Las Fallas de Valencia más protegidas ante la amenaza yihadista
El aumento de la seguridad mitiga la imagen de caos callejero que caracteriza a las fiestas
La seguridad se ha redoblado este año en las Fallas de Valencia ante el peligro que representa el terrorismo yihadista. Una de las medidas más visibles son las dotaciones de policías provistos de armas largas y grandes escudos que custodian cada día, ante furgonetas cruzadas en la calzada, los accesos de la plaza de la plaza del Ayuntamiento durante el disparo de la mascletà.
Pero el aumento de la vigilancia en las primeras Fallas tras los atentados que en agosto causaron la muerte a 16 personas en Barcelona y Cambrils, afecta a otros elementos y ha contribuido a mitigar la tradicional imagen de caos callejero de las fiestas, que concluyen el 19 de marzo con la cremà.
Las floristerías de la plaza del Ayuntamiento advierten de que el hecho de que algunas vías tengan que permanecer vacías durante varias horas al día les hacen perder muchas ventas
La unidad canina rastrea cada mañana el centro para prevenir la colocación de explosivos y más agentes de paisano que otros años recorren las grandes concentraciones. Hay helicópteros que las sobrevuelan y la policía revisa también las alcantarillas, explican fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, que dirige Juan Carlos Moragues.
Desde principios de marzo, cuando empezaron las celebraciones falleras, se ha intensificado la vigilancia en el aeropuerto y el puerto de Valencia, así como en los transportes de pólvora con destino a los diversos municipios con espectáculos pirotécnicos. Los controles a la ciudad de Valencia que realiza la Guardia Civil también han aumentado.
A lo largo de las fiestas más de 3.000 guardias y policías serán movilizados, lo que incluye el desplazamiento a Valencia de Unidades de Intervención Policial de otros puntos de España. A ellos se suman los 3.600 agentes de la Policía Local desplegados.
Corredores de evacuación
En las mascletades y espectáculos nocturnos de fuegos artificiales se han ampliado las zonas de seguridad. Y, por primera vez, se han abierto corredores de evacuación y entrada de servicios de emergencia en los que no puede haber fallas, carpas ni peatones. Ello ha generado imágenes insólitas en ediciones anteriores, como la de amplias zonas despejadas en la plaza del Ayuntamiento y su entorno a la hora de la mascletà.
Las comisiones falleras deben colgar este año, además, mapas con el circuito de evacuación en la entrada de sus sedes y sus carpas.
A mediodía, cuando se dispara la mascletà, en el Ayuntamiento de Valencia funciona un centro de coordinación integrado por la Policía Local, la autonómica y la nacional. Y, a partir del día 16, las estaciones de metro más céntricas permanecen cerradas desde las 12.30 hasta las 14.30.
Los cambios han levantado las críticas de algunos hosteleros y comerciantes, como las floristerías de la plaza del Ayuntamiento, que advierten de que el hecho de que algunas vías tengan que permanecer vacías durante varias horas al día les hacen perder muchas ventas en unas semanas especialmente lucrativas.
El Consistorio ha señalado que, además de mejorar la respuesta ante posibles atentados, las medidas facilitarán la evacuación de personas que sufran, por ejemplo, un infarto. La intensificación de los controles policiales, añaden desde la Delegación del Gobierno, también sirven para aumentar la detección de consumo de alcohol y drogas al volante.
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