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El CNI controló a Puigdemont desde su salida de Finlandia hasta su detención en Alemania

Un equipo de entre 10 y 12 agentes vigiló al expresidente en una operación con la policía española y la BKA alemana

Un vehículo en el que supuestamente va Puigdemont llega a la prisión de Neumuenster, en Alemania.Foto: atlas | Vídeo: CARSTEN REHDER (AFP) / atlas
Óscar López-Fonseca
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Un amplio equipo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha mantenido bajo vigilancia al expresidente Carles Puigdemont desde su llegada a Finlandia hasta su detención esta mañana en una carretera de Alemania cuando acababa de entrar en coche en este país procedente de Dinamarca, según han informado fuentes de la Seguridad del Estado. Puigdemont, en cualquier caso, había estado bajo vigilancia desde que a finales de octubre decidió fugarse a Bélgica, aunque los agentes se toparon con dificultades en este país para efectuar los seguimientos. El arresto se ha producido ahora en una gasolinera. En el mismo han estado presentes agentes del CNI.

El dirigente catalán, sujeto a una orden europea de detención y entrega, fue seguido mientras viajaba junto a otras cuatro personas (cuyas identidades no han sido facilitadas) a bordo de un vehículo Renault Espace con matrícula de Bélgica (acabada en 586), país al que se dirigía por la autopista A-7, hasta que fue interceptado a las 11.17 por la policía germana entre las localidades de Shuby y Jagel, 30 kilómetros al sur del límite entre ambos países, en el Estado de Schleswig-Holstein, el único con frontera con Dinamarca.

Las citadas fuentes aseguran que el CNI estrechó su control sobre Puigdemont desde el pasado viernes, cuando el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena reactivó la órdenes de detención contra él y los exmiembros de su Govern fugados. En ese instante, se activó un operativo que supuso el despliegue de un nutrido grupo de agentes en los países bálticos con el objetivo de cubrir cualquier itinerario que el expresident pudiera emprender para retornar a Bélgica. Las fuentes consultadas reconocen que en aquel momento desconocían si iba a intentar llegar a Alemania para alcanzar Bruselas por carretera, o intentaría cruzar desde Helsinki a Estonia por barco y, desde allí, retornar a la capital belga.

Los primeros pasos de Puigdemont -monitorizado por 12 agentes del servicio secreto- confirmaron que se había decidido por el periplo más directo, pero también el considerado por el CNI más favorable para proceder a su detención. Controlado desde su salida en Finlandia, en un primer momento los responsables del dispositivo barajaron su arresto en Dinamarca, donde precisamente los servicios secretos habían instalado su centro de mando para dirigir operativo. Sin embargo, se descartó al tener el convencimiento de que el expresidente iba a seguir su periplo por tierra en Alemania. Este país es considerado por España uno de los Estados de la UE con el que existen mejores relaciones de colaboración policial. Los servicios secretos españoles califican su relación con sus colegas alemanes de "excelentes".

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Según su anfitrión en Finlandia, el parlamentario Mikko Käärnä, el expresidente abandonó Finlandia en la tarde del viernes. Fuentes del aeropuerto de Helsinki no pudieron confirmar tal información. Lo más probable es que Carles Puidgemont viajara en la tarde del viernes en alguno de los grandes transbordadores que cubren la ruta Helsinki-Estocolmo. Estas embarcaciones tardan en hacer el recorrido entre 14 y 16 horas, lo que significa que el expresidente habría llegado a la capital sueca este sábado a media mañana.

Desde Estocolmo a la frontera danesa-alemana hay, aproximadamente unos 1.200 kilómetros, lo que significa unas cuantas horas de coche. Posiblemente, él y su comitiva hayan pasado la noche en territorio danés, informa Adrián Soto. Puigdemont se dirigía a Bélgica para ponerse a disposición de las autoridades judiciales de ese país, como ya han hecho los tres exconsejeros refugiados allí, según su abogado en España, Jaume Alonso-Cuevillas. El expresidente se encuentra ahora en una comisaría de la localidad de Schlewsig.

Los servicios de inteligencia españoles han estado trabajando en cooperación con la Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania (BKA) y la Comisaría General de Información de la Policía Nacional española, informa Patricia Ortega Dolz. La detención se ha producido en virtud de la Orden Europea de Detención y Entrega del 23 de marzo, emitida por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, por un delito de rebelión, con ámbito de difusión Schengen.

El vice fiscal general en Schleswig Holstein, Ralph Döpper, ha confirmado que “el señor Puigdemont está en custodia policial”, según cita la DPA y había confirmado con anterioridad a EL PAÍS la policía regional. La agencia alemana de noticias añade que la decisión acerca de si el expresidente regional será puesto a disposición judicial para ser extraditado se tomará “con cierta probabilidad solo mañana”, en palabras de Döpper. La decisión la adoptará la corte de primera instancia Schleswig Holstein. “Estamos solo al comienzo de nuestra investigación”, ha añadido, según  informa Ana Carbajosa.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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