Denuciados más de 1.000 autobuses escolares en menos de una semana por circular sin autorización
Cinco conductores dieron positivo por droga durante la campaña especial de la DGT
Miles de escolares viajan cada día al colegio en autobuses que no cumplen la normativa. Es lo que se desprende de los resultados de la campaña que realizó la semana pasada la Dirección General de Tráfico (DGT) dirigida a este tipo de transporte. En los cinco días que duró el dispositivo, hubo 2.353 denuncias sobre un total de 3.557 vehículos. De estas, 1.024 fueron por la ausencia de autorización para realizar el servicio.
Las infracciones de carácter administrativo fueron, con diferencia, las más frecuentes. Del total de autobuses, 1.416 fueron sancionados por alguna razón de este tipo, entre las que se incluyen, además de la ya mencionada falta del permiso adecuado, 338 denuncias por no contar con un seguro de responsabilidad civil ilimitado.
La antigüedad del vehículo —que, salvo algunas excepciones no deberá ser superior a los 10 años—, el cumplimiento de hasta una treintena de requisitos técnicos—, y disponer de la ITV en regla y de un seguro de responsabilidad civil son algunas de las condiciones obligatorias para la obtención del permiso administrativo que habilita para la realización del transporte escolar.
Durante el dispositivo se registraron otros incumplimientos recogidos en la normativa vigente, como la ausencia de acompañantes en 30 de los autocares interceptados y deficiencias en las puertas de servicio y emergencias —o en sus dispositivos de accionamiento— en 81 vehículos. Otra de las faltas más frecuentes fue la carencia en 104 ocasiones de la correspondiente señal V-10 que identifica a los autobuses utilizados para este fin.
Positivos por droga
El transporte escolar tampoco escapa a las principales infracciones en carretera. Cinco conductores dieron positivo en droga y nueve fueron sancionados por exceso de velocidad que, en este tipo de servicio, debe ser diez kilómetros inferior al límite máximo establecido para cada tipo de vía y vehículo.
La implantación obligatoria de sistemas alcolock —que impiden el arranque del vehículo si hay presencia de alguna sustancia— es, en opinión del director de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, Jesús Monclús, indispensable para prevenir situaciones de riesgo relacionadas con la conducción bajo los efectos de las drogas y el alcohol. "Los nuevos dispositivos permiten detectar consumos de drogas y deberían ser estándar en todo el transporte público, y empezando por el transporte escolar", concluye.
Monclús señala que, a pesar de que el autobús es el medio de transporte por carretera más seguro, —con un riesgo de accidente entre 10 y 20 veces menor que el del vehículo privado, según sus palabras—, es necesario exigir un mayor control, ya que afecta a niños. La renovación de las flotas, la obligatoriedad del cinturón, disponer de zonas de subida y bajada fiables y la colaboración de las asociaciones de madres y padres de alumnos y los colegios son, según el experto, fundamentales. En 2016 —el último año con datos disponibles— los autobuses escolares se vieron implicados en 32 accidentes en los que no hubo víctimas mortales, pero en los que sí resultaron heridos 17 ocupantes.
Sobre la firma
