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El viaje sin vuelta de Fadwa Talssi

El pasado 25 de junio Fadwa Talssi, de 29 años, fue asesinada por el que había sido su pareja hacía solo unos meses

Una fotografía de Fadwa Talssi publicada en su perfil de Facebook.
Una fotografía de Fadwa Talssi publicada en su perfil de Facebook.

Fadwa Talssi era para su compañera de trabajo, "una sonrisa perpetua". El pasado 25 de junio Fadwa fue asesinada por el que había sido su pareja hacía solo unos meses. Desde hacía un año y medio, la joven de 29 años trabajaba en la heladería Sanchís en La Pineda (Tarragona), donde la conoció su compañera María López. "Nos hicimos amigas porque las dos estábamos pasando por una ruptura y mi expareja era marroquí como la suya y eso nos unió mucho". María y Fadwa tenían una rutina: cuando Fadwa salía del trabajo María la estaba esperando para tomar un café o un helado antes de entrar. "Hablábamos mucho de todo, a mí me comentaba los problemas que tenía con su expareja pero nunca imaginé que esto iba a pasar".

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Poco después del asesinato de Fadwa, López dejó de trabajar en la heladería y volvió a Valencia, de donde es originaria. Uno de los motivos de su vuelta fue la muerte de su amiga. "Aún estamos marcados por esto", cuenta. "Mis compañeros van a dejar flores al lugar donde la encontraron, pero yo no puedo. Yo guardo los recortes de periódico para recordarla y hago lo que puedo día a día para superarlo".

Sonia Gómez, la propietaria de la heladería Sanchís, la recuerda como una mujer voluntariosa que siempre intentaba mediar entre los compañeros para resolver los problemas que surgían en el trabajo. "Aquí empezó a trabajar porque vivía, con el que era su pareja, en el piso de arriba de la heladería. Un día él vino a preguntar si no podíamos contratarla y le dimos una oportunidad porque ya tenía experiencia como camarera. Encajó desde el principio", comenta Gómez. Fadwa era reservada pero siempre acudía a las cenas entre compañeros de trabajo y creaba muy buen ambiente. "Era una chica muy trabajadora y muy dulce y aquí vamos a echarla siempre de menos", añade su antigua empleadora.

Una de las compañeras de trabajo que creó el altar improvisado para Fadwa es Teresa Carrillo, que sigue yendo cada dos meses a poner flores en el lugar donde se encontró el cuerpo. Carrillo la conoció cuando empezó a trabajar en la Sanchís. Ella era una recién llegada y fue Fadwa la encargada de ayudarla a manejarse detrás de la barra. "Me enseñó todo lo que sé hacer. Cada vez que pongo un café irlandés o sirvo una copa de helado me acuerdo de ella" comenta.

Carrillo asegura que desde el primer día "fue como si la hubiera conocido de toda la vida" y que Fadwa fue un gran apoyo en sus primeros meses de trabajo. "Siempre intentaba animarme haciendo comentarios amables". Carrillo recuerda a Fadwa como una mujer incansable y alegre. "Nunca la vi enfadada, siempre estaba de buen humor, bromeando con los compañeros". Pero lo que más destacaba de su personalidad era su fuerza y su capacidad de sobreponerse a la situación.

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"Yo no sabía si iba poder seguir adelante, pero estoy segura de que si soy capaz de continuar es por las fuerzas que ella tenía. Tendré otras compañeras de trabajo, pero como ella no va a haber nadie. Nunca", comenta Carrillo.

Fadwa era originaria de Nador (Marruecos) aunque tenía nacionalidad española. Hacía ocho años se había mudado a La Pineda donde trabajó como limpiadora y camarera. Después de la ruptura con el que sería su asesino, Fadwa se mudó a Cambrils. Quienes la conocían dicen de ella que era una mujer tranquila, familiar y alegre. En su tiempo libre disfrutaba cuando iba de compras, tomaba café con sus amigas o bajaba a la playa en verano. En su vida laboral, Fadwa era cuidadosa y muy resuelta, siempre dispuesta a ayudar a quien hiciera falta.

A Fadwa la mató su expareja cuando iba de camino al trabajo. Era el día después del Eid al-Fitr, el fin del Ramadán, que Fadwa, como musulmana, había celebrado la noche anterior con su familia. Al salir del apartamento que compartía con su hermana en Cambrils (Tarragona) se encontró con el que había sido su compañero, Hammou Abderrahamane, que pidió acompañarla al trabajo para hablar. Montaron juntos en el coche de ella pero en un punto del trayecto que une Cambrils con Salou, Abderrahamane asesinó a Fadwa a navajazos. Fadwa Talssi fue la víctima número 30 de violencia machista desde que empezó el año. Este sábado se cumplen cinco meses de su asesinato.

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