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Los clubes de fútbol que sueñan con los ‘Jordis’

Las protestas a favor de los líderes secesionistas se cuelan también en el deporte durante la campaña

J. J. Gálvez
Varios aficionados del Barça portan esteladas y mensajes de apoyos a los 'Jordis' y a los 'exconsellers' encarcelados, en un partido en el Camp Nou, este diciembre.
Varios aficionados del Barça portan esteladas y mensajes de apoyos a los 'Jordis' y a los 'exconsellers' encarcelados, en un partido en el Camp Nou, este diciembre. Manu Fernandez (AP)

Cuando los aficionados más rezagados se acomodan en el hormigón que sirve de asiento en el modesto estadio municipal de Olot, la primera sorpresa ya salta a la vista. El amarillo también juega este domingo en la jornada 18 del grupo tercero de la Segunda División B española. Los futbolistas del Lleida han dejado en el vestuario su habitual camiseta azul para saltar al campo con una del color que inunda Cataluña estas semanas. "Es una muestra de solidaridad con los consellers encarcelados", explica el club, que salió derrotado del encuentro contra la Unió Esportiva Olot, que también ha decidido sumarse a las "protestas" contra "una injusticia". En su palco, dos enormes lazos amarillos rodean sendas butacas durante el partido. Ambas se han reservado de forma indefinida. "Son para los Jordis. Para cuando puedan venir", destaca el presidente del conjunto local, Joan Agustí.

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En plena carrera electoral hacia el 21-D, los gestos y movilizaciones a favor de los líderes del procés forman parte de la tónica habitual del deporte catalán. Las pancartas, esteladas y gritos a favor del independentismo no solo brotan en los grandes escenarios como el Camp Nou, sino que se extienden por multitud de disciplinas y campos de toda la comunidad. "Es que nosotros tenemos socios que son independentistas y otros que no, pero aquí nadie entiende que encarcelen a dos personas que han organizado seis manifestaciones pacíficas de un millón de personas", continúa Agustí, máximo representante del club de esta localidad gerundense de 35.000 habitantes, apostada a los márgenes del río Fluvià y cercada por verdes montañas.

Un municipio donde las fuerzas secesionistas arrasaron en las elecciones autonómicas de 2015. Junts pel Sí (JxSí) obtuvo 11.848 votos, el 65,87% del total. La CUP sumó 1.443 papeletas (8%) y quedó tercera fuerza política. PSC, Ciudadanos, PP y Catalunya Sí que es Pot apenas rascaron 1.437 (8,1%), 1.223 (6,8%), 824 (4,5%) y 613 (3,4%), respectivamente. Resultado que se refleja en las calles —aquí, decenas de lazos amarillos cuelgan de las farolas; y se han colocado en una plaza, bajo el lema "un pueblo encarcelado", dos celdas a tamaño real que supuestamente recrean las de los Jordis y exconsellers— y también en el estadio de fútbol. 

Los asientos reservados a los 'Jordis', en el estadio de fútbol de Olot.
Los asientos reservados a los 'Jordis', en el estadio de fútbol de Olot.J. J. G.

La junta directiva de la Unió Esportiva Olot aprobó el pasado noviembre enviar una carta a la ANC y a Òmnium Cultural para "invitar" al estadio a Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. "Es nuestro humilde gesto ante la grave situación que están sufriendo", afirma el club presidido por Agustí, que remacha: "Es una muestra de solidaridad entre instituciones. Lo decidimos haciendo gala de nuestros valores, entre los que está el respeto al rival y a las normas de convivencia. Nuestra máxima es la libertad de expresión y la tolerancia cero con la violencia". "En el momento en el que estamos, hemos decidido actuar", añade un portavoz del Lleida

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"Reafirmar nuestras creencias"

El procés ha desembarcado con mucha facilidad en este deporte —mayoritario en Cataluña y con más de 130.000 licencias federativas—  porque este conforma, ya de por sí, un imaginario plagado de símbolos e identidades: escudos, banderas, himnos... "Tendemos a ver las camisetas de fútbol, como la del Real Madrid o el Barça o la Roja, como símbolos para que los demás vean de dónde somos, quiénes somos y en qué creemos. Pero también se usan para activar dentro de uno mismo ciertos sentimientos y reafirmar nuestras creencias", explica Verónica Benet-Martinez, profesora de la Universidad Pompeu Fabra: "Se han hecho estudios que concluyen que, cuando uno se pone la camiseta de un equipo, su identidad y convicciones se activan".

Un mundo que no vive ajeno a la sociedad de la que forma parte, pero al que el independentismo se ha esforzado, además, en dirigirse durante muchos años. Con proyectos como la Plataforma Pro Seleccions Esportives Catalanes o con las continuas convocatorias en los campos para desplegar pancartas y lemas en apoyo al soberanismo, se buscaba crear vínculos con el público y las instituciones. La estrategia ha resultado un éxito y se ha evidenciado en la buena acogida que han tenido las iniciativas del secesionismo en esta última fase del procés. Por ejemplo, según los datos de la Federación Catalana de Fútbol, se suspendieron cerca de 400 partidos tras las cargas policiales del 1 de octubre. "Somos más que un club y, por ello, debemos apoyar a nuestra gente en circunstancias tan difíciles como las que estamos viviendo", afirmó entonces Josep María Bartomeu, presidente del Barça, que ha calificado de "inadmisibles" los encarcelamientos de los Jordis.

Otros escenarios de reivindicación

Más allá de los campos de fútbol, el independentismo ha aprovechado otros escenarios deportivos para mostrar sus reivindicaciones en las últimas semanas. Por ejemplo, el público del Palau Blaugrana guardó cinco minutos de silencio durante un partido de la Euroliga de baloncesto, entre Barça y Olympiacos, antes de pedir a gritos la libertad de los líderes secesionistas encarcelados. Y la Plataforma Proseleccions ha impulsado este lunes una campaña para pedir el voto "por la República" el 21-D.

Las esteledas y carteles de Libertad para los presos políticos también hicieron acto de presencia en el mundial de tamburello, un deporte minoritario parecido al tenis, pero que se juega con panderetas en vez de con raquetas. La competición, celebrada este diciembre en Vilanova i la Geltrú y Vilafranca del Penedès y que contó con la participación de una veintena de equipos de todo el mundo, enfrentó a la Selección catalana contra la española. Ganó la primera.

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Sobre la firma

J. J. Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

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