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Esquerra modera su discurso ante la actuación judicial

Roger Torrent, presidente del Parlament, muestra contención en la apuesta independentista

La proclamación de la república catalana del 27 de octubre y la negativa de Carles Puigdemont a convocar elecciones se atribuye a la presión y la radicalidad que en aquellos días mostró Esquerra Republicana, pero el partido de Oriol Junqueras parece haber optado desde entonces por una posición moderada ante el proceso judicial que pende sobre sus dirigentes y las consecuencias que se derivan. El discurso del nuevo presidente del Parlament, Roger Torrent, ha sido la última muestra de esa contención política.

Roger Torrent, el presidente del Parlament.
Roger Torrent, el presidente del Parlament.Cristobal Castro

La disparidad de criterios con la que han actuado los dos líderes del independentismo, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, se visualizó a las pocas horas de declararse la secesión. El destituido presidente huyó a Bruselas, mientras que el exvicepresidente optó por quedarse y comparecer ante la justicia, con la certeza de que sería encarcelado. Esa misma línea de moderación caracterizó después la declaración judicial de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, ahora diputada de ERC, ante el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, cuando acató la Constitución y renunció a la unilateralidad.

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Después vinieron unas declaraciones de tono radical y agrio de Puigdemont sobre la “decadencia” de los Estados de la Unión Europea y la necesidad de celebrar un referéndum para salir de ese club, de las que se desmarcó Esquerra. Y así se podría seguir con el discurso de uno y otro líder en la campaña electoral.

Probablemente el partido de Junqueras estaba convencido de que ganaría las elecciones y quería presentarse como una formación alejada de la radicalidad, pero pasados los comicios nada indica que Esquerra vaya a cambiar de estrategia y hacer de compañero de viaje del tono que siguen manteniendo Puigdemont y los líderes de Junts per Catalunya. Los republicanos están convencidos de que llegará su momento cuando el expresidente quede atrapado en su estrategia y no piensan salir el camino trazado, explican fuentes republicanas.

Roger Torrent, diputado de ERC por Girona que fue elegido presidente del Parlament el día 17, ha aguantado la presión de la lista de Puigdemont y no ha viajado a Bruselas a hablar con él en el marco de los contactos protocolarios para proponer un nombre a la presidencia de la Generalitat. La CUP tildó el discurso de toma de posesión de Torrent de “autonomista” y amenazó con desmarcarse del bloque independentista si se confirmaba la moderación que sigue rechazando Puigdemont, un líder político que nada tiene que ver con el partido de orden que fue Convergència.

Con todo, la prueba de fuego sobre la moderación de Esquerra vendrá en los próximos días, cuando se da por hecho que el secesionismo se mantendrá unido en las polémicas sesiones que se avecinan en el Parlament de Cataluña. El primer test será a cuenta de la interpretación del reglamento y de la ley de la presidencia de la Generalitat sobre si se puede realizar o no una sesión de investidura telemática.

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Informe de los letrados

Los letrados de la Cámara ya han dicho que eso no tendría amparo legal y queda por ver si la Mesa hace caso de ellos o insiste en la tesis de que esa opinión no es vinculante, como en su día consideró la Mesa presidida por Carme Forcadell. De momento, los republicanos no quieren enseñar ninguna carta y la incógnita no se desvelará hasta el mismo día del Pleno de investidura, en el que volverá la bronca política si se acepta un debate sin la presencia del candidato y la delegación del voto de los cinco diputados huidos en Bruselas que ha prohibido el juez Llarena.

El diputado de ERC Ernest Maragall, que hizo un discurso muy áspero el pasado día 17 como presidente de la Mesa de Edad del Parlament, alertó ayer de que se deben calcular los “costes y beneficios” de una eventual investidura de Puigdemont. En su opinión, “el país está por encima de cualquier persona”, por lo que pidió salir del “círculo vicioso” de la represión. “No necesitamos más mártires”, explicó en una entrevista con Catalunya Ràdio, en la que aseguró también que “no será una buena decisión” si el Parlament opta por el “bloqueo institucional”.

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