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Ana Botella se sirvió de la red Púnica para mejorar su imagen por 60.000 euros

Un informe de la Guardia Civil detalla los contactos de la exalcaldesa madrileña con la trama de corrupción

El expresidente del Gobierno, José Maria Aznar y su esposa Ana Botella, a la llegada a un acto de las Fundación FAES en Madrid.
El expresidente del Gobierno, José Maria Aznar y su esposa Ana Botella, a la llegada a un acto de las Fundación FAES en Madrid.Jaime Vilanueva

La exalcaldesa de Madrid Ana Botella utilizó los servicios del empresario Alejandro de Pedro, uno de los principales imputados del caso Púnica, para mejorar su imagen en Internet, según la Guardia Civil. En agosto de 2013, la entonces regidora y su esposo, el expresidente José María Aznar, se reunieron con De Pedro en Marbella. Tras ese encuentro, la jefa de prensa de Botella concertó supuestamente con De Pedro que el Ayuntamiento pagaría 60.000 euros por estos trabajos.

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La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregó el 2 de noviembre al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón un informe de 69 páginas sobre los trabajos realizados entre 2013 y 2014 por las empresas del empresario valenciano Alejandro de Pedro para mejorar la deteriorada imagen política de Ana Botella. El documento sostiene que, en el verano de 2013, De Pedro presentó a la entonces alcaldesa de Madrid “una propuesta de servicios en materia de reputación online” en una reunión en Marbella con ella y con Aznar que supuestamente le fue conseguida por su amigo el exministro de Trabajo Eduardo Zaplana.

Una reputación en Internet "preocupante"

El 1 de agosto de 2013, De Pedro envió a la secretaria de Zaplana un primer informe sobre la imagen de Botella en Internet para que se lo hiciera llegar a la entonces alcaldesa con el comentario de que en esos momentos era “verdaderamente preocupante”. El documento detallaba que las 10 primeras noticias que salían en Google al teclear el nombre de la alcaldesa eran “todas negativas”. Lo mismo ocurría en Facebook, Twitter y Youtube, donde se la relacionaba con términos como “incapaz”, “quiebra”, “Bárcenas” y la tragedia del “Madrid Arena”. De Pedro proponía utilizar su red de 100 diarios digitales zombis para “fortalecer la notoriedad de Ana Botella”.

Los trabajos de las empresas de De Pedro consistían en crear y difundir noticias positivas sobre los cargos públicos para desplazar a las noticias negativas en los buscadores de Internet. De estos servicios de reputación personal, pagados con dinero público, hicieron uso otros políticos del PP, como el expresidente murciano Pedro Antonio Sánchez, la exconsejera madrileña Lucía Figar o la senadora Pilar Barreiro. Todos están imputados por corrupción.

“Fruto de la reunión con Ana Botella en Marbella, Alejandro de Pedro entraría en contacto con la jefa de prensa de la alcaldesa, Elena Sánchez, dando por iniciado el proyecto poco después mediante la difusión de noticias favorables a la alcaldesa a través de su red de medios digitales”, sostiene la UCO en su informe. La Guardia Civil solo aprecia responsabilidad penal en De Pedro, su socio José Antonio Alonso Conesa, Elena Sánchez y Zaplana.

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Según las conversaciones intervenidas por mandato judicial, el contacto personal entre Botella y De Pedro se produjo a finales de agosto de 2013, días antes de que la regidora viajara a Buenos Aires para defender la fallida candidatura olímpica de Madrid 2020.

Los investigadores, tras analizar decenas de correos electrónicos, consideran que De Pedro pactó con Sánchez el pago de 60.000 euros por los servicios de reputación online de su jefa. Aunque los trabajos se iniciaron días después de la reunión de Marbella, “de los distintos mensajes cruzados se deduce que la contratación” de estos servicios “no termina de concretarse”, según la UCO.

El principal problema consistía en la dificultad de facturar esos trabajos con cargo al presupuesto municipal. En marzo de 2014, después de que De Pedro se valiera de Zaplana para reclamar los pagos íntegros —solo cobraron 400 euros mensuales de los 12.000 previstos en cinco meses—, la jefa de prensa de Botella le contesta vía Whatsapp: “Es que sólo nos dan eso. Pero hay un plan b. Ya te contaré”. La solución fue subcontratar a una de las empresas de De Pedro en un contrato de publicidad municipal.

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