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Jordi Sànchez, al juez: “Sabía que el referéndum del 1-O era ilegal, pero pensé que pasaría como en el 9-N”

El expresidente de la ANC afirma que dedujo que no habría cargas policiales de los mensajes telefónicos enviados por “representantes del Gobierno de España”

El País
 Jordi Cuixart y Jordi Sànchez en la Audiencia Nacional.
Jordi Cuixart y Jordi Sànchez en la Audiencia Nacional. Javier Barbancho

Jordi Sànchez, expresidente de la organización independentista Asamblea Nacional Catalana (ANC) y en prisión preventiva por presunta sedición desde el 16 de octubre, declaró ante el juez el pasado 11 de enero que era consciente de que el referéndum de independencia del 1 de octubre, que él alentó, era ilegal, pero que pensó que ocurriría como con el anterior referéndum ilegal (el del 9-N de 2014): que no habría consecuencias. Sànchez afirmó, además, que conserva mensajes telefónicos enviados por “representantes del Gobierno de España” en los días previos al 1-O de cuyo contenido él dedujo que no habría cargas policiales como las que finalmente se produjeron.

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Durante la declaración ante el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, cuya grabación publicó este miércoles La Vanguardia, el fiscal se dirige a Sànchez: “Le pregunto si sabía que era un acto ilegal, sí o no”. Él contesta: “Sí, el referéndum era un acto ilegal”. El fiscal le pregunta si, aun sabiéndolo, incitó a la gente a acudir a los colegios electorales para impedir que fueran cerrados. El expresidente de la ANC asegura que nunca llamó a “ocupar” los locales, aunque sí a colocarse delante de ellos, y añade: “Quizá nuestro error, mi error, fue pensar que, como ya sucedió el 9 de noviembre, habría una prohibición que haría que ese acto definido como referéndum no tendría unas consecuencias legales; y que habría una acción proporcionada de los cuerpos y fuerzas de seguridad [...] y que el recorrido de ese resultado era describible porque el Tribunal Constitucional lo había anulado de pleno derecho”.

“Hubo muchas conversaciones durante esos días, algunas de ellas con representantes del Gobierno de España, concretamente el 30 de octubre [se refiere al 30 de septiembre], y esas conversaciones, algunas de ellas están en mensajes telefónicos guardados, no hacían prever en ningún caso lo que ocurrió el 1 de octubre. Creo que eso lo puedo aportar si usted lo considera oportuno. Insisto, son comunicaciones privadas que a mí me hacían prever que podría haber en algún lugar alguna tensión, podría haber algún altercado, pero no lo que ocurrió el 1 de octubre”, agrega el activista. El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha negado este miércoles esos contactos.

Preguntado por los incidentes del 20 de septiembre, cuando una multitud impidió salir de la Consejería de Economía de la Generalitat a la comitiva judicial que realizaba un registro (y que es uno de los elementos clave en la investigación por sedición contra él y contra el expresidente de Òmnium, Jordi Cuixart), Sánchez sostiene que los daños a los vehículos policiales se produjeron, “en gran parte”, no por los manifestantes sino por los profesionales de la prensa, y que él y Cuixart se subieron a uno de los coches para pedir a la gente que abandonara la concentración cuando ya estaba fuera de control. “Nosotros a los vehículos subimos para desconvocar. Ahí a nosotros nos agredieron, con insultos, nos dijeron que éramos traidores, cobardes...” , afirma. “¿Le permitió el teniente de la Guardia Civil subirse al vehículo?”, pregunta el fiscal. Y Sànchez responde: “Yo no le pedí autorización y él no me la dio. No tenía ninguna voluntad de menospreciar a la Guardia Civil”.

Por otro lado, el imputado señala que la declaración de independencia que hizo el Parlament el 27 de octubre “ni siquiera se publicó”, y añade: “O sea, que tuvo la validez que tuvo”. “Yo no seguiré, si actúo como diputado, ninguna decisión en el criterio que hemos identificado como de unilateralidad”, dice el ahora diputado electo de Junts per Catalunya, que subraya que “Junts pel Sí llevaba en su programa en 2015 la declaración de independencia, [pero] Junts per Catalunya no la llevaba”. Al final de la declaración el expresidente de la ANC le dice al juez: “Si usted no permite mi salida en libertad, con las condiciones que considere oportunas, yo no sé cómo puedo demostrar desde Soto del Real lo que en el auto del 4 de diciembre usted plantea, que hay que demostrar una actitud. No sé cómo hacerlo. Yo le pido que me conceda ese margen de confianza”.

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