_
_
_
_
_

Así arrancan las encuestas en España

El año empieza con una novedad y una constante: el promedio de sondeos iguala a Ciudadanos con el PP y el PSOE, mientras Unidos Podemos continúa su caída

Kiko Llaneras

La última encuesta de Metroscopia colocó a Ciudadanos como primera fuerza, pero no es la única encuestadora que observa un vuelco en el electorado español. Estos son los movimientos de nuestros promedio de sondeos, que incluye 131 encuestas diferentes ponderadas por muestra, empresa y fecha (la metodología se detalla al final).

El Partido Popular todavía aparece primero; lograría alrededor del 25% de los votos. Pero tiene cerca a Ciudadanos (24%) y al PSOE (23%), que descuelgan a Unidos Podemos (15%). Un resultado así cambiaría el juego de mayorías en el congreso. PP y Ciudadanos sumarían alrededor de 190 escaños y podrían gobernar en solitario. Además se abriría una posibilidad alternativa: con estos resultados, Ciudadanos y PSOE sumarían alrededor de 177 escaños y podrían quizás alcanzar una mayoría viable de escaños (que está fijada en 176).

Los movimientos de cada formación

El PP ha caído seis puntos desde las elecciones de 2016. Ganó esas elecciones con 11 puntos de margen sobre el PSOE, pero su ventaja en los sondeos se ha reducido apenas a dos puntos.

Esta caída del PP ha beneficiado a Ciudadanos, el partido que sostiene su gobierno. Las encuestas de Ciudadanos mejoraron a lo largo de todo 2017 y especialmente en otoño. Durante la crisis catalana el partido ha ganado seis puntos y ha ocupado el segundo puesto. La subida se explica por dos motivos: es el partido con votantes más fieles (seguros de repetir su voto) y también el que atrae a más votantes nuevos. Ciudadanos estaría recogiendo muchos votantes del PP, pero también del PSOE y desde la abstención.

Mientras tanto, Unidos Podemos alarga su caída y acumula datos negativos. La formación cae en votos, pierde simpatizantes y ve como se deteriora la imagen de Pablo Iglesias entre sus propios votantes.

Estas tendencias las observan todas las encuestas. Todas ven la subida de Ciudadanos y las caídas del PP y de Podemos. En cambio discrepan al medir la fuerza exacta de cada partido. Celeste-tel coloca al PP cerca del 30% y al PSOE por delante de Ciudadanos; Sociométrica y Simple Lógica ven un triple empate; y las dos encuestas más recientes —Metroscopia y Gad3— son las que colocan a Ciudadanos primero.

Los sondeos deben leerse con cautela porque no hay elecciones cerca. En momento así las encuestas predicen peor: los entrevistados se olvidan del voto útil, faltan los entrevistados menos interesados por la política y las encuestas exageran el desánimo de ciertos votantes. Pero tampoco debemos caer en el error de ignorar lo evidente: que estos movimientos son reales y cambian el equilibrio de fuerzas entre los partidos.

Metodología del promedio. Los promedios de encuestas mejoran la precisión de las encuestas individuales (Gelman et al.). Nuestro promedio considera más de 100 encuestas desde 2016 (muchas extraídas de Wikipedia). Es un promedio ponderado para dar distinto peso a cada encuesta según tres factores: el tamaño de la muestra, la casa encuestadora y la fecha.

Peso por muestra. Las encuestas con más entrevistas realizadas reciben más peso. Utilizamos una ley decreciente, de forma que pasado cierto umbral hacer más entrevistas aporta poco.

Encuestas repetidas. Pondero a la baja las encuestas repetidas de un mismo encuestador. La idea es sencilla: no queremos que una empresa que haga muchas encuestas domine el promedio. Para cada fecha, la encuesta más cercana de un encuestador tiene peso 1 y el resto de encuestas de la misma casa reciben un peso reducido.

Efecto de la casa encuestadora. La mayoría de encuestadoras se desvían de forma sistemática del promedio. Hay encuestas que tienden a dar mejores resultados a unos partidos que a otros. Es algo normal y razonable: si usan métodos, ajustes o hipótesis diferentes, es normal que sus desviaciones se repitan. El problema es que estos efectos mueven el promedio artificialmente (a corto plazo). Una opción para evitarlo es calcular el «efecto casa» de cada encuestadora y para cada partido: su desviación sistemática respecto del promedio. Luego podemos sustraer esa desviación de su estimación antes de hacer el promedio. Este ajuste lo aplicamos parcialmente y solo para encuestadoras con efectos que superan determinado umbral.

Peso por fechas. El último factor es el más importante: las encuestas más recientes tienen más peso al calcular el promedio. Utilizamos pesos según una ley decreciente exponencial con una vida media de 10 días (es decir, una encuesta de hace 10 días tiene la mitad de peso). También defino una franja de exclusión y elimino completamente del promedio las encuestas con más de 60 días de antigüedad. Estos parámetros cambian dependiendo de la agitación de los sondeos. Cuando no hay movimientos es mejor hacer un promedio lento, que agregue muchos sondeos, pero ahora mismo es preferible ser más agresivo para captar el movimiento en Ciudadanos y el PP.

De todo estos factores, los dos primeros tienen una influencia pequeña sobre los promedios. El más importante, por su impacto en el resultado, es la ponderación por fechas.

Nota del cálculo de escaños. Para estimar los escaños que menciono en el tercer párrafo es necesario estimar los votos en cada provincia. Para eso he proyectado el promedio nacional de encuestas de forma lineal, tomando como referencia los resultados de 2016.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Kiko Llaneras
Es periodista de datos en EL PAÍS y doctor en ingeniería. Antes de llegar al periódico en 2016 era profesor en la Universitat de Girona y en la Politécnica de Valencia. Escribe una newsletter semanal, con explicaciones y gráficos del día a día, y acaba de publicar el libro ‘Piensa claro: Ocho reglas para descifrar el mundo’.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_