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La pérdida de un alijo enfrentó a Sito Miñanco con un cártel colombiano

En una conversación intervenida, el histórico narco comenta con un socio "el grave problema" que les ocasionó con los "proveedores" que la policía holandesa interviniera 616 kilos de cocaína

Policías cuentan el dinerointervenido en la vivienda que ocupaba Sito Miñanco en Algeciras (Cádiz).Foto: atlas

La aprehensión en Holanda de 616 kilos de cocaína en noviembre puso en aprietos a José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco. La Policía intervino conversaciones del histórico narco —detenido el lunes en la Operación Mito— con su socio Luis Enrique García Arango en el que comentaban “el grave problema” que la pérdida del alijo les había supuesto con “los proveedores de la mercancía”. Un miembro de su organización murió tiroteado en Colombia el 29 de enero.

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La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela recoge esta conversación en el auto con el que el pasado lunes autorizó el arresto de, al menos, 43 personas por su implicación en la red presuntamente liderada por Sito Miñanco. La Policía informó ayer de que 37 de ellas ya habían sido detenidas en Algeciras, Sevilla, Marbella, Linares, Madrid, Barcelona y Galicia. En el escrito judicial, al que ha tenido acceso EL PAÍS, la magistrada sitúa la aprehensión de ese cargamento de cocaína en Holanda como la segunda de las siete operaciones delictivas en las que está implicado el histórico narco.

La Policía holandesa localizó 616 paquetes de cocaína de un kilo cada uno en la madrugada del 10 de noviembre en una nave industrial de la localidad de Den Hoorn, al sur de La Haya. Las autoridades del país europeo presentaron la aprehensión del alijo como el mayor golpe al narcotráfico en la zona en lo que iba de 2017. Al parecer, la droga había llegado en un contenedor oculta entre mercancía legal. En sus informes, la Policía destaca la existencia de “multitud de archivos de audios protagonizados por José Ramón Prado Bugallo y Luis Enrique García Arango”, su socio colombiano, en el que hablaban de este suceso.

De estas conversaciones, la juez Lamela destaca dos. La primera tuvo lugar el 29 de noviembre, 19 días después de que fueran interceptados los 616 kilos de cocaína. La segunda, el 19 de diciembre. Del contenido de las mismas, la magistrada concluye que la operación de la Policía holandesa había puesto en aprietos a ambos con el cártel colombiano que presuntamente se la había suministrado y al que debían pagar.

Tres envíos perdidos en menos de un año

63 kilos de marihuana. La Policía detectó reuniones de Sito Miñanco con otros tres miembros de su organización en Galicia en las que supuestamente hablaron de un alijo de cogollos de marihuana que fue finalmente intervenido en la primavera de 2017 en San Fernando de Henares (Madrid). La droga iba a ser enviada a Hamburgo.

3.800 kilos de cocaína. A las 00.20 del 1 de octubre del mismo año, agentes del GEO asaltaron en un punto próximo a las islas Azores al remolcador Thoran, que ocultaba 165 fardos con 23 kilogramos de droga cada uno en una caleta (escondrijo) practicada bajo el suelo de la cocina. Fueron detenidos sus siete tripulantes (seis de origen turco y uno de Azerbaiyán).

616 kilos de cocaína. En la madrugada del 10 de noviembre, la policía holandesa localizaba en una nave industrial 616 paquetes de un kilo cada uno de droga. La cocaína decomisada tenía un valor de 16 millones de euros. Los agentes detuvieron a tres personas.

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Terminales encriptados

Las conversaciones telefónicas son, de hecho, uno de los principales indicios contra Sito Miñanco en la Operación Mito, según se desprende del auto de la juez. Y ello a pesar de que tanto él como los miembros de su organización utilizaban “terminales telefónicos con aplicaciones que encriptan sus comunicaciones”. Así, el auto destaca la “multitud de archivos de audio” que confirman la sospecha sobre la implicación del histórico narco en el intento de introducir en España el cargamento de 3.800 kilogramos de cocaína que ocultaba el buque Thoran, y que fue interceptado por la Policía española cerca de las Azores en octubre. En este caso, los investigadores destacan que dichas llamadas permiten concluir que todo o, al menos, una parte de la droga tenía como destinatario la red de Sito Miñanco.

En una tercera operación de droga, en este caso de 63 kilos de marihuana que fueron interceptados en San Fernando de Henares (Madrid), son de nuevo las conversaciones telefónicas las que llevan a la Policía a vincular a Miñanco con el intento de introducirlo en Alemania. En concreto, la que mantuvo el 14 de marzo del año pasado de nuevo con García Arango. En dicha charla, Sito Miñanco comentaba a su socio los problemas para enviar marihuana al país centroeuropeo. La Policía destaca que en otras dos conversaciones de aquellos días, los investigados incidían en la misma idea y en que “no se habrían cumplido las expectativas con el transporte”.

También son las conversaciones intervenidas las que han permitido relacionar a Prado Bugallo con otras tres operaciones delictivas. La primera es el intento de febrero del pasado año de sacar de España 889.470 euros en metálico rumbo a Colombia dentro de los dobles fondos de las mochilas que transportaban cinco correos —todos ellos detenidos el lunes—. Lamela destaca que, tras ser interceptado el dinero en el aeropuerto Adolfo Suárez, de Madrid, se produjo un cruce de llamadas que confirman que pertenecía a la organización de Sito Miñanco. En ellas, se escucha a varios integrantes de la red hablar de seguir utilizando el sistema pese al fracaso.

La segunda es el transporte de dinero realizado por la organización de Sito Miñanco a bordo de vehículos con doble fondo entre finales de noviembre y el mes de diciembre pasados. La policía concluye que dicho dinero era “producto de las transacciones de estupefacientes” gracias, precisamente, a las llamadas telefónicas y a diversas vigilancias sobre los investigados. En total, los agentes detectaron cinco envíos, todos ellos realizados a bordo de un vehículo Saab 93. Las pesquisas apuntan que el dinero transportado en tres de ellos sumaba 2,95 millones de euros.

Finalmente, la Policía pudo interceptar una conversación el 22 de septiembre entre dos colaboradores del narco en la que supuestamente hablaban de adquirir un revólver para el histórico Sito. La revelación la obtuvieron gracias a la instalación de un micrófono oculto en un chalé de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) que utilizaba la trama. Hablaban David Pérez Lago, hijastro del también narco Laureano Oubiña, y de Manuel González Rubio, el barcelonés que supuestamente había organizado la salida de España de los cerca de 900.000 euros que fueron interceptados en Barajas.

González Rubio resultó herido de bala el lunes tras disparar a los agentes del GEO que iban a detenerlo en la nave de Alpedrete (Madrid) donde dormía y en la que había instalado una galería de tiro. Según declaró a los agentes, su respuesta fue por temor a que le ocurriera lo que le pasó el 29 de enero a otro miembro de la organización, Santiago Q. M. Este, al ser puesto en libertad bajo fianza tras ser arrestado en España con un pequeño alijo de droga, fue mortalmente tiroteado en Colombia. Había llegado procedente de Madrid sólo seis días antes. Los investigadores consideran que su muerte fue un ajuste de cuentas.

El astillero que construía sus narco-barcos

ELISA LOIS (Pontevedra)

Los métodos empleados por Sito Miñanco para introducir los últimos alijos que le atribuye la policía son los mismos que empleaba en época de impunidad. La organización seguía utilizando el astillero de O Facho, en Cambados, (donde Miñanco diseño las planeadoras que descargaban el tabaco de contrabando en la ría de Arousa) para fabricar las embarcaciones que se encargaban del traslado a España de los alijos que traían las naves nodriza en alta mar hasta un lugar seguro de la costa.
Según la investigación,Miñanco también empleaba pesqueros para no levantar sospechas y se hacía cargo de su distribución en tierra. Toda una logística que movilizaba a decenas de personas que también se encargaban de "intentar controlar" los movimientos de la Policía y del helicóptero de Vigilancia Aduanera en el caso de que detectaran una de sus planeadoras en la ría de Vilagarcía de Arousa, detalla el auto de la juez Lamela.
Para asegurar los cargamentos, Sito contrató a especialistas para instalar sistemas de comunicación encriptados en sus barcos. Pese a ello, el capo perdió en pocos meses más 120 millones de euros en mercancía incautada por la policía.

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