero sé que no he cometido ninguna irregularidad. Nadie me dijo que Cifuentes estaba en ese máster y por lo que he visto en la prensa, le di clase después de que se matriculara, no antes. Ella figura en las actas oficiales", asegura.

Pablo Chico, el profesor que envió una carta asegurando que había examinado a Cifuentes en junio de 2012 "personalmente", que le había puesto un 7,5 y que luego había cambiado la nota de no presentado a notable en 2014 porque previamente había habido un error de transcripción, no ha ofrecido ahora explicación alguna al por qué, si su asignatura fue convalidada, asegura que Cifuentes hizo el examen. Ayer no respondió a este diario, pero en días anteriores aseguró que en su caso la presidenta de la Comunidad "sí se examinó", que como en tema está en manos de la fiscalía prefería que fueran "los representantes de la universidad los que dieran más información" y que él, al igual que el resto de la comunidad educativa espera "se de a conocer a la mayor brevedad".

Uno de estos docentes asegura estar muy preocupado por el efecto que pueda tener en su carrera que se le relacione con un caso que ya está investigando la justicia. “Esos másteres no son exigentes, ni en mi universidad ni en ninguna otra”, empieza su relato, que hace bajo condición de anonimato. “Son másteres organizados por un instituto”, añade, y explica que, para empezar, allí nadie controlaba la asistencia de los alumnos.

Este es el listado de las asignaturas que cursó CIfuentes, la nota que obtuvo y los profesores que las impartieron:

Los ordenamientos jurídicos autonómicos y locales, su incidencia en el sistema de fuentes

Pablo Chico y Jesús Ruiz-Huerta

Jesús Primitivo Rodríguez y Cecilia Rosado

Manuel Arenilla

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_