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Renuncia “por dignidad” a su jefatura en el Hospital por las listas de espera

El especialista no solo renuncia al cargo sino que abandona también la sanidad pública “incapaz de tener las altas cualidades morales que esto exige”

Hospital Universitario de Pontevedra.
Hospital Universitario de Pontevedra. lalo r. villar

Tras más de un año reclamando medios humanos con los que frenar la imparable lista de espera de las intervenciones quirúrgicas de cataratas, el jefe de servicio de oftalmología del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHOP), Pedro Corsino, ha dimitido. “Por dignidad”. Recién cumplidos los 63 años, el especialista no solo renuncia al cargo sino que abandona también la sanidad pública “incapaz de tener las altas cualidades morales que esto exige”, según ha comunicado a sus compañeros.

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El pasado diciembre, y tras un año sin obtener respuesta de la Xunta de Galicia a su petición de que se dotase al hospital de más personal para operar en horario de tarde (sostiene que en cinco años se hicieron 80 cirugías en esa franja cuando anualmente se practican 1.500) el especialista anunció que renunciaría si no se paliaba la situación que deriva en las abultas listas de espera para las intervenciones.

La Consellería de Sanidade le contestó en enero que a partir de marzo se realizaría actividad quirúrgica “extraordinaria” por la tarde y el especialista renunció. “Por dignidad a mí mismo y a mis pacientes prefiero irme y que vega otra persona con más capacidad de convicción y que sirva de revulsivo”. Junto con su dimisión, el jefe de servicio pone sobre la mesa la denuncia del maquillaje de la listas de espera, la derivación de pacientes a centros privados y la contratación de horas extraordinarias de tarde. “Un gran número de pacientes están perdidos en el mar burocrático de las citas sucesivas de consultas por lo que no salen con números rojos en los cuadros de mando. No están, ergo no existen” en las listas oficiales, destaca, y rechaza la solución de derivar pacientes a la medicina privada, algo que considera que supone una “mala administración de los recursos públicos”.

Corsino sostiene que, frente a la cifra anunciada por la gerencia de que hay 488 pacientes con una media de espera de 45,9 días, la realidad es que en el purgatorio de las consultas sucesivas que no computan en listas de espera hay “1.364 pacientes con una demora de más de 14 meses” con lo que la lista “real” sería de “1.852 pacientes y con una media de espera de más de 16 meses”.

Las críticas de este jefe de servicio a la gestión del hospital pontevedrés no son las primeras. El pasado octubre el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anuló un concurso que había arrebatado la jefatura de Psiquiatría a otro especialista, Víctor Pedreira. El alto tribunal gallego consideró que se había producido una clara “desviación de poder” para apartar a Pedreira y otorgarle su plaza a una persona más próxima al gobierno de la Xunta. La devolución de la jefatura le llegó tarde a Pedreira: estaba ya jubilado tras cinco años de un largo procedimiento judicial. Como a él, los tribunales han devuelto sus plazas a otros jefes de servicio del CHOP.

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El colectivo Batas Blancas, del que Pedreira es uno de sus fundadores en Galicia, entiende que la carta difundida por Corsino informando de su dimisión destapa muchas denuncias presentadas por asociaciones y sindicatos sanitarios que el Servicio Galego de Saúde “niega sistemáticamente” entre las que destaca la del “maquillaje de las listas de espera” y “la total complicidad y servilismo que mantienen los jefes de servicio con las gerencias de los centros” nombrados “a medida de los actuales gobernantes y todos de forma provisional”, según este colectivo.

Horas después de hacerse pública la renuncia del jefe de oftalmología, el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, admitió la necesidad de mejorar este servicio y agradeció el trabajo del veterano especialista. Almuiña entiende que Corsino “decidió adelantar la jubilación dentro del ámbito personal y, posiblemente, dentro de las discrepancias de cómo mejorar el servicio” e insiste en su postura de no potenciar las operaciones por la tarde. El planteamiento, sostiene, “no puede ser que las intervenciones sean de mañana o de tarde; creemos que los servicios deben ser eficaces”.

Corsino asegura que no lo son. Sostiene que hay médicos para contratar pero priman los recortes que “perjudican la salud y el bienestar de los pacientes”.

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