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El jabalí de la Guardia Civil llega al Senado

Una pregunta parlamentaria sobre la mascota reabre el debate sobre el control al Gobierno

Imagen general del Senado durante una sesión plenaria.
Imagen general del Senado durante una sesión plenaria. Fernando Villar (EFE)

El 18 de septiembre, la Guardia Civil anunció que había denunciado a una persona por la tenencia de un jabalí en cautividad. Al comunicar la noticia en sus redes sociales, el cuerpo armado la acompañó de un mensaje: “No es un juguete”. Jon Iñarritu, senador por EH Bildu, reaccionó inmediatamente con una batería de preguntas al Gobierno con las que quería mostrar una supuesta contradicción. “¿Es o son propiedad de la Guardia Civil los jabalíes que se muestran en algunos desfiles? ¿Cumplen algún papel policial? ¿Cuál es el coste de alimentación, vacunas… anual de cada ejemplar?”. Los diputados y senadores han planteado al Ejecutivo más de 36.000 preguntas escritas en lo que va de legislatura. No obstante, el sorprendente contenido de algunas de ellas pone en cuestión que no haya filtros que garanticen la utilidad de este mecanismo de control al Gobierno.

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“La ironía es que salven a un jabalí enjaulado, que me parece muy bien, y luego se paseen con otro”, explica el senador Iñarritu. “La pregunta es una forma de denunciar la doble vara de medir, o la hipocresía o la ironía de la noticia”, sigue. “Comparto que si se desconoce eso se pueda interpretar como una frivolidad, o como que no se está controlando bien al Gobierno, pero cualquiera que haga un repaso a las preguntas escritas que hago, que han sido unas 300 en lo que va de legislatura, verá que no se está frivolizando”, argumenta. Y lamenta: “En muchos casos, cuando haces preguntas serias, o de temas concretos, suelen tener poco eco, y las irónicas, o extrañas, despiertan el interés periodístico”.

Según los datos del Informe global de actividad parlamentaria para 2017, que realiza la Unión Interparlamentaria, los diputados y senadores españoles son de los que más usan esta herramienta en todo el mundo. Hasta el 1 de octubre, el Gobierno había respondido al 89,70% de las preguntas escritas que se le habían enviado desde el Congreso y desde el Senado, frente al 93% de respuestas con el que cerró la décima legislatura (sobre 173.303 presentadas), el 94% de la novena (sobre 140.759) o el 92% de la octava (sobre 212.645). La previsión del Ejecutivo es mejorar esos porcentajes, puesto que ha aumentado el ritmo de las respuestas.

La oposición controla al Gobierno con cuestiones de gran utilidad para los ciudadanos, como el grado de ejecución de las becas que concede, el coste de las infraestructuras, las multas que se imponen por la ley mordaza o asuntos relacionados con el empleo, la emigración o la sanidad. Sin embargo, al Ejecutivo también se le interroga sobre temas de dudoso provecho práctico.

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“¿Qué protocolos tiene adoptados el Gobierno ante la posibilidad de un apocalipsis zombi?”, se le preguntó en abril. “¿Tiene intención el Gobierno de potenciar la creación de una imagen de marca que distinga en calidad y en competitividad al caracol español procedente de granjas de cría y engorde?”, fue una cuestión planteada en legislaturas anteriores, según el registro recogido por la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP). “¿Conoce el Ministerio de Fomento las características de la colonia de las ratas que se comen los cables de señalización de ADIF en la estación de Sant Miquel de Fluvià?”, es otro ejemplo. ¿Qué ha pasado con la pregunta de los jabalíes?.

“En relación con la pregunta formulada por Su Señoría, se informa que en la actualidad la Guardia Civil tiene un único jabalí en el acuartelamiento de Intxaurrondo de San Sebastián (Gipúzkoa), en el Grupo de Acción Rápida (GAR)”, responde el Gobierno. “Se comunica que en el acuartelamiento existe una instalación específica para el jabalí con una superficie total de 399,6m2”, añade. “Su función es de representación de la Unidad y se ha convertido en una de las imágenes y símbolos distintivos que la definen. Se trata de una tradición iniciada en el año 1981, coincidiendo con el primer aniversario del despliegue territorial de la Unidad GAR, y se ha contado desde entonces hasta el momento actual con siete ejemplares”, recuerda. “Se informa, por último, que el coste, durante el año 2016, de alimentación, vacunación y revisiones veterinarias fue de 259,55 euros y que dicho jabalí es atendido por un componente de la Unidad, titulado como guía canino, que voluntariamente compatibiliza este cometido con su servicio ordinario”.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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