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Rescatados más de 350 inmigrantes en 48 horas en aguas andaluzas

El buen estado del mar Mediterráneo facilita la salida de numerosas pateras

Javier Arroyo
Inmigrantes atendidos en el puerto de Almería.
Inmigrantes atendidos en el puerto de Almería.Carlos Barba (EFE)

Un total de 368 inmigrantes en 13 pateras han sido rescatados en el mar de Alborán y en el estrecho de Gibraltar entre el pasado sábado y hoy domingo. Según Miguel Zea, responsable del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Almería, la abundancia de pateras en estos días se explica por las buenas condiciones del mar.

Las patrullas comenzaron ayer con el rescate de 140 personas en tres pateras. Al filo de las siete de la tarde los servicios de Salvamento localizaron otra embarcación con 15 o 20 inmigrantes mientras buscaban a otra.

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Otras dos pateras con 110 inmigrantes a bordo fueron rescatadas por los barcos de salvamento dependientes de Tarifa. Esas personas fueron trasladadas a Málaga.

Este domingo, Salvamento Marítimo, tras estar toda la noche en búsqueda activa en el mar de Alborán, ha rescatado a 35 personas, entre ellas un bebé, de una patera que llevaba más de 24 horas en el agua.

Otra de similares características que se buscaba desde la misma hora y también con 35 ocupantes ha sido localizada por las autoridades de Marruecos, al igual que otra patero con 47 inmigrantes avistada por Salvamento Marítimo.

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Finalmente, Salvamento Marítimo ha rescatado este domingo a 26 personas que viajaban a bordo de dos pateras y a otras tres que se han tirado al agua desde otra embarcación con la que el dispositivo dependiente del Ministerio de Fomento se ha encontrado cuando trasladaba a los primeros migrantes al puerto de Tarifa (Cádiz).

El saldo total del fin de semana supera las 350 personas a las que hay que sumar siete inmigrantes que viajaban en una patera y los dos tripulantes de una embarcación particular que los avistó y se averió posteriormente. Salvamento Marítimo los ha traslado este domingo de madrugada hasta el puerto de Algeciras (Cádiz).

El año 2017, en lo que a inmigración se refiere está siendo un año de repunte en cuanto al rescate. Los últimos datos de Salvamento Marítimo de enero a octubre cifran en 13.544 las personas rescatadas frente a las 5.384 del mismo periodo en 2016. Eso supone el triple y no parece que noviembre se haya frenado en cuanto al ritmo de inmigrantes rescatados del mar. El mar de Alborán, frente a las costas de Granada y Almería, nos es ajeno a ese incremento. En octubre, por ejemplo, Salvamento Marítimo de Almería rescató “1.476 personas, un máximo histórico”, según explica Miguel Zea.

Entre tres y cinco millas por hora

Subsaharianos y magrebíes viajan con modos y maneras dispares. Zea dice que los magrebíes generalmente cruzan por el estrecho de Gibraltar en embarcaciones pequeñas, de 4 hasta 10 personas. Incluso en motos, con conductor y dos inmigrantes, y en embarcaciones inflables. Los subsaharianos, en cambio, eligen ahora la ruta del Mar de Alborán, con embarcaciones en las que se amontonan hasta 60 personas. Su ruta, frente a los 14 kilómetros del Estrecho, es de algo más de 100 millas (185 kilómetros) que, a una velocidad que Zea estima entre 3 y 5 millas por hora, les llevaría 25 o 30 horas de navegación en condiciones infernales. Generalmente, solo hacen las primeras 40 millas y luego ya alguien avisa. Zea cuenta algo que pone los pelos de punta. “El material que traen es cada vez peor, en muy mal estado. Cuando nos dan el aviso, preguntamos la estabilidad de la embarcación, si entra agua… Con frecuencia, aparentemente todo está bien. Algunas veces, a los pocos segundos de sacar a todas las personas, la zodiac parece que se desintegrara, se desvanece”.

ADN contra la trata de personas

Los menores de edad que llegan en pateras siguen dos caminos. Si van solos, se convierten en MENAs (Menores no acompañados) que son trasladados a centros de protección de menores. Si van con su madre, lo más habitual, tienen que pasar una prueba de ADN. Un policía especializado explica la razón: “Es la forma de abolir el comercio de niños y, en segunda instancia, el tráfico de órganos. Nos tenemos que asegurar que quien dice ser su madre lo es de verdad”.

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