Las previsiones apuntan a un aumento de nevadas y una caída de las temperaturas
Las precipitaciones se intensificarán a partir del sábado por la tarde, según la AEMET
La nieve será la protagonista de este fin de semana en el norte y centro de la Península, en particular en el este de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y Navarra, según el aviso especial de fenómenos adversos que ha emitido este viernes al mediodía la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Tras las nevadas de la madrugada de este viernes, que provocaron cortes en más de 20 carreteras en buena parte de España, el sábado por la mañana las precipitaciones perderán intensidad. Pero a partir del mediodía las nevadas recobrarán fuerza, y el domingo “serán copiosas” en buena parte del país, según la AEMET. El domingo los termómetros se desplomarán.
La AEMET de momento ha desactivado la alertas roja por mal tiempo, pero ha mantenido para este sábado la naranja en Asturias, norte de León, Cantabria, País Vasco y Baleares. En la segunda parte de la jornada, un nuevo frente frío llegará a Galicia y recorrerá la Península de noroesta a sureste. Se prevé entonces que las nevadas afecten toda la cornisa cantábrica, el Pirineo occidental y la parte norte del interior peninsular. Por la mañana la cota de nieve oscilará entre los 900 y los 1200 metros. Por la tarde, bajará hasta los 500.
En las provincias del centro de España, en un área que comprenderá Extremadura, Castilla-León, Comunidad de Madrid y Aragón, las lluvias caerán durante toda la tarde. Las temperaturas subirán ligeramente en la jornada del sábado, pero las mínimas podrían alcanzar durante la madrugada los seis grados bajo cero. También se esperan fuertes vientos en todo el norte y el este de la Península.
A lo largo del domingo, el nuevo frente frío se moverá hacia el resto del país. La zona de caída de las precipitaciones en forma de nieve y lluvia se extenderá también a la parte central de la Península, “especialmente en el este de Castilla-La Mancha y la provincia de Teruel”, y podrían alcanzar también Granada. Tras las fuertes precipitaciones de este viernes, la situación mejorará ligeramente en Baleares, donde a partir de la tarde del sábado no se prevén más lluvias. En Canarias, se avisa de posibles vientos fuertes, sobre todo para este sábado.
Protección Civil ha alertado de las previsiones de mal tiempo en el fin de semana y ha invitado a “evitar desplazamientos innecesarios en carreteras” y “extremar las precauciones”. La Dirección General de Tráfico ha aconsejado a través de las redes sociales seguir la información en tiempo real sobre la situación de las carreteras en Twitter y llevar cadenas o neumáticos de invierno.
Las intensas nevadas y las heladas que han caído en la madrugada de este viernes sobre media España han provocado serios problemas de tráfico. Varias carreteras y autopistas han sido cortadas por la nieve entre ellas la AP-6, AP-61, AP-51 y A-1, en los tramos entre Segovia, Ávila y Madrid. En decenas de vías fue obligatorio el uso de cadenas y en otros cientos hubo que circular con gran precaución. Renfe modificó varios el trayecto de sus trenes por el temporal. Se han visto afectados los tramos Bilbao-Miranda, Bilbao-Madrid, un Intercity entre Bilbao y Vigo, así como los viajeros entre Gijón-Madrid, Santander-Alicante y Madrid-Santander.
A lo largo de la mañana las carreteras han recuperado poco a poco la normalidad. La AP-6, la AP-61, afectadas por el gran colapso del día de Reyes, y también la AP-51 y la A1 han sido reabiertas. Durante la jornada han permanecido cerradas diez carreteras en Burgos, León y Salamanca. La nieve también ha caído con intensidad en todas las comunidades del Cantábrico.
En la tarde de este viernes se ha mantenido la alerta amarilla en la A-67, donde la circulación ha quedado prohibida a camiones y vehículos articulados entre las localidades cántabras de Mataporquera y Arenas de Iguña. Casi 1.200 kilómetros de carreteras han registrado alguna incidencia por la nieve, aunque ninguna vía de la red principal se ha visto afectada por cortes.
Solo una carretera en Asturias (N-639), otra en Cantabria (N-621) y tres en Castilla y León (N-629, N-625 y N-630) precisaban uso de cadenas. Más de 300 kilómetros de la red secundaria de Asturias, Cantabria, Castilla y León, Baleares, Comunidad Valenciana y Andalucía, la mayoría puertos de montaña, permanecían cerrados.
