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Los hospitales de Málaga harán análisis de burundanga a víctimas de agresiones sexuales

Los centros públicos ponen en marcha un protocolo que coordina la atención sanitaria, policial y judicial

Manifestación en apoyo a la mujer presuntamente violada en los Sanfermines de 2016.
Manifestación en apoyo a la mujer presuntamente violada en los Sanfermines de 2016.Carles Ribas

Los seis hospitales públicos de la provincia de Málaga han puesto en marcha un protocolo que coordina la atención a las víctimas de agresiones sexuales e incluye la detección de sustancias como la burundanga ante posibles casos de sumisión química. Este procedimiento se ha probado durante un año en el Hospital Costa del Sol, en Marbella, y simplifica los trámites para las exploraciones, la toma de muestras o la presentación de la denuncia. “Atendemos los casos con más celeridad, calidad y eficiencia”, ha subrayado Carmen Agüera, médico adjunto del Servicio de Urgencias de este centro hospitalario.

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El protocolo se activa cuando una víctima acude al hospital tras haber sufrido una supuesta agresión sexual. Se avisa al Servicio de Emergencias 112, que alerta a la policía o a la Guardia Civil. Los agentes, a su vez, solicitan al juzgado de guardia la presencia de un forense para abordar una actuación conjunta. Así se evita que la víctima vaya “de un lugar a otro para explicar las cosas una y otra vez”, ha añadido Agüera. Se posibilita, por ejemplo, que la denuncia se presente en el mismo centro. Si esa persona acude primero a dependencias policiales, es derivada a un centro hospitalario.

Estas pautas de actuación se dirigen a mujeres, aunque se extienden a otras formas de violencia sexual sobre varones y menores. Durante el tiempo en que el procedimiento se ha experimentado en el Hospital Costa del Sol, se han atendido 47 posibles agresiones sexuales y se han tomado muestras a 21 víctimas ante la sospecha de que en ese delito podía haber mediado la sumisión química, una información que se obtiene a través de la entrevista personal y del relato de los hechos. Agüera ha recordado que el rastro de sustancias como la escopolamina, la base de la conocida como burundanga, o la benzodiacepina, supuestamente utilizadas para anular la voluntad de una persona, desaparece de la sangre no más allá de las seis horas.

El documento de coordinación ha sido elaborado por responsables médicos de los seis hospitales públicos de la provincia de Málaga y personal del Instituto de Medicina Legal, en colaboración con las fuerzas y cuerpos de seguridad y del 112. El procedimiento se da por concluido cuando la víctima es atendida de sus lesiones físicas y emocionales, se ha prescrito tratamiento profiláctico y se ha establecido el seguimiento clínico y sociosanitario. Tras probarlo en la red de centros hospitalarios públicos de Málaga, se implantará en el resto de provincias andaluzas.

A petición de la policía y de la Guardia Civil, la toma de muestras para detectar posibles sustancias de sumisión química se extiende también a otros delitos como robo o extorsiones.

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