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Junqueras sostiene que su encarcelamiento afecta a las elecciones catalanas

El exvicepresidente de la Generalitat se presenta como un "disidente" político y trata de minimizar la principal prueba contra el procés

Fernando J. Pérez
Llegada de Oriol Junqueras a la Audiencia Nacional.
Llegada de Oriol Junqueras a la Audiencia Nacional.Alvaro García

El exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña Oriol Junqueras pidió el pasado jueves al Tribunal Supremo que le ponga en libertad provisional para poder participar en la campaña de las elecciones autonómicas del próximo 21 de diciembre. El líder de ERC, encarcelado en la prisión madrileña de Estremera desde el pasado 3 de noviembre por su papel en el proceso que culminó el 27 de octubre con la declaración de independencia de Cataluña, se presenta en su recurso como un “disidente político” y sostiene que su estancia en prisión “está ya teniendo efectos muy relevantes en el ámbito de la campaña electoral y, por ende, en la conformación libre de la voluntad popular a través de las elecciones”.

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“Los procesos electorales deben discurrir con escrupuloso respeto a la igualdad de armas y al fair play, para que la ciudadanía pueda acceder en igualdad de condiciones a las propuestas de los candidatos”, sostiene en su escrito el letrado de Junqueras, Andreu Van den Eynde. “El señor Junqueras tiene derecho a participar de los actos de campaña, así como tendrá derecho a ejercer la representación política de los ciudadanos si resultase escogido, como diputado o como Presidente del Gobierno [de la Generalitat]”, añade el abogado.

Van den Eynde señala que la condición de candidato en campaña de su cliente hace imposible que pueda volver a incurrir en los delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos por los que está siendo investigado. El abogado sostiene que en el periodo que media entre la campaña electoral y la formación de un nuevo gobierno de la Generalitat “no existe riesgo de reiteración”. Sobre lo que puede hacer Junqueras si vuelve al Gobierno autonómico, el escrito se limita a señalar que “la determinación del señor Junqueras con un programa político pacífico basado en el diálogo es firme y real”.

El abogado de Junqueras solicita al Supremo que su cliente vuelva a ser citado para celebrar una vista sobre el recurso. En el escrito, el letrado quita valor al documento Enfocats, la hoja de ruta del procés que fue hallado en el despacho del número 2 de Junqueras, Josep Maria Jové. Este documento, que se ha convertido en la principal prueba de cargo, es calificado de “apócrifo”, y según Van den Eynde, Junqueras “desconocía completamente su existencia”.

“Comparando dicho documento con la realidad objetiva vemos que, por ejemplo, el referéndum del día 1 de octubre de 2017 no está ni tan siquiera contemplado. ¿Alguien cree desde la más honesta convicción que si ese documento fuera real y supusiera una hoja de ruta de lo que se iba a realizar, no contemplaría el referéndum de autodeterminación?”, señala el escrito.

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La defensa de Junqueras rechaza radicalmente la posibilidad de un delito de rebelión, que consiste en esencia en proclamar la independencia de una parte del territorio nacional por medios violentos. “Lo que se describe en la querella de la Fiscalía (y se asume en el Auto [de prisión]) no son explosiones violentas, ni actos de violencia atribuibles a los investigados, ni existe concierto de voluntades ni propósito de actuar de forma violenta. Nadie podrá nunca calificar de violento el proceso político vivido en Cataluña so pena de relativizar de forma muy peligrosa el concepto jurídico penal de violencia, con consecuencias funestas para el sistema de justicia”, afirma Van den Eynde.

“La persecución de la independencia de una parte del territorio mediante el alzamiento violento es delito. Hacerlo por la vía pacífica es, no sólo perfectamente legítimo, sino que es algo que la propia Constitución promueve de acuerdo con la máxima acuñada por el Tribunal Constitucional de que España no es una democracia militante”, señala el escrito. “La disidencia política es un valor. La protesta es un valor. La discusión es un valor. La violencia no lo es”, remacha.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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