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La última semana de vida del fiscal Maza en Buenos Aires

El jurista se encontró mal desde que aterrizó en la ciudad, pero nada hacía presagiar su sorpresiva muerte y siguió con su agenda

Federico Rivas Molina

José Manuel Maza, el fiscal general de España, murió por causas naturales y no hay ninguna sospecha de malas prácticas médicas, según el embajador español en Buenos Aires, Javier Sandomingo. Por tanto, no habrá autopsia. Se trató "de una muerte natural, una complicación", explicó. "El médico sabe muy bien de que murió, un choque séptico", agregó. El virus se instaló en el riñón "ingreso en la sangre y se extendió rápidamente por todo el cuerpo", detalló Sandomingo. Maza no respondió a los antibióticos y no pudo superar la crisis. En la embajada no pusieron en duda la calidad de la atención en Buenos Aires. "Murió de una complicación muy grave que llevó a este inesperado fallecimiento. Tuvo una atención fantástica, como siempre en Buenos Aires, pero no ha sido posible salvar su vida. Esta clínica [la Bazterrica, donde fue atendido Maza], es de primerísimo nivel, de primer mundo, muy de primer mundo", dijo el cónsul general de España en Buenos Aires, Rafael Tormo Pérez.

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Este es el detalle de los últimos días de vida del fiscal general.

Lunes

Apenas aterrizado en la capital argentina, Maza participó de un cóctel en la Embajada española. Por razones diversas, coincidieron en Buenos Aires distintas autoridades españolas y la sede diplomática decidió homenajearlos. Maza compartió un encuentro con el presidente del Senado, Pío García Escudero; la secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, y el secretario de Estado para Iberoamérica, Fernando García Casas. El fiscal general estuvo acompañado por su pareja, Marta Raspall. Fue ella la que dijo a un grupo de periodistas que Maza tenía unas décimas de fiebre y que no se sentía del todo bien. Lo atribuyó a una pequeña gripe sin importancia. O consecuencia el largo viaje en avión. Maza estuvo solo un par de horas en la Embajada y se retiró al hotel. Al otro día tenía en agenda un viaje a Montevideo.

Martes

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Maza viajó temprano hacía Uruguay y se reunió con su par Jorge Díaz. El viaje estaba en la agenda. Lo acompañó la fiscal jefe de Cooperación Internacional, Rosana Morán. Esa misma tarde, ambos regresaron a Buenos Aires.

Miércoles

El fiscal general participó en la apertura de la Asamblea de las Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos, el verdadero motivo de su viaje a Buenos Aires. Cumplió su agenda sin problemas. Por la noche, Maza tenía pautado un agasajo de la comunidad en el Club Español. "Pero decidió no asistir porque tenía una cena en otro sitio", detalló el embajador Sandomingo.

Jueves

Los problemas de salud que Maza arrastraba desde su llegada a Buenos Aires se agravaron. "Se sintió un poco como con fiebre, pensó que tenía un virus", dijo a Morán a la Cadena SER. "En algún momento se retiró de la asamblea a descansar un poco, pero estuvo toda la asamblea ganando para España esta secretaría, que era importante", contó. Los síntomas de la infección se agravaron por la noche. "Me dijo 'me encuentro mal, mejor me voy a dormir'. Fue a dormir y por la mañana me llamó por teléfono para decirme 'vete tú al seminario, porque yo estoy un poco flojo", detalló Morán. El viernes por la mañana, Maza y Morán tenían un encuentro con el ministro de Justicia argentino, Germán Garavano.

Viernes

La reunión con Garavano no llegó a concretarse. Su pareja, Marta Raspall, que lo había acompañado en el viaje, lo vio desorientado, con problemas para moverse. Llamó entonces a un médico argentino que conocía, quien le recomendó ingresarlo en la clínica Bazterrica, donde trabajaba. "Pasamos a buscarlo por el hotel a las 14.30 y cuando llegamos ya estaba la ambulancia en la puerta. La mujer prefirió llevarlo en el auto de la Embajada y así lo trasladamos. Maza caminaba por sus propios medios", cuenta personal de la Embajada española que se ocupó de asistir a Maza en su agenda. Los médicos determinaron que tenía una infección.

Sábado

Maza no respondió al tratamiento y durante la mañana su situación se complicó. Fue ingresado en la UCI. "Desde el primer momento nos dijeron que la situación era grave, pero que no había riesgo de muerte. Pero bueno, era grave y se complicó. Las situaciones críticas pueden mejorar o pueden empeorar. Esta empeoró y bastante rápido", dijo el embajador Sandomingo. Los médicos certificaron su muerte a las 15.50, hora de Argentina.

El hijo de Maza, José, de 32 años, llegó a Buenos Aires el mismo sábado por la noche, acompañado por su novia. "Él y la pareja de su padre decidieron repatriar el cuerpo cuanto antes y desde la Embajada estamos abocados a cumplir con los trámites necesarios", dijo Sandomingo. No es una tarea sencilla. En Argentina es festivo, puente, y el lunes la administración pública no trabaja. "No es fácil hacer trámites un domingo y una fiesta", dijo el embajador, "son muchos papeles en Aduana, Sanidad, hay que mover a bastante gente. Pero hemos tenido todo el apoyo del Gobierno argentino y supongo que mañana (por el lunes) el cuerpo podrá partir en un vuelo Air Europa que sale el mediodía".

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Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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