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72 horas para encontrar a Diana Quer

La policía trata de sonsacar al sospechoso la información sobre el paradero de la chica desaparecida antes de que expire el plazo legal para terminar el interrogatorio

Vecinos de Tarago (Rianxo), observan desde la parada del bus la casa del detenido por la desaparición de Diana Quer.
Vecinos de Tarago (Rianxo), observan desde la parada del bus la casa del detenido por la desaparición de Diana Quer.Óscar Corral

¿Dónde está Diana Quer? Esa es la obsesión que persigue a los investigadores de una de las desapariciones más enigmáticas de la historia de España después de meter en el calabozo al principal sospechoso. Transcurridos casi 500 días desde que se le perdió el rastro a la joven madrileña de 18 años en las fiestas de A Pobra do Caramiñal (A Coruña), los agentes nunca han dejado de lado las pesquisas, ni siquiera cuando el juez dio carpetazo provisional al asunto. Ahora el tiempo corre y las 72 horas de límite legal de retención del detenido expiran el día de Año Nuevo. Ese es el plazo que tienen los investigadores para obtener la información definitiva, la que puede cerrar el caso.

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Con el sumario archivado judicialmente en abril y después de interrogar a 200 personas, comprobar centenares de matrículas y cruzarlas con otros tantos números de teléfono, fue el posicionamiento de un móvil, hasta ahora desvinculado del sospechoso, lo que hizo que comenzaran a encajar las piezas. La vinculación con el detenido de ese teléfono, hasta entonces sin usuario conocido, sirvió para señalar “ya con pruebas contundentes” a José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle, según relatan fuentes de la investigación.

La reconstrucción del recorrido realizado por esa terminal de El Chicle en la madrugada del 22 de agosto de 2016 lo sitúa en A Pobra, el municipio donde se vio por última vez a Diana Quer, en un movimiento coincidente con la ruta que también marca el teléfono de la muchacha. Los investigadores buscan el Alfa Romeo que se supone conducía Abuín Gey aquella noche y que fue captado por una cámara de la autovía que recorre la comarca.

Pero es ese número de móvil que ha reactivado las investigaciones el que servirá, según la Guardia Civil, para desmontar la coartada que esgrimió El Chicle cuando fue interrogado por la desaparición de Diana Quer. En su día fue investigado como tantos otros conocedores de los bajos fondos de la comarca gallega de O Barbanza. Él había sido detenido en 2007 como miembro del clan de Os Fanchos, una tupida red de narcotraficantes erradicada entre A Pobra do Caramiñal y Vilagarcía de Arousa, según fuentes de la investigación. El Chicle, de 41 años, reside además en la parroquia de Taragoña, en Rianxo, el lugar donde se perdió el rastro del móvil de Diana Quer aquella madrugada del 22 de agosto de 2016. Y también la zona en la que un mariscador encontró el iPhone de la joven, meses después de su desaparición, sumergido en la ría.

Cuando se perdió el rastro de la joven, Abuín Gey trabajaba en una empresa de congelados junto a Rosario Rodríguez, quien ha sido su pareja durante unos 15 años y que también está detenida por su presunta implicación. Ambos se conocieron siendo ella una adolescente y quienes los han tratado aseguran que El Chicle la “tiene dominada”.

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Tras ser detenido hace una década en la Operación Piñata por tráfico de cocaína, el principal sospechoso por la desaparición de Diana Quer estuvo dos años entre rejas, un historial que él no ocultaba entre sus conocidos. Allí aprendió el oficio de carpintero de barco que, tras abandonar la cárcel, le permitió trabajar en un astillero de Rianxo.

El Chicle siempre estuvo en el punto de mira de los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO). Respondía al patrón de búsqueda inicial: personas de la comarca con antecedentes por agresiones sexuales y drogas. Él, que se anuncia en su perfil de una red social como “estudiado en la vida y en el trabajo diario”, aparte de trapichear con cocaína fue también denunciado por alguien de su entorno por una presunta agresión sexual. Pero fue la atribución de ese número de teléfono lo que ha terminado por incriminarle y ubicarle en el sitio y en la hora en la que dijo que no estaba.

Aunque las pesquisas de este caso de desaparición arrancaron sin descartar ninguna hipótesis, incluida la marcha voluntaria de Diana Quer, en “los últimos tiempos” las líneas de investigación se redujeron drásticamente, según explicó ayer en Vigo el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva. Últimamente las indagaciones se habían centrado ya “en un 99,9%” en la figura de El Chicle, añadió Villanueva, quien señaló que las imputaciones de los dos detenidos se han ampliado oficialmente al caso Quer.

Su detención, sin embargo, no estaba prevista para esta semana sino para más adelante, según admiten fuentes de la investigación. La denuncia de una joven en Boiro el día de Navidad, que describió a su asaltante —Abuín tiene unos prominentes dientes muy característicos— y contó que logró zafarse de él después de que tratase de robarle el teléfono móvil y empujarla hacia el maletero de su coche, precipitó toda la operación. Decenas de agentes de la UCO especializados en el caso desembarcaron en la comandancia de Boiro, desde la que se han estado dirigiendo las pesquisas de la investigación.

La chica evitó ser raptada el pasado lunes porque sus gritos alertaron a una pareja que caminaba por las inmediaciones y el asaltante acabó huyendo. Alguien filtró a un medio local que se buscaba al agresor por algo más que por ese intento de secuestro y robo y, unas horas después, sobre las 11.00 del pasado viernes, Enrique Abuín y Rosario Rodríguez fueron arrestados.

La policía no relaciona a la pareja de El Chicle con la agresión frustrada del día de Navidad, pero la está interrogando por avalar, en su día, la coartada del sospechoso en la investigación de la desaparición de Diana Quer. “Ya da un poco igual lo que diga ella, porque el posicionamiento del teléfono móvil es mucho más definitivo para desmontar la coartada”, señalan los investigadores sobre la declaración de la mujer que se prolongó entre la noche del viernes y el mediodía de este sábado.

Agentes especializados en delincuentes correosos

Agentes especializados en interrogatorios a delincuentes correosos fueron los encargados el sábado de sentarse en la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña frente al principal sospechoso de la desaparición de Diana Quer. Empezaron el viernes por la noche con su pareja, Rosario Rodríguez, una declaración que prosiguió al día siguiente por la mañana, y siguieron con El Chicle a las dos de la tarde del sábado. Enrique Abuín no se negó a declarar, señalan fuentes de la investigación, y fue interrogado a lo largo de cuatro intensas horas.

La Guardia Civil tiene previsto realizar un nuevo registro en la casa que la pareja tiene en Taragoña, en el municipio de Rianxo, custodiada durante toda la jornada del sábado por las fuerzas de seguridad. Los agentes esperaban realizarlo el sábado por la tarde en compañía de El Chicle, pero el interrogatorio en A Coruña se prolongó más de lo previsto y, al caer la noche, decidieron posponerlo para el domingo a primera hora.

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