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Las malas audiencias y las sanciones acorralan a RT

Con un share que no suele llegar al 0,1%, la cadena rusa tiene mayor impacto en redes

La presentadora de RT Inna Afinogenova, comentando una teoría de la conspiración norteamericana.
La presentadora de RT Inna Afinogenova, comentando una teoría de la conspiración norteamericana.

Las injerencias en todo tipo de conflictos políticos le han valido a los medios financiados por el Kremlin, especialmente la cadena RT, sanciones por parte de diversos Gobiernos, en especial el norteamericano, pero también el británico, además de diversas penalizaciones por parte de los gigantes tecnológicos en los que distribuyen principalmente su información. A pesar de su nimia audiencia en Estados Unidos, tan exigua que ni siquiera suele entrar en las mediciones televisivas, RT fue un pilar de las presuntas maniobras de Moscú en la campaña presidencial de 2016.

Las agencias de inteligencia estadounidenses acusaron el pasado enero a la cadena de ser una “máquina de propaganda del Estado ruso” y de contribuir a la estrategia del Gobierno de Vladímir Putin de ayudar a Donald Trump a ganar las presidenciales. Este año, el Departamento de Justicia pidió a RT America que se registrara como agente extranjero en EE UU en virtud de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, aprobada en 1938 con el objetivo de identificar la propaganda nazi.

La presentadora de RT Inna Afinogenova, separando Cataluña de España en un gráfico.
La presentadora de RT Inna Afinogenova, separando Cataluña de España en un gráfico.

RT asegura que su declaración como agente extranjero le está perjudicando. “RT America ha perdido su acreditación de prensa en el Congreso precisamente en base a su nueva etiqueta de agente extranjero”, escribe en un correo electrónico Ryan Berlin, portavoz de la edición estadounidense de la cadena.

En paralelo a la actuación del Gobierno estadounidense, los gigantes tecnológicos de Silicon Valley, acusados de pasividad ante la propagación de la propaganda rusa, también se han movilizado. Google anunció en noviembre que penalizaría en su motor de búsqueda a RT y Sputnik, otro medio público ruso. Y en octubre, Twitter vetó a ambos de su plataforma de promoción de anuncios.

Un vídeo -retirado por RT- en el que la cadena explicaba una falsa teoría de la conspiración antisemita con lazos con Hillary Clinton.
Un vídeo -retirado por RT- en el que la cadena explicaba una falsa teoría de la conspiración antisemita con lazos con Hillary Clinton.
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En 2015 el regulador de telecomunicaciones de Reino Unido multó a RT por emitir informaciones manipuladas sobre los conflictos de Ucrania y Siria. De especial relevancia fue la mentira propagada por RT de que la BBC había participado en un montaje sobre un ataque con armas químicas por parte del régimen de Bachar el Asad. Según el servicio estatal de medición de audiencias británico, RT roza allí el 0,04% de la audiencia.

RT ha sido ampliamente acusada de ofrecer información tergiversada. Por ejemplo, ha dado pábulo a teorías conspirativas sobre el 11-S y ha respaldado sin tapujos el argumentario de Putin sobre la crisis en Ucrania, lo que llevó en 2014 a una presentadora de RT America a anunciar su dimisión en pleno directo televisivo. Una investigación de estudiantes de la Universidad de Columbia acusó en 2015 a la cadena de no ofrecer información contrastada. Ese mismo año, el regulador de comunicaciones británico sancionó a RT por emitir información engañosa o parcial sobre Ucrania y Siria.

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