_
_
_
_
_

El escándalo rompe el ‘statu quo’ del rector con sus antecesores

Ramos confía la gestión a un grupo muy reducido

El rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Javier Ramos.
El rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Javier Ramos.Víctor Sainz
Elisa Silió

El ingeniero de Telecomunicaciones Javier Ramos ganó hace un año unas controvertidas elecciones a rector de la Universidad Rey Juan Carlos aupado por el respaldo de Fernando Suárez, el rector acosado por las denuncias de plagios. En estos meses, según distintas fuentes, Ramos se ha ido alejando del círculo de poder que le permitió ganar los polémicos comicios para refugiarse en un grupo reducido de personas que no llegan a la decena. Y la traca final ha llegado ahora. Primero, el 22 de marzo, abrió un cordón sanitario respecto a sus antecesores en el cargo —Pedro González-Trevijano, rector cuando Cristina Cifuentes cursó el máster, y su discípulo Fernando Suárez, rector cuando se alteraron las notas— al anunciar una investigación reservada sobre la obtención de un posgrado por la presidenta madrileña Cristina Cifuentes. Y el remate lo dio ayer en la rueda de prensa, al afirmar que no consta el acta de la defensa del trabajo, no le ha sido remitida la memoria del trabajo y no puede confirmar que la defensa del mismo haya tenido lugar.

Más información
El PP deja el futuro de Cifuentes en manos de la investigación judicial
Quién es quién en el ‘caso Cifuentes’
El director del máster de Cifuentes admite que el acta fue una “reconstrucción”

El día de su discurso de investidura, en febrero de 2017, Ramos enterró la investigación de los 15 plagios contrastados de Suárez, anunciada tres meses antes. El grupo de trabajo no llegó ni a conformarse. Distintas fuentes opinan que la clausura de la investigación fue la condición puesta por su antecesor para respaldarle. “Lo vamos a dejar todo en manos de la justicia y Aneca (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación)”, dijo Ramos a este diario. Las elecciones fueron seguidas con enorme preocupación —como ahora el caso Cifuentes— por el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Rafael van Grieken, viceconsejero una década, hasta el 2012, de la URJC.

En el equipo de Ramos se mantienen nombres de Suárez y se han incorporado caras nuevas. Hace justo un mes Ramos decidió prescindir de los servicios de la gerente general María Teresa Sánchez Magdaleno, en el cargo desde 2013 con Suárez. Luis J. Mediero Oslé, antiguo gerente de la Universidad de Salamanca, es su sucesor.

La desconfianza dentro de la universidad crece en los cinco campus. “La gente está cansada de pelear. Lo que no se puede hacer es pantallazos de los ordenadores. Tener el enemigo en casa es agotador”, se lamenta un profesor hastiado de ver en los medios los cotejos de los plagios de Suárez o el acta falseada con la que la presidenta regional obtuvo un posgrado en Derecho Autonómico.

La indignación en la institución es tal que algo empieza a moverse después de años de silencio. Este se impuso en 2013 cuando González Trevijano expulsó de la URJC a los 11 profesores sin puesto fijo del equipo de su contrincante electoral, David Ríos. Se enteraron del despido por una transferencia bancaria. Un año después, un juez obligó a readmitirles.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Ya con los plagios sobre la mesa, profesores y sobre todo alumnos comenzaron a criticar lo que ocurría en su universidad, pero ha sido ahora cuando la comunidad universitaria se ha revuelto contra lo que sucede. “Es la gota que ha colmado el vaso”, en palabras de la catedrática Carmen Caffarel, ex directora general de TVE y del Instituto Cervantes. Ella y una veintena de profesores, casi todos de izquierdas, impulsaron en change.org una carta en la que pedían llegar al final de las investigaciones por el bien de la universidad. Han firmado 5.000 personas.

Los alumnos, que ven como el título que obtendrán si estudian se devalúa por momentos, también protestan. El lunes se concentrarán por la tarde en el campus de Vicálvaro bajo el lema “A ella le han regalado el máster ¿y a ti?”. En el encuentro no solo denunciarán el supuesto fraude del posgrado de Cifuentes, sino la evidente endogamia en la plantilla que lastra la calidad de las clases. Además, planean celebrar pronto una clase de posgrado fuera de las aulas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_